Las primeras poblaciones agrícolas europeas experimentaron un auge, pa
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Las primeras poblaciones agrícolas europeas experimentaron un auge, para luego decaer muy significativamente

 

 

05/10/2013 Fuente terraeantiqvae. La adopción de la agricultura en la antigua Europa tomó un camino de altibajos demográficos. Auges y caídas regionales en el número de humanos se produjeron entre hace 8.000 y 4.000 años, según un nuevo estudio.

 

Desde el sur de Francia a Escocia y Escandinavia, 10 de 12 regiones con tempranos centros de cultivo experimentaron subidas importantes de la población, o bien una reducción de la misma, o ambos casos, dicen el arqueólogo Stephen Shennan (izquierda), del University College London, y sus colegas.

 

Cambios climáticos conocidos de la época no muestran ninguna relación con el momento de los cambios en el tamaño de estas sociedades agrícolas, informan los investigadores en la edición del 1 de octubre de Nature Communications.

 

"La disminución de los recursos naturales debido a las prácticas agrícolas pudo en parte haber causado una contracción de la población", dice el antropólogo y coautor del estudio, Sean Downey (derecha), de la Universidad de Maryland, en College Park. Él y sus colegas informaron ya en 2012 que, aunque la población de Gran Bretaña aumentó a raíz de la introducción de la agricultura, los bosques del país se redujeron en tamaño, en consonancia con una disminución de la madera disponible y los alimentos necesarios para sostener una gran población.

 

Los investigadores ya sabían que la agricultura en Europa apareció en la actual Turquía hace unos 8.500 años, extendiéndose a Francia hace alrededor de 7.800 años y luego a Gran Bretaña, Irlanda y el norte de Europa hace unos 6.000 años. La agricultura condujo a suministros de alimentos más estables y abundantes, lo que abasteció el crecimiento de la población. Sin embargo, poco se sabe acerca de las tendencias demográficas a largo plazo entre los antiguos agricultores europeos.

 

El grupo de Shennan utilizó cerca de 8.000 dataciones radiocarbónicas procedentes de yacimientos arqueológicos de toda Europa occidental para calcular el incremento y la reducción del número de asentamientos antes, durante y después, de la introducción de la agricultura. Los investigadores tomaron las fluctuaciones en el número de asentamientos datados por radiocarbono como signos de cambios en la población, razonando que cuanto más asentamientos arqueológicos había en una región, en un momento determinado, significaba que más personas habían vivido en ella.

 

En la mayoría de las secciones europeas analizadas, las poblaciones se redujeron en algún momento entre un 30 a un 60 por ciento en comparación con los picos alcanzados después del inicio de la agricultura, concluye el equipo de Shennan. Esa caída en picado de la población es similar a la devastación continental causada por la peste negra, una epidemia que alcanzó su punto máximo en Europa entre 1348 y 1350.

 

Los nuevos resultados iluminan dos grandes auges de la población en Europa que preceden a disminuciones de la misma, subraya el arqueólogo Ron Pinhasi, del University College de Dublín (izquierda).

 

Un boom inicial, de hace unos 7.500 años, marca el inicio y la propagación de las primeras culturas agrícolas conocidas en Europa, identificadas por su distintiva cerámica revestida.

 

Un segundo boom ocurre hace unos 6.000 años -quizá impulsado por el auge de la cría de ganado para obtener productos lácteos (SN:. 2/1/03, p. 67)-, cuando los agricultores se expanden hacia el norte de Europa, dice Pinhasi.

 

El equipo de Shennan ha diseñado un valioso procedimiento para estimar las antiguas fluctuaciones de la población, dice el arqueólogo Jean-Pierre Bocquet-Appel, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París. Pero a diferencia del equipo de Shennan, Bocquet-Appel dice que sólo tres regiones en el nuevo análisis -Irlanda, Escocia y sur de Francia- muestran evidencia estadística clara de contracción de la población después de ocurrir los dos grandes auges de la población mencionados.