En crespa tempestad del oro undoso
de Francisco de Quevedo

En crespa tempestad del oro undoso

 

 

Autor: Francisco de Quevedo

 

En crespa tempestad del oro undoso

nada golfos de luz ardiente y pura

mi corazón, sediento de hermosura,

si el cabello deslazas generoso.

 

Leandro en mar de fuego proceloso

su amor ostenta, su vivir apura;

Ícaro en senda de oro mal segura

arde sus alas por morir glorioso.

 

Con pretensión de fénix encendidas

sus esperanzas, que difuntas lloro,

intenta que su muerte engendre vidas.

 

Avaro y rico, y pobre en el tesoro,

el castigo y la hambre imita a Midas,

Tántalo en fugitiva fuente de oro.