Haschisch
de José Martí

Haschisch

 

 

Autor: José Martí

 

Arabia: -tierra altiva

Sólo del sol y del harem cautiva.

 

 

Cuando la infame Tierra abre su seno

Al árabe, engendrado

De ardiente arena y sol enamorado,

Y el seno, de miserias viles lleno,

Fango sangriento al árabe ha mostrado,

Lo eterno anhela, el árabe suspira,

Los ojos cierra a la verdad, y llora

Dulce llanto de amor a la mentira,

Y el alma ardiente de la tierra mora

Duerme para vivir, pues-viva-la ira

En su pecho más loca se levanta

Que la idea de amor en sus mujeres

Y el canto de pasión en su garganta.

 

* * *

 

¡Amor de mujer árabe!-La ardiente

Sed del mismo Don Juan, se apagaría

En un árabe amor, en una frente

De que el negro cabello se desvía,

Como que ansia de amor eterno siente,

Y a saciarnos de amor nos desafía!-

 

* * *

 

¡Oh! viven en aquellas

Magníficas doncellas,

Las trovas no escuchadas,

Las horas no sentidas,

Y lágrimas de amor aún no lloradas,

Y fuentes de hondo amor aún no sabidas;-

En ellas, las huríes,

Por cada rayo de su sol un beso

Con sabor de azahar y de alelíes;-

Y en ellas, lo imposible

De una hoguera de luz nunca extinguible!

 

* * *

 

La vida es el amor-donde la tierra

Por los solares besos fecundada,

Pensiles ha por hijos, en que encierra

La fragancia y la luz de una alborada;-

 

La vida es el amor-donde de amores

Del tibio sol y arábigas arenas,

Hasta el desierto mismo nacen flores

Con palmas leves de murmullo llenas;-

 

Y allí donde si el sol desapareciera

Del beso de una hurí renacería,

Prendida dejo el alma pasajera

Y la vida es amor:-¡Oh! ¡quién pudiera

De una mora el amor gozar un día!

 

* * *

 

No es estatua de lánguida figura

El alma de un poeta:

Es un sol de dolor: alma sin cura

De universal enfermedad secreta:-

En sí tiene el hervor, en sí esta fiera

Ansia que en beso incomparable invoca

Que, dado en una vez, arda en su boca

Más allá de las horas en que muera:-

 

¡Oh! ¡Pobre alma dormida

Sin este beso eterno sacudida!

 

Una árabe que besa,

Es labio de mujer, donde nos cumple

La eternidad al fin de una promesa:-

 

¡Oh! si mis labios pálidos rozara

una arábiga boca, donde arde

Cuando se imprime, el fuego del Sahara,

Mientras no es ida, el fuego de la tarde:-

 

Si esta mejilla sin color,-hundida

Al espantoso beso

Que con los huesos de su boca, impreso

En cara y corazón deja la vida,-

 

Si este espíritu luce enamorado

Del armónico amor, en mí sintiera

Ese beso de una árabe, engendrado

Al fecundo calor de una quimera;-

 

Si el alma de una mora, a hierro impío

Del tiránico afán encadenada,

Viniera a calentar el pecho mío,

Y dejara en mi boca fatigada

Un beso como el fuego del Estío

Largo como el dolor de esta jornada,-

 

Yo no sé qué dulcísima ternura

Este árido cerebro llenaría:

Yo no sé qué colores esta oscura

Virgen de mi alma casta vestiría;

Qué luz como esta luz-¡oh, qué ventura

De una mora el amor gozar un día!

 

* * *

 

Chimenea encendida

Al frío corporal vuelve la vida:

¡También de un beso al fuego,

El muerto de vivir, renace luego!

 

* * *

 

Nadie sabe el secreto misterioso

De un beso de mujer: yo lo he sabido

En un arrobamiento luminoso

Extra-tierra, extra-humano, extra-vivido.

 

* * *

 

Cuando todo lo férvido dormita,

Cuando todo lo imbécil gigantea,

Cuando la languidez sólo se agita

Y por nuestra alma mísera pasea,-

Hay algo más hermoso que una noche

De Enero de mi patria en las llanuras;-

Más dulce que un dulcísimo reproche

Lleno de confusión y de locuras,

Con que un trémulo labio

Culpa y perdona su amoroso agravio;-

Hay algo como en sueños,

Nos pareció escuchar, algo que ha sido

Verdad, aunque fue sueño, porque deja

Partida la verdad, cierto el sonido,-

Un rayo que refleja

Muy suave claridad,-una dulzura

Que todos nuestros átomos orea,

Y una especie de aroma de ternura

Que sobre nuestros labios titubea!-

 

¡Un beso de mujer!-Pues ¿cómo ha sido?

Todo lo venturoso ha renacido,

La redención espléndida amanece,

Esénciase el cadáver, y en el punto

Hermano siglo y siglo de un difunto,

¡O me engaño-¡oh ventura!-o me parece

Que do el difunto fue, la yerba crece!

 

* * *

 

¡Un beso de mujer!-Yo lo he sabido

En un muy dulce instante extra-vivido.-

 

El árabe, si llora,

Al fantástico haschisch consuelo implora.

El haschisch es la planta misteriosa,

Fantástica poetisa de la tierra:

Sabe las sombras de una noche hermosa

Y canta y pinta cuanto en ella encierra.-

 

El ido trovador toma su lira:

El árabe indolente haschisch aspira.

 

Y el árabe hace bien, porque esta planta

Se aspira, aroma, narcotiza, y canta.

 

Y el moro está dormido,

Y el haschisch va cantando,

Y el sueño va dejando,

Armonías celestes en su oído.

 

Muchos cielos ha el árabe, y en todos,

En todos hay amor,-pues sin amores,

¿Qué azul diafanidad tuviera un cielo?

¿Qué espléndido color las tristes flores?

 

Y el buen haschisch lo sabe,

Y no entona jamás cántico grave.

 

Fiesta hace en el cerebro,

Despierta en él imágenes galanas;

Él pinta de un arroyo el blando quiebro,

Él conoce el cantar de las mañanas,

Y esta arábiga planta trovadora

No gime, no entristece, nunca llora;

Sabe el misterio del azul del cielo,

Sabe el murmullo del inquieto río,

Sabe estrellas y luz, sabe consuelo,

¡Sabe la eternidad, corazón mío!

 

El árabe es un sabio:

Cobra a la tierra el terrenal agravio.

 

Y en tanto,-el encendido

Vigor de este mi espíritu potente,

Me quema en mí y esclavo y oprimido

Tormenta rompe en la rebelde frente:-

 

Y en tanto-de mi espíritu el deseo

De aquello lo invisible se enamora

Y se abrasa en mí mismo, y me devora

Buitre a la vez que altivo Prometeo!-

 

¡Amor de mujer árabe! despierta

Esta mi cárcel miserable muerta:

Tu frente por sobre mi frente loca:

¡Oh beso de mujer llama a mi puerta!

¡Haschish de mi dolor, ven a mi boca!