Descubren que los campesinos del Neolítico podrian haber llegado a Eur
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Descubren que los campesinos del Neolítico podrian haber llegado a Europa por mar

 

 

07/06/2014 Fuente: rtve.es.  Por primera vez, un equipo internacional de investigadores ha podido secuenciar material genético de las primeras poblaciones del Neolítico, lo que ha permitido reforzar la hipótesis de que los primeros campesinos llegaron a Europa desde la región conocida como Creciente Fértil -en Oriente Próximo- por vía marítima, a través de Chipre y Creta.

 

Los resultados del trabajo, publicado en la revista de acceso abierto PLOS genetics, pueden tener un gran impacto en diferentes disciplinas, como la arqueología, la antropología física y la genética de poblaciones humanas, según ha informado la Universidad Complutense de Madrid en una nota, participante en el estudio.

 

 

Detalle de un individuo del nivel PPNB del yacimiento de Tell Halula.UCM

 

Nacimiento y expansión del Neolítico

 

Los procesos conocidos culturalmente como Neolítico se originaron hace aproximadamente 12.000 años en el Creciente Fértil, el territorio actual de Siria.

 

Las primeras prácticas agrícolas y ganaderas, que sustituyeron al modelo cazador-recolector, produjeron una serie de cambios sociales, culturales y económicos decisivos: la sedentarización de las poblaciones y el posterior desarrollo de las primeras ciudades están en el origen de la sociedad moderna.

 

De acuerdo con el registro arqueológico, la expansión del Neolítico, que ha provocado un "arduo debate científico" en los últimos 50 años, siguió dos ejes principales asociados a dos complejos culturales diferentes.

 

El primero, ligado al complejo cerámico lineal, llevó el Neolítico a través del Danubio hacia el centro de Europa y de allí a Escandinavia y a las Islas Británicas.

 

El segundo eje de expansión, ligado al complejo cerámico Impresso-Cardial, siguió la cuenca mediterránea hasta el levante español y la costa atlántica portuguesa.

 

 

Revelaciones del ADN mitocondrial

 

El ADN mitocondrial recuperado ahora de los primeros agricultores del Creciente Fértil muestra afinidades genéticas con el material genético de los primeros agricultores de Cataluña y Alemania.

 

Esto sugiere que el proceso de difusión del Neolítico se habría producido probablemente a través de la migración pionera de pequeños grupos de población y que ambas rutas, la mediterránea y la centroeuropea, habrían estado genéticamente conectadas.

 

Los análisis de esta investigación se han centrado en los yacimientos de Tell Halula, Tell Ramad y Dja'de El Mughara, situados en las primeras áreas de emergencia del Neolítico: el valle medio del Eúfrates y el oasis de Damasco.

 

Ubicados en el territorio actual de Siria, están datados aproximadamente en 8.000 años antes de Cristo y han sido excavados por la Misión Arqueológica Española en Siria, dirigida por Miquel Molist, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

 

La conclusión más significativa del estudio es que los patrones de similitud genética encontrados entre las poblaciones neolíticas del Creciente Fértil y las islas de Chipre y Creta apuntan a que las primeras expansiones poblacionales que llevaron el Neolítico a Europa habrían tenido lugar por mar y no por tierra, a través de Anatolia, como se había argumentado hasta ahora.

 

Los resultados de la investigación corroboran, además, que la mayor parte de la información genética de las primeras poblaciones agrícolas no ha sobrevivido en la población actual de Oriente Próximo.

 

La línea de investigación fue iniciada a mediados de los años 90 por Daniel Turbón  (izquierda) y Alejandro Pérez-Pérez (derecha) en la Universidad de Barcelona, pero es hoy cuando ha acabado de dar sus frutos.

 

En la elaboración del trabajo han participado cinco instituciones nacionales y una internacional.

 

 

Quince cadáveres de hace 8.000 años sugieren que la agricultura llegó a Europa en barco

 

Los esqueletos de más de una decena de personas que vivieron en el llamado Creciente Fértil hace unos 8.000 años acaban de arrojar nuevas pistas sobre cómo llegó a Europa la llamada revolución neolítica. Hace 12.000 años, en lo que hoy es Siria e Irak, surgieron los primeros grupos sedentarios que aprendieron a cultivar la tierra, criar animales, establecer sociedades más complejas, edificar las primeras ciudades y, en definitiva, sentar los pilares de nuestras sociedades actuales. La expansión de esta nueva forma de vida por Europa sigue estando poco clara y es objeto de un intenso debate científico. Unos piensan que la agricultura fue aprendida por grupos nómadas de cazadores recolectores europeos. Otros apuntan que fueron inmigrantes llegados de Oriente Próximo los que la trajeron consigo.

 

Un equipo de investigadores españoles aporta ahora nuevos datos sobre el tema gracias a sus excavaciones en el Valle Medio del río Éufrates y el Oasis de Damasco, en el territorio actual de Siria. Allí, en los yacimientos de Tell Halula, Tell Ramad y Dja’de El Mughara, se han descubierto 63 esqueletos de entre 8.700 y 6.600 años. De 15 de ellos se ha conseguido extraer ADN mitocondrial, la secuencia genética que pasa de madres a hijos y que permite esclarecer si las poblaciones europeas actuales están emparentadas con aquellos primeros agricultores de Oriente Próximo.

 

El equipo de investigadores, de la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Complutense de Madrid y la John Moores de Liverpool (Reino Unido), muestra que hay similitudes genéticas entre aquellos primeros agricultores de Oriente Próximo y los que habitaron tanto el sur como el norte de Europa. Las  muestras analizadas corresponden a agricultores neolíticos de Cataluña, Aragón y Alemania, cuyo ADN fue rescatado y analizado en estudios previos y muestra similitud con los hallados en Siria. Esto apoya la tesis de que la agricultura y su revolución se expandió por migración más que por aprendizaje, según explican los autores del estudio, publicado hoy en Plos Genetics.

 

El ADN de aquellos habitantes de lo que hoy es Siria también es similar al de poblaciones actuales de las islas de Creta (la mayor de Grecia) y Chipre. Esto indica que las primeras oleadas de inmigrantes que trajeron la agricultura a Europa no llegaron por tierra, sino por mar, según los autores. Esto apoya una teoría propuesta en 1993, pero minoritaria, ya que hasta ahora se pensaba que la expansión se hizo principalmente por tierra, a través de la península de Anatolia (Turquía) que une Asia y Europa.

 

“Esta es la primera vez que se publica el ADN mitocondrial de los primeros agricultores de Oriente Próximo, por lo que en este sentido el artículo puede considerarse pionero y de momento no hay datos de la misma región y época que permitan ni apoyar ni contradecir nuestra hipótesis”, explica a Materia Eva Fernández (izquierda), coautora del trabajo y especialista en genética de poblaciones que trabaja en la Universidad John Moores (Liverpool).

 

Más allá de la conexión genética entre el Creciente Fértil y las islas de Chipre y Creta, la pista se pierde, por lo que aún hay mucho que desvelar sobre cómo esa revolución neolítica se expandió por Europa. “No hay datos disponibles de ADN de poblaciones del Neolítico antiguo de otras regiones del Mediterráneo como Grecia continental, Italia o Francia”, resalta Fernández. El siguiente paso será “tomar muestras de otros yacimientos de la región para tener una muestra geográficamente más representativa y de regiones próximas, como Chipre, para poder testar la hipótesis “in situ””, concluye la investigadora