Ritó: Prostitución, drogas y soledad
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Ritó: Prostitución, drogas y soledad

 

 

05/02/2014 Fuente clarín. María Eugenia Ritó habló en "Intrusos" (América) en la tarde de ayer. Lo hizo con tal crudeza que de sus confesiones se ocuparon los programas nocturnos. "Viviendo con las estrellas" e "Intratables" repitieron segmentos de su catarsis televisiva. "Viví lo peor que puede vivir un ser humano: sentirte una mierda humana", manifestó la vedette en el ciclo de Jorge Rial tras exponer los círculos del infierno que le tocó habitar: drogas, prostitución y una soledad tan grande que sólo ella puede mensurarla.

 

A María Eugenia Ritó se la venía mencionando a causa de una escucha que forma parte de la causa conocida como "Narcos Vip". Allí, la modelo Zahina Rojas, una de las investigadas, habla por teléfono con una mujer cuya voz a muchos les sonaba parecidísima a la de María Eugenia. "Me escuché en las escuchas y sentí vergüenza", admitió ella. "Pero yo no me drogaba sola —añadió—. No voy a dar nombres porque no mando al frente. Yo me hago cargo. ¿Quieren poner una escucha? Pónganla. Tengo una voz tan clara que cuando me escuché, sentí vergüenza ajena".

 

A borbotones, con las palabras pisándose unas a otras, desencajada, como pudo, María Eugenia narró el lado menos luminoso de su vida. Sin que nadie se lo preguntara, reveló que al comienzo de su carrera cambió sexo por dinero durante dos años y que su ex marido había sido uno de sus clientes. "Yo me hago cargo y cuento que me prostituí. Él me conoció así: era cliente mío", afirmó. "Lo hice por necesidad —explicó—. Mi mamá se estaba muriendo, ella era mucama. Yo me quería mudar... Así me compré mi primer departamento. Eso para mí era trabajo. Vergüenza es robar, violar, mentir".

 

Como quien quiere liberarse de un peso exponiendo de una vez y por boca propia todo lo que unos u otros pudieran ir divulgando de ella a cuenta gotas aquí y allá, María Eugenia confesó que en Año Nuevo quiso matarse. Fue al cabo de varios días de consumo en la más absoluta soledad: "En Navidad compré y no paré hasta 2014. Extasis, cocaína, porro, cristal, alcohol, todo eso. Me agarró un ataque de locura. Gracias a Dios, no llegué a ver cosas, no llegué a alucinar".

 

Aceleradas, urgentes, tan cargadas de angustia como angustiantes, sus palabras sonaban como un grito de auxilio: "Tal vez no esté muy equilibrada y salto de un tema a otro", admitió mientras aseguraba que "la cocaína es la muerte en vida". "Lo peor que le puede pasar a un ser humano es consumir cocaína—sentenció—. Te vuelve una persona oscura, te saca el alma, te saca la vida. La detesto. Ya no me estoy drogando. No lo quiero hacer más. ¿Entendés que me sacó la vida? No me quiero drogar, quiero volver a vivir la vida".

 

Las confesiones televisivas de Ritó despertaron reacciones encontradas. Cito las de dos profesionales de la salud: la médica Mariana Lestelle y el psicólogo Gervasio Díaz Castelli. "Contar no sólo ayuda a otros sino a sí mismo. Si contara de otra enfermedad no se la juzgaría", tuiteó Lestelle mientras la tele repetía por la noche lo ocurrido en "Intrusos". "Se sigue estigmatizando la adicción desde lo moral. Es una enfermedad muchachos!", insistió la doctora en Twitter. Por su parte, en "Intratables", Díaz Castelli opinó: "Para una persona que está en plena crisis hacer un tipo de catarsis así no es recomendable. Yo no se lo recomendaría a un paciente mío". Santiago Del Moro le respondió que, a su modo de ver, Ritó "quiso sacarse una mochila, contarle a la gente, decir 'no me jodan más y de ésta voy a salir".

 

Yo no soy médica ni psicóloga, de modo que no tengo elementos para saber si fue bueno o malo para María Eugenia Ritó hacer catarsis en la tele. Sólo les puedo asegurar que lo que más me estremeció de su relato fue escucharla decir: "Los amigos del campeón ya no están. Cuando yo estaba en la televisión, estaban. ¡Necesito amigos que me quieran!". Una sola cosa deseé con todas mis fuerzas: que encuentre amigos que la quieran. Que la quieran mucho. Que la quieran bien. Algo parecido debe haber sentido el periodista Mario Massaccesi, quien llamó a la cordura en Twitter: "Quizás sea el momento de no ridiculizar a @mariaritook [el usuario de Ritó]. Es una mujer que necesita ayuda. Está solísima en su infierno", escribió.

 

Por suerte, fueron muchísimos los que entendieron la situación igual que Massaccesi, a juzgar por la cantidad de tuits que alentaban a Ritó a salir adelante. Y ella los agradeció, uno tras otro. "Voy a luchar", prometió en la red social. Bravo, por María Eugenia. A fin de cuentas, de eso se trata la vida: caer y levantarse. Ojalá que esta vez no lo tenga que hacer en soledad: de eso se trata la empatía.