En medio de la crisis, Obama le tiende una mano a Dilma y pide una reunión bilateral

25/03/2015 Fuente cronista. En momentos en que el escándalo Petrobras amenaza más que nunca a la mandataria, el líder norteamerciano anuncia que quiere reforzar las relaciones comerciales con Brasil

El Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama invitó a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, a una visita de Estado a Washington con el objetivo de potenciar el comercio entre las dos mayores economías de América.

Rousseff tenía programado originalmente hacer en octubre del 2013 una visita de Estado, que incluye una cena de gala en la Casa Blanca y es considerada la expresión más fuerte de los lazos de amistad entre aliados.

Pero la líder izquierdista canceló ese viaje después de haber expresado su molestia por las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos espiaba sus comunicaciones personales. Ella argumentó que era "incompatible" con una relación entre aliados.

Esta nueva invitación se produce en momentos en que según las encuestas, la mayoría de los brasileños está a favor de iniciar un juicio político contra la presidenta debido al escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, lo que puede leerse como la llegada de un poco de aire político, en un contexto tan desfavorable.

El sondeo de la empresa MDA mostró que un 59,7% de los consultados está a favor de un juicio político contra la presidenta, mientras que un 68,9% cree que la mandataria es responsable de la corrupción.

Sin embargo, y a pesar de las recientes manifestaciones callejeras contra el Gobierno, los líderes de la oposición se han resistido a presionar por un juicio político y es poco probable que se llegue a esa instancia.

El ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo que remover a Rousseff tan cerca de su reelección sería nocivo para los 30 años de democracia en Brasil, especialmente debido a que los fiscales no han hallado evidencia de que participara en la trama de corrupción en Petrobras.

La popularidad Rousseff se desplomó a un nuevo mínimo, ya que un 64,8% de los brasileños califica negativamente a su Gobierno, mientras que solamente el 10,8% ve su desempeño como positivo, mostró el sondeo.

En el sondeo previo de MDA sobre la imagen de Rousseff, a fines de septiembre y antes de que la mandataria ganara ajustadamente la reelección, el 41% de los consultados dijo que su Gobierno lo estaba haciendo "bien" o "muy bien", mientras que el 23,5% calificó su desempeño como "malo" o "muy malo".

La encuesta también reveló que si Brasil realizara una elección presidencial hoy, ganaría el líder opositor Aécio Neves.

En el sondeo, un 55,7% de los consultados dijo que votaría por Neves, del PSDB y sólo un 16,6% dijo que votaría por Rousseff.

La amplia mayoría de los consultados, un 92,8%, expresó su preocupación sobre la economía de Brasil, que se ha estancado bajo el mando de Rousseff y se espera que caiga en recesión este año.

El pesimismo sobre la recuperación económica ahora se extiende a las perspectivas sobre la erradicación de la corrupción, ya que un 65,7% de los consultados dijo que no cree que los responsables de los sobornos en Petrobras serán castigados.