Patrimonio recuperará otros 250 metros de la muralla del Castillo a fi
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Patrimonio recuperará otros 250 metros de la muralla del Castillo a finales de mayo

 

 

03/02/2014 Fuente murciaarqueologica. Dentro de cuatro meses está previsto que terminen los trabajos en marcha para la recuperación de un nuevo tramo de la muralla del Castillo, precisamente en la zona en que mayor deterioro sufrió como consecuencia de los terremotos de 2011. Se trata de unas obras a las que el Instituto del Patrimonio Cultural de España ha destinado medio millón de euros.

 

El proyecto lo ha realizado el arquitecto Francisco Jurado, que fue el responsable de los trabajos de emergencia en la torre del Espolón y en algunos otros tramos de la muralla en el sector occidental de la fortaleza, también dañados por los seísmos. Las obras las lleva a cabo la empresa lorquina Lorquimur.

 

El área en la que ahora se trabaja es la situada en la zona noreste de la alcazaba, la más próxima al barrio de Santa María, en la que se produjo un deslizamiento rocoso que arrastró una parte de la muralla y dejó, en estado más precario de lo que ya estaban, los restos de las estructuras fortificadas.

 

Arquitectos del Ministerio de Cultura y de la Comunidad Autónoma, junto con el director de las obras, Francisco Jurado, y varios arqueólogos, entre los que estaba Jorge Eiroa, profesor de la Universidad de Murcia y responsable de las excavaciones arqueológicas en el Castillo, han visitado las obras del tramo cuya rehabilitación ya está a punto para analizar los siguientes pasos.

 

El recrecimiento de la muralla se está haciendo recuperando las piedras que se desprendieron en su momento y que, en buena parte, quedaron en la ladera. Jurado explicó que «lo que estamos haciendo es consolidar las estructuras y los muros, pero sin recrecerlos mucho. Incluso la parte superior quedará sin terminar porque no se sabe con seguridad la altura que debió tener la muralla en esa zona».

 

Casi a punto

 

Casi está terminado el tramo entre la parte que rehabilitó el Parador y la puerta del Refugio, y los trabajos entran a partir de ahora en la zona más complicada. Esta puerta, hoy cerrada a cal y canto porque el camino en zig zag que llega desde la carretera de circunvalación desapareció hace años, era el único acceso peatonal a la fortaleza.

 

Los muros de protección de dicho camino también se van a recuperar porque hay intención de que esta puerta vuelva a funcionar como antaño para facilitar el acceso peatonal, aunque es posible que con alguna ayuda mecánica.

 

En los próximos meses las obras seguirán recuperando tramos sucesivos de muralla y, en aquellos en que ya no existe por los derrumbes, está previsto su recuperación con hormigón ciclópeo de cal, encofrado con tablilla delgada, en un plano más retrasado, para que quede visible y obvio su aspecto totalmente distinto al resto de la muralla de piedra, como obedece a una etapa contemporánea.

 

El criterio general de los expertos pasa por mantener, para la rehabilitación de la muralla, la utilización de fábricas de piedra y mortero de cal similares a las existentes, con rejuntando y saneamiento de la mampostería y la colocación de alguna hiladas «de sacrificio y protección», aunque distinguibles, que sirvan de contención del terreno intramuros y de protección para las personas que paseen por esas zonas, por lo que debió ser el camino de ronda de la muralla.

 

Como señala el arquitecto Jurado, y ya se puede apreciar en el tramo rehabilitado, «se procura evitar el acabado lineal de las coronaciones de la muralla, terminando la mampostería de un modo irregular aunque con una inclinación de las coronaciones para evitar acumulaciones de agua de lluvia. El objetivo es mantener la sensación de ‘muralla rota’, de la que realmente se desconoce altura y remates originales de forma precisa».

 

En cuanto a la puerta del Pescado, antiguo acceso al barrio judío, que también se incluye en estas obras, se quiere reconvertir en un mirador hacia el Guadalentín, explica Jurado.