Una nueva teoría sobre Centcelles rechaza que fuera villa o mausoleo
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Una nueva teoría sobre Centcelles rechaza que fuera villa o mausoleo

 

 

15/12/2013 Fuente historiayarqueologia. El arqueólogo Josep A. Remolà y la historiadora Meritxell Pérez proponen otra lectura: fue base militar de operaciones de los ejércitos imperiales para recuperar Hispania de las tribus bárbaras

 

También señalan que la construcción fue en el siglo V y no en el IV como sustentan otras investigaciones

 

 

¿Es posible que el monumento romano de Centcelles fuera una base de operaciones militares para la reconquista de Hispania? ¿Cabe la posibilidad de que su construcción fuera ya en el primer tercio del siglo V y no en el IV como se sustenta actualmente las dos teorías sobre su funcionalidad? Estas preguntas han sido contestadas y argumentadas por el arqueólogo de Constantí, Josep Anton Remolà, y la historiadora tarraconense, Meritxell Pérez, en el último número de la revista Archivo Español de Arqueología, la publicación científica cuyo campo de interés está en las culturas del ámbito mediterráneo y europeo desde la Protohistoria a la Alta Edad Media.

 

La nueva teoría de los tarraconenses llevaba ya gestándose desde hacía tiempo, aunque el artículo empezó a cobrar forma hace dos años. Los dos investigadores hablaron con el catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, Francisco Beltrán, para que la propuesta quedara reflejada en una revista de prestigio como el Archivo Español de Arqueología. A partir de entonces, los dos empezaron a plasmar sus conocimientos en un artículo que se entregó a finales de 2012. Tras las pertinentes correcciones, fue aceptado y publicado hace escasamente dos semanas.

 

El contenido de este artículo arqueológico rompe con las dos teorías más asentadas dentro de la comunidad arqueológica actual sobre qué fue Centcelles, cuál fue su función principal y qué transmiten los frisos realizados en mosaico de la cúpula de la sala principal, el sacellum.

 

La posibilidad de que el edificio fuera base de operaciones militares para la reconquista de Hispania choca frontalmente con la teoría que el edificio tardorromano se erigiera como mausoleo en honor al emperador Constante –mediados del siglo IV– o bien que su origen fuera una villa romana de algún alto cargo de Tarraco y que se transformó en santuario mortuorio posteriormente.

 

Apuntes históricos

 

Remolà y Pérez, adscritos al Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) proponen una relectura de este monumento patrimonio de la humanidad basándose en otros criterios complementarios a las interpretaciones de los frisos de la cúpula, «que ha relegado a la arqueología, la arquitectura y el contexto histórico a un poco más que discreto segundo lugar», explican sus autores en el artículo.

 

Para ambos, la datación de Centcelles en el siglo IV también sería contradictorio con los hechos históricos de este siglo. La situación de Tarraco y su provincia en aquella centuria es de declive continuado. Las incursiones bárbaras han empezado hacer mella. Incluso Mérida (Emerita Augusta) asume el papel administrativo dentro de la nueva división provincial (diócesis Hispaniarum) llevada a cabo por el emperador Diocleciano. «Parece inverosímil que en un momento en que Tarraco está en decadencia aparezca un edificio como Centcelles con tal magnificencia», razonan los investigadores tarraconenses.

 

Por ello, Remolà y Pérez apuntan al primer tercio del siglo V como el nacimiento de Centcelles. A partir del año 409, Tarraco vuelve a recuperar lentamente su antiguo esplendor dentro de las luchas internas para ocupar el poder del Imperio romano de occidente, en manos del emperador Honorio.

 

La presencia de generales y nobles en la ciudad indica un resurgimiento que culminará poco después con la llegada de los ejércitos del general Astario, enviado por el emperador para recuperar los dominios de la Tarraconense. «Para poder recuperar el territorio perdido, hacía falta un centro de operaciones que coordinara los ejércitos llegados a Tarraco. Un eje central con el que planificar las guerras en la península», explica Remolà.

 

Por ello, el carácter militar de Centcelles cobra lógica partiendo de las excavaciones arqueológicas, la distribución de sus edificios e incluso la interpretación militar de los frisos de la cúpula. Además, el edificio está situado en la antigua Via De Italia in Hispanias, la puerta de entrada que conectaba Tarraco con los territorios de interior.

 

Distribución arquitectónica

 

El arqueólogo y la historiadora explican el encaje de la distribución arquitectónica de Centcelles dentro de este hipotético campamento central. Estaría el centro de mando (principia), la residencia del comandante (praetorium) y las termas castrenses. Dentro del centro de mando, la cúpula (sacellum) está en el centro y en su interior hay una cripta donde se guardaban «los tesoros del ejército, el dinero para pagar a las tropas, las banderas de las legiones y otros símbolos de culto», explican.

 

La residencia del comandante correspondería a la villa tardorromano que defienden otros investigadores en su teoría, aunque con la particularidad de convivir termas de la villa con otras para las tropas.

 

En la cúpula se realizaban oraciones para pedir la victoria en las futuras batallas y era el propio comandante quien pedía ayuda divina. Por ello, basándose en este relectura de Centcelles, los dos tarraconenses interpretan el contenido de los frisos, si bien reconocen que esta hipótesis necesita mayor profundidad.

 

El mosaico

 

La cúpula tiene tres frisos separados por cenefas y con historias diferentes. En el primero, el más bajo dentro de la cúpula, hay una escena de caza «donde consideramos que el personaje central es el general Asterio rodeado de sus nobles». La caza también explicaba en época romana la puesta a punto de los ejércitos y sus tácticas antes de entrar en combate.

 

En el segundo friso, hay escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. «Asterio fue un general cristiano y las escenas bíblicas tienen carácter salvífico (salvación), es decir, se rezaba para pedir un destino favorable en las batallas», argumentan los investigadores.

 

El friso incompleto

 

El tercer friso, el más incompleto, es el que suscita más incógnitas por la ausencia de mosaicos. Para los investigadores, el medallón que se vislumbra podría estar dedicado al emperador Honorio, la cúspide del poder central, en lugar de Dios, aunque hay muchas hipótesis. El friso también refleja las cuatro estaciones del año, según los pocos fragmentos de mosaico que todavía se conservan en la cúpula de este edificio singular de Constantí.

 

«Según nuestra propuesta de interpretación científica, Centcelles podría identificarse con el área central del campamento militar erigido por los ejércitos romanos enviados a Hispania a inicios del siglo V», remarcan los investigadores.

 

Tanto Josep Anton Remolà como Meritxell Pérez admiten que su teoría puede ser rebatida por otras hipótesis sobre la funcionalidad y cronología siempre y cuando «aporten pruebas o argumentos que lo sustenten. No me vale que defiendan que es un mausoleo o una villa tardorromana en función de las escenas del mosaico que se han conservado».