Las mil y una noches
de Desconocido

LAS MIL Y UNA NOCHES. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. Las mil y una noches en árabe, ألف ليلة وليلة Alf layla wa-layla es una célebre recopilación en árabe de cuentos del Oriente Medio medieval que utiliza la técnica del relato enmarcado. El núcleo de estas historias está formado por un antiguo libro persa llamado Hazâr afsâna («mil leyendas»). El compilador y traductor de estas historias al árabe es, supuestamente, el cuentista Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar, que vivió en el siglo IX. La historia principal sobre Scheherezade, que sirve de marco a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV.

 

Causó gran impacto en Occidente en el siglo XIX, una época en que las metrópolis impulsaban las expediciones e investigaciones geográficas y de culturas exóticas. Aunque Las mil y una noches se tradujeron por primera vez en 1704, esa primera versión al francés, de Antoine Galland, era una adaptación, un texto expurgado de los adulterios y hechos de sangre que abundan en el libro. Una de las traducciones que alcanzó popularidad fue la de Richard Francis Burton, diplomático, militar, explorador y erudito de la cultura africana.

 

 

 

Manuscrito de esta obra

Compuesto por tres grupos de relatos, el libro describe de forma fantástica y algo distorsionada la India, Persia, Siria, China y Egipto. Hacia el año 899, los relatos, transmitidos oralmente, habían sido agrupados en ciclos. Se cree que muchas de las historias fueron recogidas originariamente de la tradición de Persia (hoy en día Irán), así como de Irak, Afganistán, Tajikistán, y Uzbekistán, y compiladas más adelante, incluyendo historias de otros autores.

 

El libro ha sido adaptado muchas veces para uso de niños y adolescentes en todos los países de Occidente. Generalmente, se eligen para su difusión los relatos en los que prevalecen las aventuras y la fantasía. Por otra parte, narradores occidentales impactados por el libro imitaron su estructura de relatos engarzados. El escocés Robert Louis Stevenson es autor de Las nuevas noches árabes, que en realidad son una colección de relatos extraños ubicados en Londres.

 

Estructura []

 

Son relatos que surgen uno del otro, es decir, al contarse uno de repente surge otro y ese otro crea otro cuento hasta que termina el primero, como cajas encerradas en otras cajas. En el primero, se cuenta que un rey deja, al morir, su reino a su hijo, el rey Schariar. Schariar, que quiere mucho a su hermano Schazamán, le da el reino de Tartaria. Así, Schazamán planea ir a visitar a su hermano, pero descubre que su esposa se encuentra engañándolo así que le corta la cabeza a los culpables. Ya con Schariar, éste se sorprende de lo triste y taciturno que Schazamán se encuentra, por lo que va de caza solo. En el palacio, Schazamán descubre que la esposa de Schariar, la sultana, engaña al rey con Masud, un esclavo negro. Eso hace sentir feliz al rey de Tartaria, ya que su hermano, siendo más poderoso, no pudo evitar ser engañado por la sultana, y entonces, ahora muy feliz, se lo cuenta a su hermano.

 

Schariar, en un acceso de furia, convence a su hermano de huir, bajo la promesa de que si encuentran a alguien más desgraciado que ellos, volverían. Schazamán acepta y huyen, pero en el camino, se encuentran con un genio que es engañado por una mujer que secuestró. La mujer huye y Schazamán le dice a su hermano que si el poderoso genio no pudo evitar el engaño, nadie puede, por lo que deciden regresar. Schariar vuelve, encierra a la sultana y la decapita delante del visir, luego con su propia mano, decapita a todas las mujeres de la corte. Y ahí, creyendo que todas las mujeres son igual de infieles ordena a su visir conseguirle una esposa cada día, alguna hija de sus cortesanos, y después ordenaría matarla en la mañana. Este horrible designio es quebrado por Sherezada, hija del visir. Ella trama un plan y lo lleva a cabo: se ofrece como esposa del sultán y la primera noche logra sorprender al rey contándole un cuento. El sultán se entusiasma con el cuento, pero la muchacha interrumpe el relato antes del alba y promete el final para la noche siguiente. Así, durante mil noches. Al final, ella da a luz a dos hijos y después de mil noches y una, el sultán conmuta la pena y viven felices (con lo que se cierra la primera historia, la de la propia Sherezada).

 

 

 

El sultán conmuta la pena de Scherezade.

Las historias son muy diferentes, incluyen cuentos, historias de amor o tanto trágicas como cómicas, poemas, parodias y leyendas religiosas musulmanas. Algunas de las historias más famosas de Sherezade circulan en la cultura occidental traducidas como Aladino y la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los cuarenta ladrones; sin embargo, Aladino y Alí Babá fueron añadidos a la compilación en el siglo XVIII por Antoine Galland, quien las escuchó de forma oral de un cuentista de Alepo en Siria. En muchas historias se representa a genios, espíritus fantásticos, magos y lugares legendarios que son mezclados con personas y lugares reales; el histórico califa Harún al-Rashid es un protagonista usual. A veces algún personaje en los cuentos de Sherezade comienza a contarle a otros personajes una historia propia, y esa historia puede incluir otra historia dentro de ella, lo que resulta en una textura narrativa jerárquica.

 

Ediciones y versiones []

 

La primera versión europea (y la primera edición impresa) fue una traducción al francés (1704 - 1717) de Antoine Galland de una compilación anterior que fue escrita en árabe. Este libro, Les Mille et une nuits, contes árabes traduits en français (en 12 volúmenes) probablemente incluía relatos que conocía el traductor, pero que no estaban incluidos en la compilación árabe. La compilación árabe Alf Layla (Mil noches), originada cerca del 850, fue probablemente traducida a su vez de una versión anterior persa llamada Hazar Afsanah (Mil leyendas) pero quizá se originó en la India. El nombre actual Alf Layla wa-Layla (literalmente "Mil noches y una noche") parece haber aparecido en la Edad Media y expresa la idea de un número transfinito ya que 1000 representa la infinidad conceptual entre los grupos matemáticos árabes.

 

La obra se compone de una colección de relatos que se piensa son tradicionales de Persia, Arabia y la India. Algunos elementos aparecen también en la Odisea.

 

 

 

Portada de Classic Comics.

Quizá la traducción más conocida por los angloparlantes es la de Richard Francis Burton, publicada bajo el título de The Book of the Thousand Nights and a Night (Libro de las Mil Noches y una Noche). A diferencia de otras ediciones, su traducción de 16 volúmenes no fue expurgada. A pesar de haber sido publicada en la Era Victoriana, contenía todos los matices eróticos del material original. Las versiones más recientes y más legibles son las del doctor francés J. C. Mardrus, traducida al inglés por Powys Mathers, y, particularmente una importante edición basada en el manuscrito sirio del siglo XIV en la Bibliotheque Nationale, compilado en árabe por Muhsin Mahde y traducido al inglés por Husain Haddawy, considerada la más precisa y elegante de todas hasta la fecha.

 

Las tres fundamentales ediciones españolas son la que tradujo y editó Vicente Blasco Ibáñez (Editorial Prometeo) de la edición francesa de J. C. Mardrus (1889); la de Juan Vernet, la más aceptable filológicamente; y la de Rafael Cansinos Asséns (1954), que tradujo también directamente del árabe. En los comentarios de esta última, Cansinos Asséns recurre con frecuencia a la interpretación del libro que el teósofo español Mario Roso de Luna propuso en su obra El velo de Isis o Las mil y una noches ocultistas (1923).

 

Hay un libro de estructura similar a El libro de las mil y una noches: El manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jan Potocki, un noble polaco de finales del siglo XVIII que viajó a Oriente en busca de una copia original del Libro de las mil y una noches, pero nunca la encontró. Después de regresar a Europa, escribió su obra maestra, un libro con varios niveles de narración.

 

En 2001, René R. Khawam publicó una traducción novedosa en la que suprime relatos que considera ajenos a la tradición primitiva (algunos muy conocidos como el ciclo de Simbad), recupera algunos que fueron descartados y presenta otros recuperados.

 

En 1974, el director italiano Pier Paolo Pasolini realizó una adaptación cinematográfica sobre la obra.

 

 

ANÁLISIS DESDE OTRA PERSPECTIVA

 

 

Fuente adigital. LAS MIL Y UNA NOCHES

 

     Cuando reinaba el califa Al-Mahdi, se presentó  un  hombre  llamado   Isaac Saíd ante el portero del palacio y le dijo: 

 

     -Anúnciame al emir de los creyentes.

 

     Y Rebi, el portero, le preguntó:

 

     -Dime quién eres y qué es lo que pretendes.

 

     Y Saíd le respondió:

 

     -Yo soy un hombre que ha tenido una visión relacionada con el  emir   de los creyentes y querría contársela.

 

     Y el portero Rebi le replicó: 

 

     -¿Vaya con éste! Si la gente no suele dar crédito a lo que ve, ¿cómo  va a dárselo a lo que otros le cuentan?  Discurre otra treta mejor que ésta.

 

     Pero Saíd le dijo al portero:

 

     Está bien; pero te prevengo que si no pasas a anunciarle mi presencia al califa, me valdré de otro que me haga llegar hasta él, y entonces  le contaré que te rogué que me anunciases y te negaste.

 

     Pasó luego Rebi a la cámara del califa y le dijo:

 

     -¡Oh, emir de los creyentes! A la puerta hay un hombre que pretende   haber tenido una visión buena relacionada contigo y desea contártela. 

 

     -Pues hazle pasar -díjole Al-Mahdi.

 

     Pasó Saíd a la presencia del califa. Y dicen que era Saíd hombre  de  buena planta y buena cara, y tenía unas barbas muy largas y una lengua   muy suelta. Y, al verlo, le preguntó el califa:

 

     -¿Qué visión fue esa que tuviste, así Alá te bendiga?

 

     -Vi a alguien que venía a mí en un sueño y me decía: "Anúnciale  al   emir de los creyentes que se sentará en el trono por espacio de treinta  años y, en señal de eso, verá la próxima noche en su sueño  un  rubí  y  luego treinta rubíes más". 

 

     Al oír aquello exclamó Al-Mahdi:

 

     -¡Qué bello sueño! He de probar lo que dices en mi sueño esta noche,  y si se confirma tu anuncio, te daré más de lo que pudieras ambicionar;  y si no fuera así, no te he de castigar, pues los sueños dicen una veces la verdad y otras nos engañan. 

 

     Luego que acabó de hablar el califa, le dijo Saíd:

 

     -¡Oh, emir de los creyentes! Cuando yo vuelva a mi casa y le cuente   a mi familia que tuve el honor de llegar hasta el califa (Alá le colme   de mercedes) y me vean que vuelvo con las manos vacías,  ¿qué  dirán?    ¡Creerán que es mentira!

 

     -¿Pues qué quieres que haga? -le dijo Al-Mahdi.

 

     Y le contestó Saíd:

 

     -¡Oh, emir de los creyentes! Anticípame algo a cuenta de lo prometido.   Mandó entonces el califa que le diesen diez mil monedas y le pidió un fiador de que había de volver al día siguiente. 

 

    Tomó Saíd el dinero y Al-Mahdi le preguntó:

 

     -Bueno; ¿quién es tu fiador?

 

     Miró Saíd a su alrededor y se fijó en un mozo que allí estaba, y dijo al califa: 

 

    -Este será mi fiador.

 

     Al-Mahdi preguntó al muchacho:

 

     -¿Sales fiador por él?

 

     Y el muchacho exclamó:

 

     -Sí, emir de los creyentes. Yo seré su faidor. 

 

     Fuese luego Saíd de allí con las diez mil monedas.  Y  sucedió  que,  llegada la noche de aquel día, tuvo el califa en su sueño la visión que  Saíd le había anunciado, todo al pie de la letra,  como  él  le  había   indicado.

 

     Al amanecer, Saíd se levantó y se dirigió a la puerta del califa, y   pidió que le anunciasen su venida. Dio luego Al-Mahdi orden de que  lo   introdujeran y, no bien posó en él su mirada, le dijo: 

 

     -¿Dónde está la verdad de lo que me dijiste?

 

     Y Saíd le replicó: 

 

     -¿Pues qué fue lo que vio el emir de los creyentes?

 

     Demoró el califa la respuesta y dijo:

 

     -En verdad tuve la visión que me dijiste,  tal  y  como  me  la describiste. 

 

    Y en el acto mandó que le diesen tres mil dinares y diez arcas  de ropas de todas clases y tres caballerías de las mejores  que  en  sus cuadras había.

 

     Cargó Saíd con todo aquello y se retiró muy  contento. Y he aquí que, en la puerta, se tropezó con aquel muchacho que le había  servido  de fiador.

 

    Y el mozo le comentó:

 

     -Por lo visto ese sueño tenía su fundamento.

 

     Y Saíd le contestó: 

 

     -¡Por Alá, que no!

 

     Pero el chico le replicó:

 

     -¿Cómo es eso si el emir de los creyentes tuvo  el  sueño  que  le    anunciaste con todos sus detalles? 

 

     -Sí -dijo Saíd-; pero esos son delirios que no tienen padre. Pues todo se debe a que al decirle yo al califa  esas  palabras  impresioné  su    espíritu y cautivé su corazón y ocupé su imaginación, y al echarse luego a dormir, seguía preocupado con aquello que tenía en su corazón y en su  sueño lo vio.  

 

    Maravillado se quedó al oírlo el muchacho y Saíd le dijo:

 

     -Ya sabes el secreto; te lo he revelado en atención al favor que me hiciste saliendo mi fiador. Pero, por Alá, te ruego que no  lo  dejes salir de tu pecho.

 

     Y es el caso que, a partir de aquel día, pasó Saíd  a  ser  comensal  del califa, el cual se encariñó con él y lo nombró juez y no le retiró su favor y atenciones mientras vivió. ¡Pero Alá es más sabio! 

 

   Anónimo.  

 

     Las mil y una noches.