Juicio por la mayor carga de droga hallada en San Juan
06/10/2015 Fuente diariodecuyo. Son cuatro sanjuaninos, tres mendocinos y una chilena. En 2013 querían pasar 86 kg de cocaína y marihuana a lomo de mula pero cayeron.
Que ya habían logrado pasar la cordillera hasta Ovalles, Chile, con unos 500 paquetes. Que en otra ocasión habían sido 137 los kilos de drogas que cruzaron la frontera. Las escuchas telefónicas iniciadas luego de un llamando anónimo, revelaron además cómo se distribuían los roles: desde el que traía la droga, hasta el eslabón final, los encargados de cruzarla en mula hasta el vecino país. El dato más jugoso de esa investigación fue determinar qué día se produciría el tercer intento por traspasar el gélido cordón montañoso con 70,672 kilos de marihuana y 15,921 kilos de cocaína. El 6 de abril de 2013, policías de Drogas Ilegales se trasladaron hasta un paraje en el km 126 de la Ruta 149, en Calingasta, y secuestraron la mayor carga de droga detectada hasta ahora en la historia provincial.
Por ese caso, cayeron presos cuatro sanjuaninos, tres mendocinos y una chilena, que ya empezaron a ser enjuiciados en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan.
Dos de esos acusados, los baqueanos calingastinos Bruno Alvarez (65) y Francisco Tello (30) negaron ayer ante el tribunal tener cualquier vinculación con la maniobra delictiva. Alvarez admitió haber sido contratado por los también calingastinos Roberto Feliciano Castillo (77) y su hijo Héctor Eduardo “Matuaco” Castillo (45), pero aseguró que desconocía qué carga llevaban en sus mulas.
Los otros imputados se negaron a declarar. Entre ellos están los más complicados: los mendocinos Rubén Alfredo Serra (54) y su pareja Silvia Berlanga (51) que transportaban la gran carga de drogas en un Renault 21. El día del operativo, cayeron junto a ellos el mendocino Antonio Alvarez (59) y su pareja chilena, María Eugenia Espinoza Jara (54), quienes viajaban en un camión como “custodios” de la carga de estupefacientes, según la acusación.
De todos los acusados, el único que tiene prisión domiciliaria es Roberto Castillo, por su edad y sus problemas de salud, dijeron fuentes judiciales. En opinión de la fiscalía, un tal Fabián de Mendoza (no detenido) traía la droga de Paraguay y la mandaba a Calingasta. Allí su contacto eran los Castillo, quienes buscaban a los baqueanos para traspasarla a Ovalles, donde la esperaba un tal Hilario, tampoco apresado.