El laberinto de creta 2. Segunda entrega
de Lope de Vega

El laberinto de creta 2. Segunda entrega

 

Tragedia de Lope de Vega Carpio dedicada a la señora Tisbe Fenix en Sevilla

 

375

Valeroso Teseo, Albante noble,

no me llaméis el vencedor, que el cielo

me quita de las manos la victoria

con un suceso de portentos lleno:

nació en mi casa un monstruo en esta ausencia;

380

que en ausencia, atenienses, de un marido,

¿qué puede sino un monstruo haber nacido?

Cuantos males nacieron en el mundo,

hijos crueles fueron de la ausencia;

vengados estaréis de que Pasife

385

pariese un medio humano y medio toro,

hazaña infame del lascivo Júpiter,

deidad indigna de tan alto nombre,

pues tiene acciones y bajezas de hombre.

Si cuando yerra un rey dicen que tiene

390

indignamente el cetro, no conviene

que tenga el de los cielos dios lascivo

que, en toro transformado, me ha quitado

la honrosa vida del honor sagrado;

porque cuando es secreto el adulterio,

395

no viene a ser con tanto vituperio.

Mas no penséis que no os alcanza parte;

que en parias quiero que me deis cada año

diez hombres de vosotros, que devore

y coma aqueste monstruo de Pasife.

TESEO

400

Serás obedecido como mandas.

MINOS

En dejando presidio en vuestros muros,

parto a la patria a ver mi desventura,

si dura hasta llegar vida tan dura.

(Váyanse, y queden TESEO, ALBANTE y FINEO.)

TESEO

  Extraño suceso.

ALBANTE

Extraño,

405

y que venganza nos diera

a no ser por nuestro daño.

FINEO

Diez hombres para una fiera,

fiero tributo de un año;

  pedid que resuelva en uno,

410

si no es más de sentimiento

tributo tan importuno.

ALBANTE

No lo, hará, que no le siento

para partido ninguno.

FINEO

  Pues si de aquel blanco toro

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la señora, su mujer,

se enamoró sin decoro,

¿no fuera mejor querer

parias y tributo en oro?

  ¿Qué culpa le tiene Atenas?

420

¡Ah, mujeres! ¿Qué no haréis?

TESEO

Respeta, necio, las buenas.

FINEO

¿Agora toros corréis,

de extraños antojos llenas?

  ¡Ah, señor, que aquellos son

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los daños que se cometen

con capa de religión!

Dioses dicen que se meten

en toros; ¡linda invención!

  Lo mismo es el ir al templo,

430

vengo del templo, contemplo,

doy al templo, y lo interior

es todo vicio y error,

como lo dice este ejemplo.

TESEO

  Menester es que pensemos

435

cómo un hombre se ha de dar

cuando ser uno alcancemos;

que una vida no hay pensar

que por dineros la hallemos.

FINEO

  ¿Cómo no? Mil hallaréis

440

cuya vida, así a la sorda,

como de un puerco, veréis

que la quieren corta y gorda,

y ésta comprarla podréis.

  Aquel que su vida emplea

445

sólo en vicios, no repara

en que larga o corta sea,

porque solamente para

en cumplir lo que desea.

  Hombre he visto yo tan malo,

450

que por un mes de regalo

seis años de vida vende.

TESEO

Quien esa vida pretende,

a tales bestias le igualo.

ALBANTE

  Paréceme a mí, Teseo,

455

que para excusar las muertes

de aqueste tributo feo,

se echasen comunes suertes

y se hiciese igual empleo.

TESEO

  Dices bien, que, en general,

460

todos tendrán esperanza,

y será la ley igual;

que no es ley la que no alcanza

del plebeyo al principal.

FINEO

  ¡Vive el cielo, que no quede

465

hombre en Atenas!

TESEO

Si hará,

pues la ley a nadie excede.

FINEO

Necio está Minos.

ALBANTE

Querrá

vengarse.

TESEO

Vengarse puede.

FINEO

  ¿No fuera más acertado

470

que este Minos, o cominos,

matara este monstruo airado,

que no por tales caminos

dar a la fama cuidado?

  ¿Está loco?

ALBANTE

Puede ser.

FINEO

475

Hará bien, pues su mujer

ha dado en esta flaqueza;

de aquel toro, en la cabeza

las armas ha de tener.

  Y desde hoy queda sabido

480

que por este blanco toro,

el desdichado marido

a quien se pierde el decoro,

queda en toro convertido.

(Vanse, y entran ORANTEO, príncipe de Lesbos, y ARIADNA.)

ARIADNA

  No puedo significar

485

mi pena con más rigor.

ORANTEO

Yo no me quejo de amor,

que amor no puede agraviar;

de mí me debo quejar,

no por el alto sujeto,

490

mas porque no fui discreto

en amar tan confiado,

causa que nunca ha dejado

de producir tal efeto.

ARIADNA

  Si mi padre quiere darme

495

a Feniso por marido,

y lo que allá le ha servido

pagarle aquí con matarme,

mejor puedo, yo agraviarme

de la pena que me alcanza

500

por mi necia confianza;

pero, discúlpome luego,

pues le guía, como a ciego,

siempre al amor la esperanza.

  Por servicios de la guerra

505

me han escrito que me dan

a este fiero capitán,

que toda mi paz destierra;

si Minos, mi padre, yerra,

presto lo dirá el efeto;

510

si obedecerle es preceto,

yo le prestaré obediencia;

pero para vuestra ausencia

corta vida me prometo.

  No me puedo, resistir,

515

aunque no es la causa el miedo;

mas si resistir no puedo,

bien sé que puedo morir.

Sin vos no quiero vivir,

y bien me podéis creer;

520

que aunque mujer, puede ser

porque cuando, tiene amor,

no hay fortaleza mayor

que la más flaca mujer.

ORANTEO

  ¡Hermosa Ariadna mía,

525

como el alba pura, hermosa,

centro del alma dichosa

que por su cielo os tenía!

Ya se acabó mi alegría

y comenzó mi tristeza;

530

que puesto que mi firmeza

vuestros agravios resista,

¿quien vivirá sin la vista

de vuestra rara belleza?

  Estoy tan agradecido

535

de ver vuestro sentimiento,

que ha crecido mi tormento

y mi obligación crecido;

menos hubiera sentido

en verme en tan triste estado

540

siendo de vos olvidado.

ARIADNA

Luego ¿pésaos de tener

este amor que me deber?

ORANTEO

¿Qué os debo si os he pagado?

  Desconciertan mi sentido,

545

señora, vuestros conciertos;

siendo los daños tan ciertos

como las nuevas lo han sido;

quien tanto bien ha perdido

en esta injusta mudanza,

550

¿en qué tendrá confianza,

quedando en esta ocasión,

quien creyó la posesión,

apenas con la esperanza?

  Pero no podrá mi suerte,

555

ya que de vos me divida,

quitarme tanto la vida

que se dilate mi muerte;

todos mis males concierte;

que no podrán sus enojos

560

triunfar de tantos despojos

que lleve el tiempo la palma,

pues más os deja en el alma

que os aparta de los ojos.

  Fortuna contraria intente

565

mostrar en mí su poder,

que no ha de poder hacer

que no os quiera eternamente:

tan dueño seréis ausente,

como siempre lo habéis sido,

570

y por consuelo he tenido,

si le tiene pena igual,

que no ha de hacerme otro mal

después de haberos perdido.

  Temores han de matarme

575

de que puesto que juréis

que en el alma me tendréis,

estáis cerca de olvidarme,

de cuanto bien pudo darme

quien me puso en tal estado,

580

hoy quedo desobligado,

y de mi dicha quejoso,

pues no fuera yo dichoso

para no ser desdichado.

(Vase.)

ARIADNA

  ¿Adónde vas amenazando ausencia,

585

dueño del alma venturosa mía?

que no se suele olvidar el que porfía,

porque donde hay memoria no hay paciencia.

Amenaza atrevida la presencia;

mas luego que la vista se desvía,

590

vuelve en su fuerza amor, que a sangre fría

no sabe hacer al gusto resistencia.

Amor, cuando se ha dado por despojos,

no muda la pasión mudando cielos;

que ven las almas si no ven los ojos.

595

Juegan los que aman si lo son desvelos;

mas no se ausente nadie por enojos,

que lo que saca amor vuelven los celos.

(Sale FEDRA, hermana de ARIADNA.)

FEDRA

  ¿Con ese cuidado estás?

Luego ¿no escuchas la salva

600

que hoy ha hecho el mar al alba?

ARIADNA

En mí a la noche dirás.

  Porque, partido Oranteo,

¿qué me puede haber venido

que iguale al bien que he perdido,

605

ni satisfaga al deseo?

FEDRA

  ¿Y si dicen que es el Rey?

ARIADNA

¡Mayor mal si con él viene

Feniso!

FEDRA

Amor nunca tiene

con su misma sangre ley.

ARIADNA

610

  ¡Ay, Fedra, que no hay consuelo

para tan grave dolor,

porque es la ausencia en amor

un rayo ardiente del cielo!

  Que como a un árbol desnuda

615

de sus hojas y sus ramas,

y en sus abrasadas llamas

su verde esperanza muda,

  así, donde ausencia alcanza,

aunque son sus fuegos hielos,

620

trueca en lo azul de los celos

lo verde de la esperanza.

FEDRA

  Pésame de verte ansí;

pero si la fiera ausencia

es del amor resistencia,

625

lo mismo será de ti:

  si te olvida, olvidarás.

ARIADNA

Amor juzga lo presente,

y yo presumo que ausente

querré más, penando más.

630

  ¿Qué voces son éstas?

FEDRA

Creo

que se acerca el Rey.

ARIADNA

Si fuera

mi muerte, mejor viniera

a mi esperanza y deseo.

(Salen MINOS, FENISO, soldados y cajas.)

MINOS

  Echad esas banderas por el suelo,

635

como conviene a un capitán sin honra.

FENISO

Mira que ofende tu dolor al cielo

en presumir que Júpiter deshonra.

ARIADNA

Si tus hijas te pueden dar consuelo,

padre y señor, su cuello y brazos honra

640

de los que tantos reinos han vencido.

MINOS

Vencido vengo yo, mi honor perdido.

  ¿Dónde está la cruel?

FEDRA

Tu furia huyendo.

MINOS

Hijas, yo vengo como veis; que es justo

perdone amor si con mi honor le ofendo.

ARIADNA

645

Carece de consuelo tu disgusto.

MINOS

Dejadme aquí mientras venganza emprendo,

de un poderoso no, puesto que injusto;

pero de la cruel que me ha ofendido...

FEDRA

Guárdete el cielo.

MINOS

Aún vida no le pido.

650

  ¡Hola! ¡Llamadme a Dédalo!

FEDRA

Aquí viene

el mayor arquitecto que respeta

Grecia, ni ha visto el Asia.

DÉDALO

Den los dioses

a tu venida prósperos sucesos.

MINOS

Dédalo amigo, ¿qué sucesos prósperos

655

puede esperar un hombre desdichado,

a quien, para consuelo de sus penas,

ponen la culpa al poderoso Júpiter,

y ha sucedido a Marte, que tenía

envidia de mis armas y victorias,

660

tomó venganza, oscureció mis glorias?

¿Has visto acaso el monstruo que ha infamado

la bella, en variar naturaleza,

y aquí tan fea, bárbara y disforme?

DÉDALO

Sí, gran señor.

MINOS

Pues ¿cómo haré una fábrica

665

donde pueda encerrar aquesta fiera,

de tan sutil ingenio y artificio,

que el que entrare una vez salir no pueda?

DÉDALO

Después que me escribiste que tenías

esa intención, y que encerrar querías

670

este monstruo feroz, a quien la fama,

de toro y Minos, Minotauro llama,

yo hice y estudié varios diseños,

y de tantos modelos y artificios

hice elección del que verás presente,

675

que aquí te le tenía prevenido,

para que, si te agrada lo pintado,

quede en madera y piedra ejecutado.

(Corriendo una cortina se vea en un lienzo pintado el Laberinto, y el Minotauro dentro.)

MINOS

¡Por los dioses, que es digno de tu ingenio

Y dime: ¿es de esta suerte el fiero monstruo?

DÉDALO

680

Este, es señor, el monstruo retratado,

aquí ha de estar de aquesta plaza en medio;

esta es la puerta; pero no hay remedio

de hallarla el que una vez por ella entrare.

MINOS

Pues ¡alto! A ejecutalla, insigne Dédalo;

685

que a ti te dará fama en todo el mundo

del más supremo e ingenioso artífice,

y a mí del hombre de mayor desdicha.

DÉDALO

Tú verás brevemente en pie la fábrica.

MINOS

Matara el Minotauro; pero temo

690

la ira del gran Júpiter si es suyo;

que para mí, sin diferencia alguna,

es hijo de la envidia y la fortuna.

(Vanse, y salen TESEO y FINEO.)

FINEO

  No te quiero consolar.

TESEO

No hay en este mal consuelo.

FINEO

695

Airado tienes el cielo.

TESEO

Hoy me mandan embarcar.

FINEO

  ¡Que te cupiese la suerte

entre más de seis mil hombres

de tan diferentes nombres!

TESEO

700

¡Fuerte mal! ¡Desdicha fuerte!

FINEO

  Si fuera para algún bien,

la suerte se te escondiera.

TESEO

Para bien no me cupiera,

ni me dieran parabién;

705

  para mal, y tanto mal,

conmigo acertó mi nombre.

FINEO

¿Cómo permiten que un hombre

tan valiente y principal

  vaya a dar pasto a una fiera?

TESEO

710

Porque es república justa,

y no ha de hacer cosa injusta

cuando, más valor tuviera.

  Aquí, con justicia igual,

sin que a uno falte, a otro sobre,

715

al que es rico y al que es pobre,

se reparte el bien y el mal.

  Estos gobiernos difieren

de otros injustos y odiosos,

adonde los poderosos

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se salen con lo que quieren.

  ¡Ay del reino en que por fuerza

el pobre ha de padecer,

y el rico hacer y poder

que la ley con él se tuerza!

FINEO

725

  No entiendo lo que es justicia;

mas con los que nobles son,

es justo que haya excepción.

TESEO

Debes de hablar con malicia.

FINEO

  Esto es cosa natural,

730

puesto que un sabio decía

que en la muerte sólo había

justicia a todos igual.

  En fin, ¿te piensas partir

a morir?

TESEO

Si esto conviene

735

a la patria, un noble tiene

obligación de morir.

FINEO

  Acompañarte es forzoso,

de tu valor animado.

TESEO

Eres, Fineo, criado

740

leal, noble y animoso.

  Por lo menos, si la suerte

para morir me ha cabido,

piadosa conmigo ha sido

en la causa de mi muerte.

745

  Vamos, que aguarda la nave,

y el mar bonanza promete.

FINEO

Más que todo se inquiete

con cuantas tormentas sabe...

TESEO

  No llegare a salvamento,

750

puesto que es el viento tal.

FINEO

Para caminar al mal,

a nadie ha faltado viento.

(Vanse, y salen ORANTEO y LAURO.)

LAURO

  Si no se la pediste,

¿de qué te quejas, que es injusta cosa?

ORANTEO

755

¡En eso no consiste

haber perdido mi querida esposa!

Consiste en las estrellas,

que no importa querer si olvidan ellas,

  ¡Ay, Lauro! Yo vivía

760

en Creta, de Ariadna enamorado,

esperando que el día

que del gobierno militar cansado

Minos cruel volviera,

de mi esperanza posesión me diera.

765

  Escribióle el tirano

que la daba a Feniso en casamiento;

Feniso, a cuya mano

debe su victoriosa fama, a intento

de hacerle rey de Creta,

770

al cetro trasladando la jineta.

  Mal hizo, porque Minos

no ignoraba mi amor, ni que desciendo

de los dioses divinos,

y que de Lesbos soy Príncipe.

LAURO

Entiendo

775

que, si allí te aguardaras,

el fin de tu esperanza conquistaras.

ORANTEO

  Lauro, si la ha casado,

¿qué esperanza me queda? Yo soy muerto.

¡Plega al cielo que, airado,

780

el mar sorba sus naves en el puerto,

y en las ondas furiosas

derrame las banderas victoriosas!

LAURO

  Son cortas maldiciones,

para la grande que del cielo tiene,

785

si a contemplar te pones

que a ver un monstruo de deshonra viene.

ORANTEO

Yo he visto en Creta, Lauro,

el fiero y espantoso Minotauro.

  En tanto que fabrica

790

el Laberinto, que este nombre llama

al sitio en que le aplica

infamia para él, y eterna fama

para su gran maestro,

Dédalo insigne, en todas artes diestro,

795

  y en cercos intrincados

se pierden sin poder hallar salida,

a muerte condenados,

los que le sirven de sustento y vida,

yo tendré prevenido

800

el monstruo, de un ejército lucido.

  Este, en el Laberinto,

de naves de alto bordo irá a quitalle,

en término sucinto,

la vida que me quitas, y roballe

805

a Feniso la joya,

como a los griegos el ladrón de Troya

  Ven, porque demos luego

voz a la fama, lienzo al mar, a Marte

materia, a amor más fuego.

LAURO

810

Ya los consejos son sólo ayudarte.

ORANTEO

Dar consejo al que ama,

es animar con soplos a la llama.

(Vanse, y salen MINOS, ARIADNA, FEDRA, FENISO y DÉDALO.)