De Nueva York a Londres en una hora: Airbus patenta su versión del Concorde

05/08/2015 Fuente cronista. La fabricante aeronáutica europea diseñó un aparato que hace recordar al desaparecido avión ultrasónico francés capaz de alcanzar la velocidad Mach 4.5

El fabricante aeronáutico europeo Airbus acaba de registrar la patente de un avión revolucionario que podría volar 4,5 veces más rápido que la velocidad del sonido y conectar Madrid y la ciudad de México en unas tres horas. Airbus, con sede en Toulouse (Francia) ha previsto también una versión militar del aparato, según una nota publicada por el diario económico francés Les Echos.

El aparato hace recordar al desaparecido avión ultrasónico Concorde y podría volar a más de 5.500 kilómetros por hora.

En el caso del Concorde, era capaz de atravesar el Atlántico y cubrir la ruta entre Londres y Nueva York en "sólo" 3 horas y media. En tanto, la nueva patente de avión presentada por Airbus es capaz de alcanzar Mach 4.5 y recorrer esa misma distancia en menos de un tercio de tiempo: apenas una hora.

la patente de Airbus también podría cubrir distancias como París a San Francisco o Tokio a Los Ángeles en apenas 3 horas. La clave de todo el invento estaría en las alas, que tendrían forma de Delta similares a las de un Vulcan, por ejemplo, y un delicado sistema de motores secuenciales.

Por ahora se trata de un diseño registrado en julio en la oficina de patentes de Estados Unidos como un ‘vehículo ultraligero y su medio de locomoción correspondiente.

De acuerdo a un cable de la agencia de noticias EFE, la revolucionaria concepción de Airbus, que habitualmente registra patentes que no necesariamente convierte en aviones, presenta un ala delta triangular sobre la carlinga del aparato. En este sentido, su diseño recuerda más a una nave espacial tipo el Shuttle de la NASA que a un avión comercial al uso.

En el interior del fuselaje el nuevo modelo de Airbus llevaría solo dos filas de asientos separadas por un pasillo central, mientras que los cinco motores estarían instalados en bajo el ala del avión.

Dos de ellos serían estratorreactores. Es decir, un motor de compresión sin turbinas y compresores que aprovecha la velocidad del aparato para funcionar. Otros dos motores serían turborreactores mientras que un quinto, en el centro del avión, se asemeja más al tipo de dispositivos que impulsan los cohetes.

Según el diseño, los dos turborreactores se emplearían en el despegue y en los desplazamientos en tierra, el motor de cohete se encargaría de llevar el avión a una elevada altitud de unos 35.000 metros y los estratorreactores operarían el avión durante el vuelo.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan estos aviones supersónicos es el gasto de combustible: el Concorde, por ejemplo, consumía hasta 166 ml por pasajero y kilómetro recorrido. Por eso, Airbus sugiere que su avión del futuro podría utilizar como combustible el hidrógeno, aunque la patente no entra en muchos detalles sobre este apartado.