Droga y Narcotráfico
Droga

Droga y Narcotráfico

 

 

POR JOSE CESCHI

 

23/11/2013 Fuente ellitoral. ¡Buen día! “El drama de la droga y el narcotráfico” se titula unas de las declaraciones del Episcopado argentino de fecha 8 de noviembre de 2013, al culminar las 106ª Asamblea realizada en Pilar.

 

En una sola frase, hay tres palabras fuertes: drama, droga y narcotráfico. En su momento, los medios se hicieron eco de varios párrafos, y es oportuno tener a mano al menos algunas de sus afirmaciones. Servirán para varias décadas, lamentablemente. Refiriéndose a las angustias de la sociedad expresan:

 

“La sociedad vive con dolor y preocupación el crecimiento del narcotráfico en nuestro país. Son muchos los que nos acercan su angustia ante este flagelo. Nos conmueve acompañar a las madres y a los padres que ya no saben qué hacer con sus hijos adictos,  a quienes ven cada vez más cerca de la muerte. Nos quedamos sin palabras ante el dolor de quienes lloran la pérdida de un hijo por sobredosis o hechos de violencia vinculados al narcotráfico.

 

Sabemos que este problema es un emergente de la crisis existencial del sentido de la vida en que está sumergida la sociedad. Se refleja en el deterioro de los vínculos sociales y en la ausencia de valores trascendentes.

 

Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza en los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo. Tarde o temprano algunos son captados  como ayudantes del “negocio”. Hay gente que vende droga para subsistir, sin advertir el grave daño que se realiza al tejido social y a los pobres en particular…

 

Lo que escuchamos decir con frecuencia es que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos.

 

Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien, pudiendo hacer algo, se desentiende, se lava las manos y mira para otros lados”.