El narcotráfico impune
Droga

El narcotráfico impune

 

 

18/09/2014 Fuente cronista

 

Si hay una prioridad en materia de Defensa Nacional en la Argentina eso tiene nombre : el Narcotráfico. Esa trágica industria-comercio ya está más que instalada en el país.

 

Tiene cómplices importantes: las fuerzas de seguridad, los jefes de esos pelotones, las máximas autoridades, políticos menores o mayores, jueces, abogados expertos en la cuestión. Está siendo investigado el organismo que debía ocuparse de la lucha contra el flagelo, el Sedronar, donde se tienen indicios ciertos que sus respon-sables o personal bajo su mando favorecieron la importación de efedrina.

 

No es un grupo de mafiosos que se sientan a negociar territorios para actuar, como en las películas. En este negocio se mata, cientos de sicarios trabajan para sus patrones alojados en barrios exclusivos de la zona norte del Gran Buenos Aires, desde donde disponen de todo: dan órdenes, organizan los canales de venta y envío, mantienen conexiones con socios y con compradores del exterior, mandan a terminar con la vida del competidor o del que amenaza con hacerles sombra.

 

Pero eso no es todo: hay familias enteras dedicadas a la venta. Desde el abuelo al nieto más chiquito. Y lo hacen porque los ingresos son suculentos. ¿Pueden contra ellos las instituciones formales y estatales que imperan en la Nación? Por lo visto, no. Se sabe que en el Parlamento se ha trabajado con proyectos de ley para controlar y castigar. Pero se requieren más que cuerpos legales. Por supuesto: leyes sí, pero además decisión gubernamental de actuar para frenar la ofensiva que se adueñado de la vida cotidiana. Porque los narcos han establecido su señorío y su prepotencia. Y lo hacen porque tienen impunidad y porque ingresa y sale quien quiere por gran parte de las fronteras nacionales.

 

El drama del Narcotráfico requiere un gran debate nacional. Si de todos los sectores de la vida económica, sindical y del mundo intelectual se actuara y se establecieran redes de protección quizás sería un buen comienzo. Pero la lucha contra el Narcotráfico –el como, el cuando, el tipo de esfuerzo colectivo– no parece figurar en los programas de los candidatos que dirimirán posiciones en la contienda electoral del 2015.

 

Por el camino por el que vamos Argentina se asemejará como una copia fiel a México o a Centroamérica, donde bandas armadas, con alto poder de fuego y un mar de complicidades en el poder se han adueñado de enormes territorios aledaños a las fronteras. Y cobran víctimas de manera horrenda y sin descanso. En Colombia la disputa tiene otras características. Es una guerra civil, donde uno de los bandos, el de las guerrillas de las FARC protegen el tráfico y el comercio de droga. Los traficantes han ideado cien maneras distintas de acercarse a las zonas de consumo. Hubo una época de submarinos.

 

¿Vendrán los drones? Hasta la Cuba de izquierdas estuvo con los pies en el barro en la materia. Para no ser señalada la isla como ruta permitida rumbo a los Estados Unidos.

 

Fidel Castro y su gente idearon la purga que terminó con el fusilamiento de militares de alto rango, que se llevaron a la tumba sin duda el secreto que lo que hacían era recolectar montañas de dólares del narcotráfico para mantener a la isla tras sus fracasos económicos y su soledad mesiánica en el Mar Caribe.

 

Argentina no dispone de suficientes radares para detectar el tránsito de aviones con cargas de drogas. Es imposible, geográfica y topográficamente hablando, con los elementos actuales, controlar todas las fronteras del Norte argentino, que es por donde ingresa la mercadería. Engrosa el stock de mercadería que se agrega a la que se fabrica localmente en grandes cantidades.

 

Cómo solucionar ese vacío no se habla.

 

¿Incorporando más gente a la Gendarmería Nacional? ¿Cuál es su presupuesto? Se comenta que el total de las fuerzas de seguridad, sumadas a las fuerzas armadas, disponen de u$s 7.500 millones de dólares anuales para mantenerse y , si es necesario, movilizarse en la lucha. Pese a ese total no hay aviones, los barcos no funcionan, los elementos son precarios.

 

Pero el problema no es sólo de Seguridad Estatal en la pelea contra el narcotráfico. Es esencialmente social, bancaria-financiera. Y de alta política, de gran coraje para actuar y poner al desnudo ese negocio que está pudriendo las relaciones sociales en el país.

 

Los directivos de APOC (Asociación del Personal de los Organismos de Control) inauguraron una muestra titulada ‘NarcoTragico’ donde exponen sus dibujos alegóricos los mejores humoristas gráficos del país. Hay, en el libro que editaron, dibujos avasallantes, demostrativos de la manera en la que el tema de la droga viene carcomiendo los débiles cimientos que aun sostienen al país. El humor patentiza, explica, es sumamente didáctico. Lo entienden todos. Es una iniciativa muy interesante. Pero se necesitan decisiones estatales, acciones de las que no se habla, ni se sugiere, ni se moviliza, ni se actúa. Un momento temible.