DUQUE DE RIVAS. DE INTERÉS GENERAL
Fuente Wikipedia. Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas, grande de España, más conocido por su título nobiliario de duque de Rivas, (Córdoba, 10 de marzo de 1791 – Madrid, 22 de junio de 1865) fue un escritor, dramaturgo, poeta, pintor y político español, conocido por su famoso drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Fue presidente del gobierno español (Consejo de Ministros entonces) en 1854, durante sólo dos días.
Biografía []
Contando sólo un año de edad, su padre, don Juan Martín de Saavedra fue condecorado con el título de Grande de España. Abocado a la carrera militar por su condición de segundón (su hermano mayor, Juan Remigio heredaría el ducado a la muerte del padre de ambos), ingresó en 1802 en el Real Seminario de Nobles de Madrid permaneciendo en él hasta 1806. Con tan solo nueve años ya le correspondían por linaje la Cruz de Caballero de Malta, la banderola de la Guardia de Corps supernumerario, el hábito de Santiago, etc. En 1807 fue alférez de la Guardia Real. Luchó con valentía contra las tropas napoleónicas siendo herido en la Batalla de Ontígola (1809). El General Castaños le nombró capitán de la Caballería Ligera. Obtuvo también el nombramiento de primer ayudante de Estado Mayor.
Retrato del duque de Rivas en 1835.
En 1823, Rivas fue condenado a muerte por sus creencias liberales y haber participado en el golpe de estado de Riego en 1820. Además se le confiscaron sus bienes y huyó a Inglaterra. Luego pasó a Malta en 1825 donde permaneció cinco años. En 1830 se marchó a París. Después de la muerte de Fernando VII en 1833, regresó a España al recibir la amnistía y reclamó su herencia, y además en 1834 murió su hermano mayor, Juan Remigio, y recayó en él por ello el título de Duque de Rivas. Dos años después fue nombrado ministro de la Gobernación. Luego emigró a Portugal por poco espacio de tiempo. A la vuelta desempeñó el papel de senador, alcalde de Madrid, embajador y ministro plenipotenciario en Nápoles y Francia, ministro del Estado, presidente del Consejo de Estado y presidente de la Real Academia Española y del Ateneo de Madrid en 1865.
En la literatura, Rivas fue protagonista del romanticismo español. Don Álvaro, fue estrenado en Madrid en 1835, y fue el primer éxito romántico del teatro español. La obra se tomó más tarde como base del libreto de Francesco Maria Piave para la ópera de Verdi La fuerza del destino (1862). Otra obra teatral romántica fue El desengaño en un sueño. También obras de teatro fueron Malek Adel, Lanuza y Arias Gonzalo y la comedia Tanto vales cuanto tienes, estas obras son más de estilo neoclásico. Como poeta, su obra más conocida es Romances históricos (1841), adaptaciones de leyendas populares en forma del romance, pero además escribió en poesía obras como Poesías (1814), El desterrado, El sueño del proscrito, A las estrellas y Canto al Faro de Malta. En prosa escribió Sublevación de Nápoles, capitaneada por Masaniello e Historia del Reino de las Dos Sicilias. En ensayo destacó en Los españoles pintados por sí mismos. Escribió romances al estilo de leyendas con brillantes descripciones y hábil fantasía histórica como La azucena milagrosa (1847), Maldonado (1852) y El aniversario (1854). Además realizó varios cuadros de costumbres.
Obras []
Poesías []
Poesías (1814)
Al faro de Malta (1824)
La niña descoloría
Con once heridas mortales
Letrilla
El moro expósito (1834)
Sonetos []
A Lucianela
A Dido abandonada
Cual suele en la floresta deliciosa
El álamo derribado
Mísero leño
Ojos divinos
Receta segura
Un buen consejo
Teatro []
Aliatar (1816)
Lanuza (1822)
Florinda (1826)
Arias Gonzalo (1827)
El desterrado
Viaje al Vesubio
Los Hércules
El parador de Bailén
El hospedador de provincia
El duque de Aquitania
El faro de Malta (1828)
Don Álvaro o la fuerza del sino (1835)
Tanto vales cuanto tienes (1840)
La morisca de Alajuar (1841)
El desengaño en un sueño (1842)
La azucena milagrosa (1847)
El crisol de la lealtad
Fuente biografiasyvidas. ANÁLISIS DESDE OTRA PERSPECTIVA
(Ángel de Saavedra, duque de Rivas; Córdoba, 1791-Madrid, 1865) Poeta y dramaturgo español cuya obra es considerada emblemática del romanticismo hispano. De ideas liberales, luchó contra los franceses en la guerra de independencia y más tarde contra el absolutismo de Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Malta. Estas experiencias inspiraron algunos de sus poemas, como Con once heridas mortales, al modo de los antiguos romances pastoriles. Sus primeros versos (reunidos en Poesías, 1813) y obras teatrales, como Ataúlfo (1814) y Lanuza (1822), se encuadraban dentro del orden neoclásico. Sin embargo, durante su exilio maltés conoció la obra de William Shakespeare, Walter Scott y Lord Byron y se adscribió a la corriente romántica con los poemas El desterrado y El sueño del proscrito (1824), y El faro de Malta (1828).
Ángel de Saavedra, duque de Rivas
Vivió en Francia de 1830 a 1834, año en que pudo regresar a España y heredar el título nobiliario y una gran fortuna. Inició entonces su evolución hacia el ideario conservador. Tras los sucesos de La Granja, renunció a su cartera de Gobernación y se exilió en Lisboa. De esta época son sus obras más representativas: El moro expósito o Córdoba y Burgos en el siglo XI (1834), «leyenda en doce romances» sobre el tema de los infantes de Lara y el bastardo Mudarra que es considerada pieza fundacional del romanticismo en España, y el drama en prosa y verso Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), cuyo estreno conoció un estruendoso éxito que recuerda el que en Francia había obtenido Victor Hugo con su Hernani.
Don Álvaro o la fuerza del sino inauguró el teatro romántico español y con ello el teatro moderno en España. En esta obra aparecen todos los elementos típicos del romanticismo, como la melancolía o el pesimismo, y se desarrolla un tema característico: el del hombre arrastrado a la desgracia por un destino contra el que su voluntad nada puede hacer. Los principios románticos de fatalidad y rebeldía surgen, como en la tragedia clásica, como expresiones de un sistema social y acaso cósmico determinado por la injusticia como trasunto del destino, el cual, como fuerza irresistible fruto de la misteriosa combinación de azar y necesidad, gobierna los actos de los personajes.
Con posterioridad, el duque de Rivas fue embajador en Nápoles (1846) y en París (1859), y director de la Real Academia Española. De su última etapa son la comedia Tanto vales cuanto tienes (1840), el drama El desengaño de un sueño (1842) y el estudio histórico Historia de la sublevación de Nápoles (1848). En 1841 publicó sus Romances históricos: destaca de esta colección de sesenta y nueve romances un gusto por lo decorativo y descriptivo, por las sensaciones casi pictóricas en las que se reconocía su afición por este arte, del que llegó a ser un notable maestro, así como la variedad temática. De entre los de ambiente medieval merecen mencionarse romances como Don Álvaro de Luna y Una antigualla en Sevilla; otros se sitúan en la época de los Austrias: Un castellano leal, Una noche en Madrid, Recuerdos de un gran hombre, El mayor desengaño y El Conde de Villamediana. Escribió también por esos años algunas leyendas románticas al estilo de Zorrilla, pero con menor soltura, como La azucena milagrosa (1847).