Gran Cultura y algún secreto
De interés general

Gran Cultura y algún secreto

 

 

02/05/2014 Fuente elpais. El director artístico del Teatro Real nos da un paseo por algunos de los grandes contenedores de creación artística de la ciudad y un puñado de recomendaciones más escondidas

 

1. La huerta de Tudela. Es un restaurante de producto auténtico y natural, de temporada, de ahí su nombre. Sus verduras son increíbles, de máxima calidad, pero no solo eso. Es un local en el que parece que estás en un pueblo perdido. Me lo enseñó mi amigo Luis Gago (Prado, 15).

 

2. Anema e Core. Está muy cerca del Teatro Real. Es un restaurante italiano típico con excelentes pastas, tiene horno de leña (aunque no suelo pedir pizza), pero todas las pastas, hechas a mano, son fabulosas. Está decorado al estilo napolitano con cocina típica de esa zona, además de especialidades de Cerdeña y Sicilia (Donados, 2).

 

3. Teatro Real. Lo conozco de toda la vida, claro: cuando estaba en el Liceo tenía una relación muy estrecha y muy cordial con todos sus directores. Hicimos muchas coproducciones. Es mi sitio de referencia de Madrid. Como edificio lo voy conociendo poco a poco, rincón a rincón, porque al llegar encontré mucho trabajo. Un día me camuflé discretamente en una visita guiadas de estudiantes y es un lugar maravilloso, lleno de secretos (Plaza de Isabel II, s/n).

 

4. Biblioteca Nacional. Soy un adicto de sus exposiciones, asisto a todas las que ofrecen. Tenemos, desde el Teatro Real, una colaboración maravillosa con ellos. Para Muerte en Venecia, por ejemplo, preparamos una muestra con fondos de la propia biblioteca, una exhibición de las diversas traducciones a lengua española de la obra de Thomas Mann (Paseo de Recoletos, 20-22).

 

 

Del Liceu al Real

 

Joan Matabosch (Barcelona, 1961) llegó al Teatro Real procedente del Gran Teatre del Liceu para suceder a Gerard Mortier, fallecido el pasado mes de marzo. La programación de la próxima temporada, la 2014-2015, tiene ya parte de su impronta.

 

5. Fundación Juan March. Son muy interesantes sus conferencias, sus exposiciones, sus ciclos musicales y me encanta su filosofía: es un centro con una vitalidad realmente envidiable y tienen una gran apertura de mente para colaborar con otras instituciones (Castelló, 77).

 

6. Museo Reina Sofía. Me parece inimaginable venir a Madrid y no visitar una institución por la que tengo auténtica devoción. Me parece increíblemente estimulante todo lo que hace. Recuerdo, por ejemplo, aquella exposición de Carl Einstein y las vanguardias en 2008 o la de Thomas Schütte, Retrospección, de 2010. Aunque suelo ir a ciegas, porque todo me suele interesar (Santa Isabel, 52).

 

7. Centro Dramático Nacional. Imprescindible, ya desde los tiempos como director de Lluís Pascual, de los que recuerdo montajes como el Eduardo II de Christopher Marlowe, de El Público de Federico García Lorca… Ha hecho una labor impresionante, parecida a la del Teatre Lliure en Barcelona (Tamayo y Baus 4, y Plaza de Lavapiés).

 

8. Teatro de la Zarzuela. Antes del Real era el teatro en el que se celebraban las temporadas de ópera. Ha hecho un esfuerzo muy importante para renovar el género (Jovellanos, 4).

 

9. Toma Café. Es un sitio pequeñísimo, en Malasaña, pero para café es lo mejor del mundo. Y qué pasteles tienen… Soy más goloso de lo que debería. Y tomo mucho café, sobre todo si es bueno. Del que sirven aquí puedo tomar el que quieras (Palma, 49).

 

10. Kikekeller. Es una especie de tienda de decoración/galería con objetos curiosos y vintage que, al caer la noche, se convierte en coctelería muy moderna, en la que hacen unos gin tonics que generan adicción (Corredera baja de San Pablo, 17).