La llave que abre el cofre de la memoria nacional
De interés general

La llave que abre el cofre de la memoria nacional. De interés general

 

 

16/09/2013 Fuente lanacion. La cultura, la política y la religión vivieron jornadas inolvidables en su escenario

 

e Carlos Gardel a Diego Maradona; de Juan Pablo II a Frank Sinatra; de Perón a Néstor Kirchner, pasando por Nicolino Locche y Julio Sosa, los máximos referentes del deporte, la cultura, la política y la religión pasaron alguna vez por el Luna Park.

 

Para muchos, llegar al Luna era sinónimo de consagración. Su aura es tan singular que hasta le queda chico el nombre de "palacio de los deportes", que reza su principal cartel. Emblema de Buenos Aires y templo de buena parte de la gloria nacional, constituye más que un estadio. Es un anfitrión y testigo de la historia, una fábrica de recuerdos que convirtió su escenario en una de las llaves capaces de abrir el cofre de la memoria argentina.

 

Inaugurado el 5 de marzo de 1932, sus primeras páginas las escribieron los inolvidables duelos entre el "Mono" Gatica y Alfredo Prada. Desde entonces, los grandes nombres de la vida popular argentina vivieron sus mejores jornadas entre sus muros. El boxeo, a través de Cirilo Gil, Pascual Pérez, Carlos Monzón, Horacio Accavallo, Víctor Galíndez, Horacio Saldaño, Gustavo Ballas y Sergio Palma, quienes entre muchísimos otros dejaron claro que el Luna Park representaba el corazón de un deporte que durante décadas tuvo a los argentinos entre sus grandes animadores a escala global.

 

El campeonato Mundial de basquetbol que la Argentina obtuvo en 1950, los Seis Días en Bicicleta y la Liga Mundial de Voley fueron otros hitos en la larga carrera de este escenario hacia la leyenda nacional. De hecho, cada visitante tiene su evento favorito en el Luna Park. ¿La visita de los Harlem Globetrotters? ¿Las tardes de Holiday on Ice y Disney on Ice? ¿Las presentaciones de grandes de la música como Sinatra, Luciano Pavarotti y Liza Minelli? ¿O los actos de campañas políticas que llevaron a sus protagonistas a la Casa Rosada? Así como las grandes figuras del espectáculo nacional e internacional y del deporte pisaron su escenario, millones de argentinos asistieron o soñaron con asistir a los eventos anunciados en su marquesina.

 

Peregrinar al Luna siempre fue garantía de una noche especial e inolvidable, un show en sí mismo. La despedida de Sui Generis, la fiesta de casamiento de Maradona y los velatorios de Gardel, Julio Sosa y Ringo Bonavena definieron su identidad popular, y el 4 de septiembre de 1965 el lugar demostró que estaba hecho a la medida de la convocatoria de un solo ídolo, como el caso de Bonavena, quien esa noche (en su combate contra Gregorio Peralta) agotó las 25.236 localidades.

 

Desde aquella fecha, los aspirantes a mitos sabían que debían pasar la prueba de esa taquilla para convertirse en intocables. El examen llamado "Luna Park" le llegó a gente tan disímil como "Locomotora" Castro, Kirchner (cuya última aparición en un acto la vivió allí), Ricardo Arjona (poseedor del récord absoluto de presentaciones, 35, en su gira de 2006), José Carreras, Sandro y Martín Karadagian. Todos entraron al Luna Park como artistas, políticos o deportistas y salieron transformados en leyenda.

 

En 1987, el Luna recibió la visita de Juan Pablo II. En 1998, ante la presencia de unas 5000 personas, el entonces monseñor Jorge Bergoglio ordenó a 14 sacerdotes. La religión, la cultura y la política encontraron en el Luna Park el hogar de sus comuniones masivas, el espacio mágico en el que se borraban las diferencias entre los convocantes y su público.

 

Algo deben tener ciertos lugares para trascender a la vida cotidiana y saltar sin preámbulos a la historia de un país. No se trata sólo de su capacidad, ni de su ubicación, ni siquiera de la comodidad de sus instalaciones. Algo inexplicable convierte a un estadio en un templo donde lo que se dice no se olvida, las canciones que se tocan no dejan de sonar y los triunfos son triunfos para siempre. El Luna Park es uno de esos lugares, y su pasado y porvenir nunca dejarán de estar atados al destino del país..