Blanco: “Es el descubrimiento más importante de la arqueología de Coca
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Blanco: “Es el descubrimiento más importante de la arqueología de Coca”

 

 

19/08/2014 Fuente eladelantado. El profesor de Prehistoria dirigirá desde hoy la intervención en la construcción defensiva, con la colaboración de numerosos arqueólogos, entre ellos el equipo que excava en Pintia.

 

G.H. – Segovia

 

Juan Francisco Blanco García no dudó ayer en asegurar que el hallazgo de la muralla vaccea de Cauca “es el descubrimiento más importante de la arqueología de Coca”, superior incluso a la de la villa teodosiana de ‘Las Pizarras’. A juicio de este profesor de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, “era previsible que tarde o temprano apareciera la muralla vaccea”, agregando a continuación que “ha aparecido donde tenía que estar”.

 

A este respecto, este arqueólogo escribió en 2010, en un capítulo del libro ‘Segovia Romana II. Gentes y territorios’, que, “considerando que las dos terceras partes del perímetro urbano (de Coca) se encuentran definidas por los abruptos tajos que han labrado los ríos Voltoya y Eresma (...) lo más probable es que no fuera una muralla perimetral, sino que protegiera solo el flanco sur-sureste, que es el más vulnerable de la población, puesto que en su zona media prácticamente enrasa con la planicie meseteña”. Ayer, Blanco García, satisfecho, insistía en que “lo que decía entonces (2010) se ha confirmado total y absolutamente”.

 

En esa misma fecha, el arqueólogo caucense estimaba que la muralla vaccea de Cauca “seguramente estuvo construida con adobes, tapial, madera y algo de piedra” y tendría “características técnicas muy similares a la descubierta en Pintia”.

 

En lo referente a la datación de la muralla vaccea, Blanco García intuye que su construcción se produjo en el siglo III ó IV antes de Cristo, si bien espera que los análisis que se realicen hoy contribuyan a aclarar tal duda. “Los fragmentos cerámicos que están embutidos en la muralla nos van a dar la fecha en la que se construyó, estoy seguro”, concluía este profesor de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid.

 

SOBRE LA CAUCA VACCEA

 

 Cauca vaccea comenzó siendo un núcleo poblacional modesto. La fase de mayor crecimiento urbano parece haber sido el siglo III a. C., pues a finales del mismo y ya en el II llegó a alcanzar una extensión de unas 25 ó 26 hectáreas.

 

“De la trama urbana que tuvo Cauca vaccea es muy poco lo que conocemos —escribe Blanco García— porque en total hasta ahora solo se han excavado unos 1.200 metros cuadrados, distribuidos en unos veinte puntos del casco urbano actual y zona de Los Azafranales”. En cualquier caso, este investigador estima que debieron de existir amplios espacios vacíos de edificaciones. Los tramos de calles que se han podido ver muestran que tenían unos 2’5 o 3 metros de anchura, eran de tierra y en ellas se acumulaban basuras. Las casas eran de planta cuadrada y rectangular, estaban construidas con adobe, tapial, madera y muy poca piedra, tenían una sola planta y las cubiertas eran de ramajes sobre estructuras de vigas de madera.

 

 Cauca vaccea era una ciudad-estado, soberana política y militarmente, que estuvo gobernada por un senado. Sus principales recursos económicos fueron la agricultura extensiva de cereal, la ganadería de ovicaprinos y bóvidos, una diversificada artesanía de calidad (cerámica, textiles, producciones metalúrgicas de hierro y bronce, quizá orfebrería...) y una importante actividad comercial.

 

 De acuerdo a Blanco García, las riquezas que debieron de acumular las élites gobernantes de Cauca en los siglos IV, III y primera mitad del II a. C. debieron de ser un factor determinante para que Lucio Licinio Lúculo llevara a cabo el asalto del año 151 a. C.

 

 Resulta muy difícil acotar el territorio explotado por Cauca vaccea y sobre el que debió de ejercer un control no solo económico, sino también político y militar. Blanco García no cree que existieran auténticas fronteras entre los territorios de unas ciudades y de otras, aunque sí una idea general de hasta dónde más o menos se consideraba territorio propio y a partir de dónde ya entendían que estaban fuera del mismo.

 

 Con lo que sí contó Cauca en estos siglos fue con un barrio o aldea satélite, ubicado a menos de un kilómetro de distancia en línea recta desde su extremo occidental: el denominado castro de la Cuesta del Mercado.