Las drogas en el país
Droga

Las drogas en el país

 

 

El Caribe. 03/08/2013 Fuente elcaribe. Cuadragésima cuarta entrega Por Ramón Antonio Veras

 

En su oportunidad hice causa solidaria con los amigos, cuyos hijos habían sido víctimas del vicio de las drogas ilegales. A uno de ellos le escribí:Carta a otro padre, amigo

 

Estimado Leopoldo: Por medio de esta columna, en fechas 20 de noviembre del año 1988 y 26 de enero del año 1989, remití cartas a dos colegas con relación a hijos suyos que han tenido problemas con drogadicción. Ahora me dirijo a ti con el mismo dolor, pesar y preocupación que cuando escribí a mis otros dos amigos y compañeros de profesión.

 

Leopoldo, tú sabes que aunque no tenemos identificación en el pensamiento político e ideológico, siempre hemos mantenido relaciones fraternas en el plano profesional, de amistad y con una franqueza que raya en lo familiar.

 

Parece ser que el origen social de ambos, el hecho de haber trabajado durante muchos años juntos e identificarnos plenamente en la forma como se debe ejercer la profesión de abogados, ha creado entre tú y yo cierta comunidad de sentimientos afectivos que, con el transcurso de los años, se fortalecen más y más.

 

El cariño que siento por ti, y toda tu familia, es lo que me ha consternado al saber que tu hija querida, Manitú, ha caído en la drogadicción, en el uso de la cocaína. Manitú, es para mí como una hija. La vi nacer, desarrollarse y hacerse todo una señorita; hoy la recuerdo cuando ella iba a buscarte al trabajo, te besaba, se sentaba en tus piernas, en fin, la recuerdo con su carita angelical, con su piel y sus cabellos que la identifican como la típica mujer dominicana.

 

Sé lo duro que esto ha sido para ti, pero tú no tienes la culpa. Le diste a tu hija cariño de padre, y hasta cierto tiempo de hermanos; le diste una educación fina, tanto a nivel escolar como familiar; lo mismo se puede decir de las atenciones de madre que le dio María. Por tanto, no tienes nada de qué avergonzarte; cumpliste con tu deber como hombre, como padre y con el nivel de trato que te impone la educación familiar.

 

El objetivo de esta carta no es expresarte mi cariño, lamento y sentir por lo que hoy te afecta a ti y a tu familia. Lo que persigo es animarte a ti y a tu familia. Lo que persigo es animarte a ti y a María para que cada uno, como padre y madre, se eleven por encima de la frustración, demuestren valor personal, coraje y se enfrenten a la realidad, rescaten a Manitú del estado en que hoy se encuentra.

 

Creo que con ella no todo está perdido; todavía se puede salvar, no olvides que la responsabilidad de uno como padre solamente termina con la muerte; tu responsabilidad como padre te impone hoy buscarla y ponerla en manos de un organismo que la pueda curar. La drogadicción es una enfermedad. Tengo la firme creencia de que tu hija no ha sido culpable de haber caído en la drogadicción; ha sido víctima de la sociedad en que vivimos, una sociedad propicia para los vicios; los genera por todas partes, los alimenta. Tu hija no ha sido más que una víctima y a ti te corresponde, como padre, como hombre y como ciudadano, no dejar que el vicio, la cocaína, se trague a tu hija.

 

Conozco tu temperamento, sé que eres batallador, valiente, decidido, dispuesto a ganar la batalla; no olvides que siempre te he dicho que, como abogado, eres un litigante que hay que ganarle hasta más allá de la sentencia irrevocable.

 

Entonces, si has demostrado en todo el curso de tu vida como buen hijo, como brillante estudiante y profesional, y como padre ejemplar, que eres capaz de vencer todos los obstáculos, ¿por qué no dar un paso hacia delante para que Manitú vuelva al hogar, se cure y nuevamente tenerla entre nosotros como la hermosa mulata, con su sonrisa quinceañera, como la hija mimada tuya y de María?

 

Anímate, Leopoldo, vamos a ganarle la batalla a las drogas narcóticas y a los narcotraficantes. A lo mejor ignoras que tu situación no es única en Santiago; son cientos los hogares que hoy se sienten desgarrados porque miembros de la familia han caído víctima de las drogas.

 

Si tú guardas silencio, si no haces nada por salvar a Manitú, el narcotráfico se va a sentir bien y el fenómeno de las drogas ilegales va a decir que ha derrotado un hogar, una familia, dirigida por un hombre como tú, ciudadano ejemplar, ejemplo como profesional capacitado y honesto.

 

Vamos a movernos Leopoldo, y tú cuentas conmigo siempre; siempre estaré a tu lado. Por el cariño que merece Manitú, por el amor que le tienes a tu compañera María, levántate hoy con más bríos que nunca para que tú, hoy como lesionado por las drogas ilegales y el crimen del narcotráfico, sea un militante más en esta lucha que necesita el concurso de hombres como tú. Te quiere, tu amito de siempre. (141)

 

Ante una entrevista que me hizo un periodista del Nuevo Diario, con relación al desarrollo del narcotráfico en el país, le dije:

 

Negro Veras afirma el narcotráfico está ganando la batalla a sectores que se oponen a esa práctica.

 

El doctor Ramón Antonio Veras -Negro- consideró ayer que el tráfico y consumo de drogas le está ganando la batalla a todos los sectores que se oponen a esa práctica ilegal.

 

Hablando a través de la línea telefónica con El Nuevo Diario, el destacado jurista santiagués dijo que “en Estados Unidos de Norteamérica, en Alemania, Francia, Italia, Perú, Bolivia, Colombia y República Dominicana son evidentes los logros alcanzados por el crimen del narcotráfico, tanto en el aspecto económico, social, político, policial y judicial.

 

El doctor Negro Veras fue entrevistado en torno a el terrorismo implementado por los narcotraficantes en Colombia, donde en los últimos días han asesinado a un juez, al jefe de la Policía de Antioquia y a un senador, que también aspiraba a la presidencia de esa nación.

 

Los asesinados por pistoleros del cartel de la cocaína fueron el magistrado Carlos Valencia García, el coronel Waldemar Franklin Quintero y Luis Carlos Galán.

 

Sobre el particular, el doctor Negro Veras sostuvo que el tráfico de drogas está ganando la batalla a los que luchan contra ese flagelo, y que las estadísticas demuestran, particularmente en nuestro país, lo siguiente: Hoy, los narcotraficantes no aplican en el país los mismos métodos que están aplicando en Colombia porque no ha llegado el momento necesario, pero ellos están preparados para esto, porque tienen recursos económicos, influencias políticas, impunidad y tolerancia en algunos organismos represivos; subrayó Negro Veras.

 

Precisó que “el día que el narcotráfico aquí se le reprima va a enfrentar a las instituciones y a  personas que se les enfrenten”, y recordó que en Santiago un solo narcotraficante se le ocuparon más de seis armas de diferentes calibres y uno hizo uso de una metralleta”.

 

El doctor Negro Veras amplió que “los hechos están ahí y cada día se comprueban en la práctica”, porque las sociedades, incluyendo la dominicana, lucen desarmadas ante el narcotráfico.

 

Señaló que en vista de que el narcotráfico y el consumo de drogas es un fenómeno social se necesitan para enfrentarlo con éxito una lucha social, a nivel de masa, con la complacencia del poder político; de lo contrario “las drogas narcóticas seguirán agrietando la sociedad dominicana. (142)

 

En esa misma línea, el periódico El Nuevo Diario, refiriéndose a una opinión mía escribió:

 

¿Está el narcotráfico ganándonos la batalla?

 

El prestigioso jurista santiagués doctor Ramón Antonio Veras (Negro), sostiene una tesis, que nos reiteró en el día de ayer, de que el tráfico y consumo de drogas y sus representantes les están ganando la batalla a quienes pretenden combatir esa práctica ilegal y nociva.

 

Avala sus afirmaciones con datos muy específicos y que se acrecientan cuando nos asaltan hechos como los acaecidos recientemente en Cuba, y los de Colombia del fin de semana, donde el narco-terrorismo asesinó brutalmente a un juez, al jefe de la Policía de Antioquia y a un senador de gran liderazgo a quien se veía como el posible sucesor del actual presidente de la República.

 

El doctor Veras ha sostenido, que particularmente en nuestro país las estadísticas demuestran que el tráfico de drogas está imponiéndose al esfuerzo de las autoridades y demás sectores interesados en combatir ese flagelo. Cita que hace diez años existían 10 ó 12 mil adictos a las drogas, y que hoy ya son 200 mil según datos del DEA referidos recientemente por el doctor José Joaquín Puello.

 

Como corolario señala que el narcotráfico ha penetrado en diferentes áreas de nuestra economía y que el Poder Judicial dominicano, en su generalidad, ha sido tolerante, indiferente o cómplice.