Saber gestionar la diversidad es una clave para impulsar la creativida
De interés general

Saber gestionar la diversidad es una clave para impulsar la creatividad

 

 

21/09/2014 Fuente lanacion.  Carlos nació en Brasil, es hijo de padres de origen sirio-libanés y habla siete idiomas. Además es presidente de una gran corporación multinacional de origen francés y japonés, con presencia en decenas de países.

 

En tanto, Rodrigo nació en la Argentina, tiene antepasados españoles, irlandeses e italianos, y estudió y se radicó con su familia en Estados Unidos donde nacieron sus hijos. El joven trabaja en operaciones en una compañía de tecnología que produce sus componentes en varios países de Asia.

 

Los ejemplos podrían seguir casi indefinidamente. En tiempos en que el fenómeno de la globalización es una realidad en el día a día de las empresas, las ventajas asociadas a la diversidad parecerían haberse convertido en parte del sentido común general.

 

Son pocos quienes están dispuestos a cuestionar la premisa de que la interacción de personas de diferentes culturas potencia la creatividad y contribuye al crecimiento individual y social.

 

Por el contrario, una de las claves del éxito de las organizaciones más perdurables reside en el desarrollo de lo que suele sintetizarse en la expresión cultura fuerte. Justamente, mediante su cultura, empresas como Apple, IBM, Google o McDonald's se aseguran de que sus valores, sus creencias y sus símbolos se difundan por el mundo, más allá de la influencia de la geografía y de las costumbres locales.

 

La cultura -convertida en la encarnación de la estrategia corporativa- conduce a los que la integran a compartir un sentir que los identifica y que los liga profundamente. Los códigos y el lenguaje comunes facilitan la comunicación, fortalecen la confianza y mejoran la coordinación, lo que se traduce en una mayor eficacia organizacional.

 

Espíritu innovador

 

Lo familiar nos calma y nos da seguridad al restarnos incertidumbre. Una cultura compartida ayuda a superar rápidamente nuestra tendencia instintiva a resistir lo diferente, lo desconocido, por considerarlo peligroso.

 

Sin embargo, al mismo tiempo que la diversidad es un estímulo para la creatividad y la innovación, el choque de culturas tiende a producir tensiones y fricciones que, paradójicamente, pueden generar el efecto contrario.

 

En este sentido, el profesor de Harvard Roy J. Y. Chua introduce el concepto de discordancia cultural ambiente, según el cual dichas tensiones y fricciones entre individuos de diferente origen, además de afectar a los protagonistas, contaminan el entorno e impactan también en los observadores.

 

Su efecto lesiona la habilidad de las personas de establecer conexiones entre ideas surgidas de culturas distintas, a partir del prejuicio de que sus valores son incompatibles. Luego, los individuos se vuelven menos creativos.

 

Discordancia cultural

 

Las consecuencias se observan con mayor intensidad entre las personas consideradas de mentalidad abierta, ya que las otras esperan que existan tiranteces culturales.

 

Los estudios de Chua muestran que los más expuestos a la discordancia cultural ambiente rindieron peor en alguna de las medidas de la creatividad.

 

Aunque el profesor no tiene certeza sobre los resultados -ya que son las primeras investigaciones que realiza en este campo académico-, éstos son un llamado de atención para aquellas empresas que muestran un optimismo excesivo sobre los efectos positivos de la mezcla de culturas.

 

Vemos que existe una tensión esencial entre la eficiencia que se consigue gracias a la uniformidad cultural y la creatividad surgida de la cooperación entre culturas diversas.

 

Entonces, ¿cómo se concilian los beneficios de una cultura fuerte con los de la diversidad cultural en la organización?

 

Las ventajas de la diversidad no surgen automáticamente por el mero hecho de poner a trabajar juntas a personas de culturas diferentes. Por el contrario, es de esperar que hacerlo sin una preparación previa genere tensiones que intoxicarán el ambiente en perjuicio del clima organizacional.

 

Para recoger los frutos de la diversidad es necesario un trabajo continuo de concientización y capacitación.

 

Cuando tratamos con personas diferentes a nosotros en aspectos diversos debemos cultivar habilidades críticas sobre nuestras propias reacciones instintivas para habituarnos a dejar paso al pensamiento racional.

 

Abrazar la diversidad es contraintuitivo, no es fácil y se opone a nuestras reacciones primitivas, pero es también por eso que al hacerlo nos volvemos más humanos..