Real débil castiga al "Made in Argentina": anticipan mayor caída de ve
Comercio Exterior

Real débil castiga al "Made in Argentina": anticipan mayor caída de ventas a Brasil

 

 

09-08-2015 Fuente iprofesional. El analista Gustavo Segré advierte que el panorama para las exportaciones locales es muy desfavorable. Cuáles son las proyecciones para la moneda brasileña

 

Tiempos difíciles están corriendo para las empresas argentinas con perfil exportador.

 

Sucede que no sólo deben tolerar la profundización del atraso cambiario. También, están asistiendo a un contexto en el que el resto de las monedas se están debilitando con fuerza frente al dólar, lo que agrava doblemente sus problemas de competitividad.

 

En este escenario, volvió a generar alerta la evolución del real brasileño, que acumuló otra jornada negativa frente al billete verde, al pasar a cotizar a 3,47, el nivel más bajo -en términos nominales- desde febrero de 2003.

 

Para las empresas argentinas, son muy malas noticias, dado que Brasil es el principal destino del 50% de las exportaciones de bienes industriales.

 

Según Economía & Regiones, si se considera la inflación de ambos países, desde 2011 –último año en el que creció la economía doméstica- el tipo de cambio con respecto al real brasileño se apreció cerca de un 50%, erosionándose casi toda la competitividad que se lograra en la última devaluación propiciada por Axel Kicillof, allá por enero de 2014.

 

Frente a este escenario, el analista Gustavo Segré, en diálogo con iProfesional desde San Pablo, advirtió que "se vienen tiempos muy duros para las compañías exportadoras. La previsión es que los envíos van a seguir cayendo y se va a agravar el déficit comercial bilateral que hoy sufre la Argentina".

 

Según el experto, "los empresarios, por la fuerte suba de costos, han perdido un importante nivel de rentabilidad. Y en caso de querer recuperarla, no tienen más remedio que aumentar el precio de sus productos en dólares, algo que es muy difícil de llevar a la práctica, especialmente para aquellos que exportan a Brasil, dado que los bienes argentinos pasaron a quedar muy caros tras la depreciación del real".

 

Un informe de Abeceb -en base a datos del Ministerio de Desarrollo del país vecino- reveló que el comercio bilateral sufrió una contracción de casi 15% en julio respecto de los niveles de 2014, de la mano de exportaciones que se desplomaron un 27%.

 

Esto derivó en una disparada del déficit comercial: en julio de 2014, el rojo había sido de tan sólo u$s13 millones, cifra que contrasta con los u$s317 millones registrados el mes pasado.

 

Al mirar la "película", el balance también es muy negativo: durante los siete primeros meses del año, dicho déficit trepó hasta los u$s1.240 millones, tres veces más que el acumulado entre enero y julio de 2014 (-u$s396 millones).

 

Para el economista Jorge Todesca, "incluso, si la Argentina vuelve al crecimiento durante el próximo año, ese saldo continuaría deteriorándose, en la medida en que la economía brasileña permanezca estancada".

 

"Esto impedirá que se recuperen nuestras exportaciones, al tiempo que disminuirían las barreras al ingreso de productos importados, sea por decisión propia o por el acatamiento del fallo de la OMC, que obliga a cesar en la utilización de las DJAI", completó.

 

Sectores bajo la lupa

Al trazar un relevamiento por sectores, se observa que una de las peores partes de la crisis se la está llevando la industria automotriz argentina.

 

Al problema de la debilidad del real se suman las perspectivas desfavorables que atraviesa la economía vecina. Según proyecciones de Fenabrave –entidad que nuclea a los concesionarios de Brasil-, las ventas de 0Km en ese país podrían desplomarse un impactante 23%.

 

Puesto en números, el principal socio apunta a comercializar 2,5 millones de autos, casi 800.000 menos que en 2014.

 

¿Cómo impactará esto en la Argentina? En la industria local hay consenso de que, con una capacidad ociosa alarmante en Brasil -del orden del 50%, el peor nivel desde 1999-, las exportaciones de autos se seguirán desplomando. 

 

El número que se maneja en la actualidad es que los envíos difícilmente superen las 220.000 unidades, lo que representaría unos 80.000 vehículos menos que en 2014 (baja del 26%).

 

Dentro del listado de ramas de actividad más castigadas en la Argentina también figura la industria del calzado, cuyas exportaciones ya se desplomaron un 90% en lo que va del año.

 

En diálogo con iProfesional, Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, advirtió recientemente que “la situación en Brasil está más que complicada. Se les cayó el consumo, están sufriendo despidos y su mercado está jaqueado. Esto está repercutiendo fuertemente en nuestras exportaciones”.

 

También están sufriendo los empresarios textiles, especialmente los fabricantes dedicados a la producción de hilados. Los envíos totalizaron u$s47 millones en el primer semestre, un 33% menos que en el mismo lapso del año pasado.

 

Las economías regionales también figuran al tope de las más perjudicadas por la crisis brasileña y el agravamiento de la variable cambiaria.

 

El bajo nivel de consumo de las familias brasileñas, que también vieron licuar parte de sus ingresos por la fuerte devaluación del real llevó a que, por ejemplo, se desplomaran las exportaciones de papas fritas congeladas, negocio que había representado unos u$s62 millones el primer semestre de 2014 pero que cayó un 23% este año.

 

El siguiente cuadro permite observar algunos de los sectores más golpeados por la devaluación del real, además del automotriz:

 

 

Escenarios para el real brasileño

Desde Finsoport señalan que Brasil atraviesa una doble crisis, que se retroalimenta.

 

"La crisis política tiene como epicentro una inmensa corrupción que abarca a todos los niveles de gobierno y a las empresas insignia de Brasil. La crisis económica, en tanto, ha debilitado a la coalición gubernamental y, en consecuencia, acentúa los efectos de la crisis política", asegura Todesca.

 

A la hora de trazar perspectivas sobre el futuro del real brasileño, Segré plantea tres escenarios posibles:

 

1. Brasil pierde el grado de inversión

Los riesgos políticos y económicos culminaron en una revisión de la perspectiva de la deuda a largo plazo de ese país por parte la calificadora Standard and Poor’s (S&P) de "estable" a "negativa".

 

Para el analista, "si le retiran el grado de inversión, entonces habrá una salida masiva de fondos y aumentará la demanda de dólares. En ese contexto, el real tiene altas chances de descender hasta las 3,7 unidades por divisa estadounidense".

 

2. Dilma incrementa el gasto público

En caso de que Brasil conserve el grado de inversión, pero el gobierno de Dilma Rousseff avance con una expansión del gasto público y se termine incrementando el déficit fiscal como una forma de hacer frente al enfriamiento de la economía, "entonces habrá una mayor inflación y el real seguirá debilitándose".

 

¿A qué precio lo ve el mercado? En ese caso, "avanzaría hasta alcanzar un techo de 3,5 unidades por billete verde", afirmó Segré.

 

3. Se confirma el ajuste fiscal

Para el analista, uno de los pocos escenarios en los que se revertiría la devaluación de la moneda brasileña es que el Congreso avale el ajuste y la administración de Rousseff convalide un recorte importante del gasto público.

 

"Si el Ejecutivo le muestra al mercado que está ajustando las cuentas y, en paralelo, el país no pierde el grado de inversión, entonces el real no sólo no seguirá debilitándose sino que podría concluir el año más apreciado, cerca de los 3,10 o 3,20 por dólar", afirmó.

 

Claro que Segré sumó un cuarto escenario: que Dilma finalmente deba enfrentar un juicio político (lea más: "Hay riesgos de que la presidenta Rousseff no termine su mandato")

 

En ese caso, el analista fue categórico sobre el futuro de la moneda del país vecino: "El mercado y los inversores realmente no quieren a Dilma. En caso de que deba hacer frente a un impeachment, entonces el real se fortalecería".