La Copa de Licurgo, nanotecnología romana de hace 1.600 años
Bienes arqueológicos, paleontológicos

La Copa de Licurgo, nanotecnología romana de hace 1.600 años

 

 

31/08/2013 fuente terraeantiqvae. La Copa de Licurgo es un utensilio que se encuentra en el Museo Británico, en Londres. Es de origen romano, data del siglo IV y tiene una particularidad: puede cambiar de color de acuerdo a la posición en la que se coloca el observador. Eso quiere decir, también, que los romanos fueron unos pioneros en el uso de la nanotecnología.

 

 

Según informa el Instituto Smithsoniano, los científicos del museo analizaron algunos fragmentos de esta copa de cristal y encontraron pequeñas partículas de oro y plata cuyos tamaños rondaban los 50 nanómetros.

 

 

 Estas partículas son las que permiten no solo el cambio de luz de acuerdo a la posición del observador: también hacen que la pigmentación del cristal cambie según el líquido que se coloque en la copa. Esto último solo ha sido comprobado en laboratorio, pues nadie puede arriesgarse a colocar agua en tan valioso objeto.

 

 

 

La leyenda de Licurgo

 

Según la leyenda, Licurgo, en un ataque de locura, mató a su hijo Drías, confundiéndolo con una cepa de vid, y su país quedó yermo en señal de luto. Sólo al morir Licurgo volvió a florecer la tierra.

 

Según Homero, siendo Licurgoe rey de Tracia (800 a.C.), expulsa al Dioniso niño y sus nodrizas. Recogido el joven dios del mar por Tetis, hace que Zeus castigue a Licurgo con la ceguera. Esquilo, en una tragedia perdida, cuenta a Dioniso ya adulto y perpetrando personalmente la venganza. Sucedió así: Licurgo captura a las bacantes y los sátiros del cortejo. No obstante, quizá con la intercesión de Tetis, las bacantes se salvan milagrosamente de sus cadenas, y Licurgo enloquece. En pleno trance, creyendo que Driante, su hijo, era un pie de vid, lo mata a hachazos. Consumado el crimen, recobra la razón. Pero su imprudencia extiende la esterilidad por todas sus tierras. El oráculo indica a los habitantes que descuartizando a Licurgo obtendrían de nuevo la fecundidad perdida. Fue en el monte Pangeo donde, atado a cuatro caballos por las manos y los pies, despedazan al rey.

 

 

 

Nanotecnología

 

La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas (nanomateriales). Lo más habitual es que tal manipulación se produzca en un rango de entre uno y cien nanómetros. Para hacerse una idea de lo pequeño que puede ser un nanobot, más o menos un nanobot de 50 nm tiene el tamaño de 5 capas de moléculas o átomos (depende de qué esté hecho el nanobot), "nano" es un prefijo griego que indica una medida, no un objeto, de manera que la nanotecnología se caracteriza por ser un campo esencialmente multidisciplinar, y cohesionado exclusivamente por la escala de la materia con la que trabaja.

 

Un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro (10^(-9) metros). Para comprender el potencial de esta tecnología es clave saber que las propiedades físicas y químicas de la materia cambian a escala nanométrica, lo cual se debe a efectos cuánticos. La conductividad eléctrica, el calor, la resistencia, la elasticidad, la reactividad, entre otras propiedades, se comportan de manera diferente que en los mismos elementos a mayor escala.

 

El ganador del premio Nobel de Física (1965), Richard Feynman fue el primero en hacer referencia a las posibilidades de la nanociencia y la nanotecnología en el célebre discurso que dio en el Caltech (Instituto Tecnológico de California) el 29 de diciembre de 1959 titulado Abajo hay espacio de sobra (There’s Plenty of Room at the Bottom).

 

Otro hombre de esta área fue Eric Drexler quien predijo que la nanotecnología podría usarse para solucionar muchos de los problemas de la humanidad, pero también podría generar armas poderosísimas. Creador del Foresight Institute y autor de libros como Máquinas de la Creación Engines of Creation muchas de sus predicciones iniciales no se cumplieron, y sus ideas parecen exageradas en la opinion de otros expertos, como Richard Smalley.

 

 

Pero estos conocimientos fueron más allá ya que con esto se pudo modificar la estructura de las moléculas como es el caso de los polímeros o plásticos que hoy en día los encontramos en todos nuestros hogares y que sin ellos no podríamos vivir. Pero hay que decir que este tipo de moléculas se les puede considerar “grandes”…