AURA
de Carlos Fuentes

AURA. Novela. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. Aura es una novela corta, obra del ganador del Premio Cervantes, el escritor mexicano, Carlos Fuentes. La historia está situada en el año 1961 en la Ciudad de México. Esta obra es considerada como una de las más importantes de este novelista y una de las mejores de la narrativa mexicana del siglo XX. Fue publicada en México en 1962, mismo año en que se publicó otra popular novela de Fuentes, La muerte de Artemio Cruz. Ambas forman parte del fenómeno literario conocido como Boom latinoamericano, que tuvo lugar entre las décadas de 1950 y 1970 en toda América Latina.

 

Argumento []

 

La historia comienza cuando Felipe Montero, un joven historiador inteligente y solitario que trabaja como profesor con un sueldo muy bajo, encuentra en el periódico un anuncio que solicita un profesional de sus cualidades para un trabajo con un muy buen sueldo. El trabajo, es en la calle Donceles 815, consiste en organizar y terminar las memorias de un general para que puedan ser publicadas. La calle está mezclada por lo viejo y lo moderno. Hay casas nuevas y ancianas – algunas llevan ambos el número viejo y el moderno de la calle. Al entrar en la casa por la puerta abierta, Felipe se encuentra con la viuda del general en la oscuridad de la casa. Solamente se oye la voz de una mujer dirigiéndole la palabra ya que no puede ver nada. Habla con la viuda de General y aunque le pagará mucho dinero para  el diario, él tendrá que vivir en casa. Felipe no está seguro hasta que conoce la sobrina de la viuda, Aura que vive con ella. La joven tiene unos impresionantes ojos verdes y pelo muy oscuro. Él acuerda vivir en casa y  los papeles. La viuda y Aura viven en la oscuridad porque toda la casa les recuerda General muerto. La novela transcurre alrededor de Aura y su extraña relación con su anciana tía. Felipe se enamora de Aura y quiere llevársela de allí porque piensa que Aura no puede hacer su vida con Consuelo la viuda que la tiene atrapada. Consuelo parece controlarle a Aura – siempre están juntas, Aura hace exactamente lo mismo que su tía, por ejemplo cuando Aura estaba despellejando un animal Consuelo, estaba encerrada en su habitación moviendo las manos en el aire como si "estuviera despellejando una bestia" según nos narra Felipe. Al adentrarse en las fotografías y escritos del coronel y la viuda, Felipe pierde el sentido de la realidad y encuentra una verdad que supera la fantasía y el amor. Él se da cuenta de que el general es idéntico a sí mismo y que la viuda parece asemejarse a Aura. Una noche cuando está acostado con Aura, ella se convierte en la viuda con su piel arrugada y el pelo blanco y él se convierte en el general.

 

Personajes []

 

oa Aura: Es el personaje más misterioso de la novela. Es la sobrina de Consuelo Llorente. Su rasgo físico más característico son sus ojos verdes, además de que siempre aparece vestida de tafetán verde. Representa la juventud y la belleza, en contraste con su tía, ante quien suele comportarse sumisamente.1 En su presencia, por lo general es silenciosa y tímida y tiende a actuar mecánicamente, como dependiendo de alguien más para realizar cualquier acción.

 

Otros hechos []

 

La calle donceles: la mezcla de lo anciano y lo moderno representa los personajes de Aura y la viuda – son la misma persona pero Aura es la joven y la viuda la anciana.

 

 

 Fuentes utiliza el realismo mágico en Aura. Es un cuento que parece normal, pero cosas extrañas que pasan como, por ejemplo los personajes dobles y los gatos que no existen.

 

 

 Aura está narrado en segunda persona, algo poco común. Al lector da el sentido de ser parte de la historia.

 

 

 

Consuelo: Es una anciana de más de cien años de edad, dueña de la casa a la que acude Felipe a solicitar trabajo. Es una señora con la piel muy arrugada, pelo blanco y con un rostro casi infantil de tan viejo. Suele vestir con un camisón de lana, abotonado hasta el cuello, y pasa gran parte del tiempo en cama, aunque en algunas ocasiones baja a comer e incluso en una ocasión sale de la casa. Es descrita como una vieja pequeña y delgada, casi esquelética, y con una voz débil y aguda. Felipe la cataloga como una persona manipuladora, inclusive tirana, por su forma de tratar a Aura. Le obsesionan ciertas cosas, entre ellas que las memorias de su marido sean publicadas antes de que muera.1 También tiene una profunda devoción religiosa. Acostumbra realizar ciertos rituales, entre ellos algunos religiosos, aunque el más notable es en el que da vida a Aura. En contraparte de su sobrina, que representa la juventud, esta señora representa la vejez y por momentos inclusive la falta de sentido de la realidad y las obsesiones.1 Tiene 109 años, y 15 en 1867 cuando se casó con el general Llorente y se fue a vivir a París con él. Tenía 49 años al morir su esposo.

 

Felipe Montero: Es el protagonista de la historia. Es un joven historiador que acude a casa de la señora Consuelo debido a un trabajo que ofrecía la anciana, mismo que podía realizar Felipe debido a sus conocimientos de la lengua francesa y otras características.1 Al inicio de la novela se indica que es antigu becario en la Sorbona, historiador y profesor auxiliar en escuelas particulares, donde gana 900 pesos mensuales. Físicamente se le describe como un hombre joven, con cejas pobladas, boca larga y gruesa, ojos negros, pelo oscuro y lacio, perfil recto y mejillas delgadas. Más adelante se revela que tiene planeada una obra propia, acerca de los descubrimientos y conquistas españolas en América. Aparentemente se deja llevar por sus emociones, pues al dudar inicialmente sobre si quedarse a vivir o no en aquella casa para realizar el trabajo, toma definitivamente la decisión de quedarse al ver a Aura. A pesar de esto, también tiene bastante control sobre sus acciones y sentimientos, especialmente por lo que siente por Aura.

 

 

Fuente elvagoescolar. ANÁLISIS DESDE OTRA PERSPECTIVA

 

 

Personajes:

 

Aura: personaje principal. Es la sobrina de la viuda de Llorente. Dueña de una seductora juventud y unos imponentes ojos verdes. Silenciosa y sumisa ante la tía.

 

Felipe Montero: personaje principal. Joven, maestro de historia que en busca de mejor fortuna acude a la casa de Consuelo llamado para un trabajo. Inteligente y solitario.

 

Consuelo de Llorente: personaje principal. Una anciana que, a veces, parece estar llena de lucidez y, otras, parece haber perdido el sentido de la realidad. Obsesionada con su marido y con la muerte.

 

Argumento:

 

El libro nos cuenta como un joven historiador que, atraído por un muy buen sueldo, llega a una antigua casa en el viejo centro de la ciudad. Felipe Montero es requerido para organizar y rescribir las memorias de un coronel francés que peleó y luchó en México. Consuelo, la viuda del coronel, y Aura, su sobrina, viven en esa casa. Felipe se impresiona con la belleza de la sobrina y decide quedarse. Empiezan a suceder cosas extrañas en la desgastada y oscura casa. Entre la realidad y la fantasía, Felipe vive un romance con Aura y está convencido de querer llevársela de allí. La anciana perece dominar a la sobrina y, además, ambas actúan de la misma forma. Felipe pierde el sentido de la realidad, entre los sueños y la vida diurna.

 

Capítulos:

 

Primero. Felipe Montero está leyendo el periódico en una cafetería minutos antes de tomar el camión que lo llevará a la escuela privada en donde es maestro. En el periódico encuentra un anuncio: Se solicita Historiador joven. Felipe no lo puede creer, el cumple con todos los requisitos y el salario de cuatro mil pesos es casi cinco veces mayor de lo que ahora recibe.

 

Felipe está buscando la dirección, Donceles 815, por fin llega a la casa pero nadie le responde a la puerta. Empuja levemente la puerta, el lugar está oscuro y tiene un fuerte olor a humedad. Una voz de mujer le indica que no encienda las luces y que camine contando los pasos. El joven entra a una habitación iluminada por velas. En la cama está una anciana. Ella le cuenta que el trabajo consiste en escribir las memorias de su marido, muerto hace 60 años, y que la condición es que se quede a vivir en la casa. Sorpresivamente entra una joven a la habitación, Aura, es la sobrina de la anciana. Felipe se queda encantado con la joven, con su belleza y con esos ojos verdes como mares. En ese instante acepta quedarse a vivir allí.

 

Segundo. La anciana está feliz por la respuesta del joven y le pide a Aura que le indiqué a Felipe su habitación. El joven va detrás de Aura y deseoso de volver a ver esos hermosos ojos verdes. Aura lo deja en su recámara y le dice que en una hora estará la cena. Felipe revisa su recámara y se sorprende de ver objetos tan antiguos y, además, de que su habitación esté tan iluminada. Es la hora de la cena. En el comedor solo está Aura y dice que Consuelo, la vieja, está indispuesta y lo espera en su recámara después de la cena.

 

Felipe empuja levemente la puerta y encuentra a la vieja de rodillas frente a los Santos. Ella se percata de la presencia del joven y se disculpa. Consuelo le pide a Felipe empezar a trabajar lo más pronto posible y le da los primeros manuscritos.

 

Tercero. Esa misma noche Felipe empieza la lectura de los manuscritos y se sorprende al descubrir que ni el idioma, francés, ni las aventuras del marido son tan impresionantes como la vieja le había dicho. El joven se despierta a causa de la intensa luz que entra por el techo de vidrio sin cortinas. Mientras se viste, escucha unos gemidos muy extraños. Se asoma, subiéndose al librero por el techo de vidrio y descubre a siete gatos amarrados entre sí con cadenas. Los gatos están maullando porque están quemándose vivos y desprenden un oloroso humo. Felipe piensa que su visión no fue cierta.

 

Se escucha la campanilla y Felipe baja por el desayuno. Se encuentra con Consuelo y está le pide que pase a verla por la noche. El joven pasa toda la mañana revisando las memorias del marido y piensa que, con el dinero de su sueldo, trabajará en su propio libro sobre la conquista en América. Llega la hora de la comida y, ahora, Consuelo está en la cabecera de la mesa. La vieja acapara la platica y Aura no pronuncia ni una palabra. Felipe queda perturbado por la sumisión de la sobrina e imagina historias al respecto. El joven descubre que el verdadero motivo de su presencia en la casa es la liberación de la sobrina del yugo de consuelo. Felipe está decidido a llevársela. Felipe se despierta sudando de un sueño, la imagen es una mano con la campanilla y un rostro de ojos vacíos, y siente que lo acarician y lo besan. Un cuerpo suave y ligero comienza a besarlo. Por la mañana Aura le avisa que su tía quiere verlo. Consuelo le indica a Felipe que tome el siguiente folio. La vieja se queja de que quieren correrlas de la casa. Leyendo, Felipe descubre que la vieja tiene ciento nueve años. Consuelo conoció al coronel cuando ella tenía quince años. Los manuscritos describen el amor y la pasión del hombre por la vieja y, sobre todo, su obsesión por sus bellos ojos verdes.

 

Cuarto. Ahora Felipe entiende la presencia de Aura en la casa. Aura está en la cocina degollando a un macho cabrío. El vapor y los olores le producen asco. El joven entra en la recámara de Consuelo y la encuentra haciendo los mismos movimientos que Aura, pero en el aire. Felipe regresa corriendo a su recámara, seguro de que la vieja está loca. Se escucha la llamada para la cena y Felipe se encuentra solo en el comedor. El joven recuerda que Aura lo espera en su habitación después de la cena. Entra en la recámara y se encuentra a Aura vestida de verde y rodeada de una luz ambarina. Empieza a recorrer su cuerpo y su rostro y se sorprende con la dureza de sus facciones, distintas a las de la noche anterior. Después de un simulacro de entrega a Cristo, Aura y Felipe se besan, el joven le jura amor eterno, más allá de la muerte. Amanece y como si fuera todo parte de un sueño, Felipe descubre a la vieja sentada en un sillón de la recámara y a Aura sentada a sus pies. Las dos se ríen y se mueven de la misma manera, Felipe cree, ahora, recordar que la vieja estuvo toda la noche en la habitación. Las dos mujeres salen por la puerta que da a la recámara de la anciana y dejan dormir a Felipe en la cama de Aura.

 

Quinto. Felipe regresa a su recámara, confundido por lo sucedido la noche anterior se corta la mejilla mientras se afeita. Felipe está lleno de preguntas hacia Aura y, en ese momento de cavilaciones, escucha la campanilla. El joven se asoma a la puerta y retiene a Aura. Aura le pide confianza, le dice que su tía estará todo el día fuera y lo cita en la recámara de la viuda. Cuando Felipe se asegura que la anciana se ha marchado, entra a su recámara y extrae del baúl un nuevo folio con fotografías. Felipe lee en los folios sobre la imposibilidad del coronel de darle un hijo a Consuelo. El coronel narra como su esposa enloquece y sufre por la imposibilidad de ser madre y su obsesión por mantenerse joven. Felipe mira las fotografías y encuentra a Aura, pero las fotos están fechadas en 1884. Aura está abrazada del coronel, Felipe se descubre en las fotos. Son él y Aura en el siglo pasado. Aturdido, abandona la recámara y baje las escaleras. El joven entra en la oscura habitación de la viuda. Escucha la voz de Aura que le pide que se recueste con ella. Felipe despoja a Aura de sus ropas y mientras la besa, entra un halo de luz, descubre los cabellos blancos y la dentadura casi podrida de la anciana. Consuelo lo abraza y le promete que en unos días, cuando recupere fuerzas, juntos traerán a Aura de nuevo.

 

Para que te luzcas!

 

Una de las mejores narraciones de Carlos Fuentes. Una historia magistralmente escrita. En Aura se pierde la línea divisoria entre la realidad y la ficción. Una novela que va más allá de ser una historia de apariciones y supercherías sino que explora en las obsesiones más profundas de los seres humanos y el amor.