Una
de Alfonsina Storni

Una

 

 

Autor: Alfonsina Storni

 

Es alta y es perfecta, de radiadas pupilas

azules, donde acecha, perezosa una Eva.

Su piel es piel de fruta. Su blanca carne nieva

y sus trenzas se tuercen como gruesas anguilas.

 

Un bosque de oro crece en sus blancas axilas.

De los árboles rompe la yema fina y nueva.

Su boca es de la muerte la tenebrosa cueva.

su risa daña el pecho de las aves tranquilas.

 

Pasó ayer a mi lado, las caderas redondas,

los duros muslos tensos soliviando las blondas,

los labios purpurados, y miedo tuve al verla,

 

pues de tal modo es ella, ya, la predestinada

que, se comprende, al verla, camina, abandonada

hacia el hombre primero que debe poseerla.