Hierro de meteoritos en joyas egipcias de hace 5.000 años
De interés general

Hierro de meteoritos en joyas egipcias de hace 5.000 años

 

 

20/08/2013 Fuente elpais. Los análisis realizados en nueve cuentas de collar conservadas en el Museo Petrie de Londres muestran concentraciones metálicas características de las rocas que llegan del espacio

 

Entre los 80.000 objetivos del valle del Nilo que alberga el Museo Petrie de Arqueología Egipcia, en Londres, figuran nueve cuentas que fueron descubiertas hace más de un siglo en el Norte de Egipto y que, originalmente, estaban engarzadas en collares junto con piezas de oro, de lapislázuli y de ágata. Ahora, unos investigadores han analizado las cuentas con haces de neutrones y rayos gamma y han descubierto que tienen una textura peculiar y concentraciones inusualmente altas de níquel, cobalto, fósforo y germanio que son características de los meteoritos, mientras que solo están presentes en cantidades mínimas en el hierro de mena. Además, Thilo Rehren (University College de Londres) y sus colegas han podido ver que las cuentas se fabricaron martilleando el metal hasta fabricar láminas y enrollándolas. Las nuevas técnicas de análisis aplicadas, recalcan los investigadores, no son invasivas, evitando así estropear las piezas.

 

Las nueve cuentas fueron descubiertas, en 1911, en un cementerio predinástico (anterior a la monarquía faraónica) cerca del pueblo de el-Gerzeh, en el Norte de Egipto. Son de hace más de 5.000 años. Están datadas en torno al 3.200 a.C. y “son los artefactos de hierro más antiguos que se conocen”, afirman los investigadores en su artículo publicado en la revista Journal of Archaelogical Science. Además, recalcan, estas piezas se anticipan en 2.000 años a la emergencia de la fundición del hierro y son un milenio más antiguas que otros artefactos de hierro de meteoritos conocidos.

 

 Según la documentación del yacimiento, siete de las cuentas fueron halladas en una única tumba: tres situadas alrededor de la cintura del muerto y cuatro como parte de un collar que llevaba en el cuello. Además de las cuentas, en la tumba se encontró un arpón de cobre, una pequeña vasija y una cuchara de marfil, dos vasijas de piedra y otras 12 de cerámica, entre otras piezas. Dos cuentas aparecieron en otra tumba y estaban en las manos del difundo, según los informes de la época. Estas dos tumbas destacaron, entre las varias decenas que fueron excavadas, por la presencia en ellas de abundantes y valiosos objetos, señalan Rehren y sus colegas. “Las cuentas de el-Gerzeh sustentan la idea de que el uso inicial de metales, como hierro, cobre y otro, tiene menos que ver con la explotación de las propiedades de esos materiales para usos funcionales, que con el ansia por utilizarlos como exhibición estética de identidad, ya sea de naturaleza cultural o ideológica”.

 

Las cuentas, cuyos tamaños rondan los dos centímetros de longitud -o poco más- y hasta 1,3 de diámetro máximo, están hechas de láminas de hierro que fueron aplastadas y enrolladas varias veces. Han sido analizadas ahora con varias técnicas en Hungría, en los laboratorios del Centro de Investigación de la Energía y el Centro de Investigación Física, de forma que, pese a la alta corrosión que presentan, los científicos han podido conocer su composición, su estructura y su textura. En cuanto a la fabricación, Rehren y sus colegas afirman que se conocía ya práctica de enrollar finas láminas de metal para hacer cuentas cilíndricas de 9.000 años a.C, pero hechas de cobre y oro. “Sin embargo, la fabricación de esas cuentas a partir de láminas de hierro de meteoritos, granulado, duro y quebradizo, habría requerido un trabajo muy cuidadoso del metal para, primero, ir golpeando el material hasta hacer las láminas de un milímetro o menos de grosor, y luego enrollarlas sin romperlas”, señalan.

 

“La composición de las cuentas es consistente con el origen del metal en meteoritos y el contenido de germanio es la indicación más fuerte”, concluyen los investigadores.