Los hermanos Grimm
Biografía

LOS HERMANOS GRIMM. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. Los Hermanos Grimm es el nombre usado para referirse a los escritores Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859). Fueron dos hermanos alemanes célebres por sus cuentos para niños y también por su Diccionario alemán, las Leyendas alemanas, la Gramática alemana, la Mitología alemana y los Cuentos de la infancia y del hogar, lo que les ha valido ser reconocidos como fundadores de la filología alemana.1 La ley de Grimm recibe su nombre de Jacob Grimm.

 

Sus vidas

 

Jacob Grimm (1785-1863) y su hermano Wilhelm (1786-1859) nacieron en la localidad alemana de Hanau (en Hesse). A los 20 años de edad, Jacob trabajaba como bibliotecario y Wilhelm como secretario de la biblioteca. Antes de llegar a los 30 años, habían logrado sobresalir gracias a sus publicaciones.

 

Fueron profesores universitarios en Kassel (1829 y 1839 respectivamente). Siendo profesores de la Universidad de Gotinga, los despidieron en 1837 por protestar contra el rey Ernesto Augusto I de Hannover. Al año siguiente fueron invitados por Federico Guillermo IV de Prusia a Berlín, donde ejercieron como profesores en la Universidad Humboldt.

 

Tras las Revoluciones de 1848, Jacob fue miembro del Parlamento de Fráncfort.

 

Obra

 

La labor de los hermanos Grimm no se limitó a recopilar historias, sino que se extendió también a la docencia y la investigación lingüística, especialmente de la gramática comparada y la lingüística histórica. Sus estudios de la lengua alemana son piezas importantes del posterior desarrollo del estudio lingüístico (como la Ley de Grimm), aunque sus teorías sobre el origen divino del lenguaje fueron rápidamente desechadas.

 

Además de sus cuentos de hadas, los Grimm también son conocidos por su obra Deutsches Wörterbuch, un diccionario en 33 tomos con etimologías y ejemplos de uso del léxico alemán, que no fue concluido hasta 1960.

 

También publicaron una selección comentada de romances españoles titulada Silva de romances viejos.

 

Cuentos de hadas

 

Anexo: Cuentos de hadas de los hermanos Grimm

 

 

 En 1803 los hermanos Grimm conocieron en la Universidad de Marburgo (Hesse) a los románticos Clemens Brentano y Achim von Arnim, quienes despertaron en ellos el interés por los cuentos tradicionales. Jacob y Wilhelm empezaron a recopilar y elaborar los cuentos de la tradición oral en el entorno burgués de Kassel, marcado por el carácter de los hugonotes. Fue justamente de una mujer proveniente de una familia de hugonotes de quien obtuvieron gran parte de las historias recogidas en su libro Kinder- und Hausmärchen (Cuentos para la infancia y el hogar),1 dos volúmenes publicados en 1812 y 1815. La colección fue ampliada en 1857 y se conoce popularmente como Cuentos de hadas de los hermanos Grimm. Su extraordinaria difusión ha contribuido decisivamente a divulgar cuentos como Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, La Bella Durmiente, La fuente de las hadas, Juan sin miedo y Pulgarcito. Un aspecto controvertido de este éxito es que en muchos lugares su versión escrita ha desplazado casi por completo a las que seguían vivas en la tradición oral local.

 

Los textos se fueron adornando y, a veces, censurando de edición en edición debido a su extrema dureza. Los Grimm se defendían de las críticas argumentando que sus cuentos no estaban dirigidos a los niños. Pero, para satisfacer las exigencias del público burgués, tuvieron que cambiar varios detalles de los originales. Por ejemplo, la madre de Hansel y Gretel pasó a ser una madrastra, porque el hecho de abandonar a los niños en el bosque (cuyo significado simbólico no se reconoció) no coincidía con la imagen tradicional de la madre de la época. También hubo que cambiar o, mejor dicho, omitir alusiones sexuales explícitas.

 

Los autores recogieron algunos cuentos franceses gracias a Dorothea Viehmann y a las familias Hassenflug y Wild (una hija de los Wild se convertiría después en la esposa de Wilhelm). Pero para escribir un libro de cuentos verdaderamente alemán, aquellos cuentos que llegaron de Francia a los países de habla alemana, como El gato con botas o Barba Azul, tuvieron que eliminarse de las ediciones posteriores.

 

En 1812, los hermanos Grimm on el primer tomo de Cuentos para la infancia y el hogar, en el cual publicaban su recopilación de cuentos, al que siguió en 1814 su segundo tomo. Una tercera edición apareció en 1837 y la última edición supervisada por ellos, en 1857. Las primeras colecciones se vendieron modestamente en Alemania, al principio apenas unos cientos de ejemplares al año. Las primeras ediciones no estaban dirigidas a un público infantil; en un principio los hermanos Grimm rehusaron utilizar ilustraciones en sus libros y preferían las notas eruditas a pie de página, que ocupaban casi tanto espacio como los cuentos mismos. En sus inicios nunca se consideraron escritores para niños sino folcloristas patrióticos. Alemania en la época de los hermanos Grimm había sido invadida por los ejércitos de Napoleón, y el nuevo gobierno pretendía suprimir la cultura local del viejo régimen de feudos y principados de la Alemania de principios del siglo XIX.

 

Sería a partir de 1825 cuando alcanzarían mayores ventas, al conseguir la publicación de la Kleine Ausgabe (Pequeña Edición) de 50 relatos con ilustraciones fantásticas de su hermano Ludwig. Esta era una edición condensada destinada para lectores infantiles. Entre 1825 y 1858 se publicarían diez ediciones de esta Pequeña Edición.

 

A mediados del siglo XIX, en algunos sectores de América del Norte la colección de cuentos era condenada por maestros, padres de familia y figuras religiosas debido a su crudo e incivilizado contenido, ya que representaba la cultura medieval con todos sus rígidos prejuicios, crudeza y atrocidades. Los adultos ofendidos se oponían a los castigos impuestos a los villanos. Un ejemplo se puede ver en la versión original de Blancanieves, a la malvada madrastra se le obliga a bailar con unas zapatillas de hierro ardiente al rojo vivo hasta caer muerta. Los primeros libros ilustrados fueron hechos por los editores ingleses. Una vez que los hermanos Grimm descubrieron a su nuevo público infantil se dedicaron a refinar y suavizar sus cuentos.

 

Los 210 cuentos de la colección de los Grimm forman una antología de cuentos de hadas, fábulas, farsas rústicas y alegorías religiosas. Hasta ahora la colección ha sido traducida a más de 160 idiomas. Los cuentos y los personajes hoy en día son usados en el teatro, la ópera, las historietas, el cine, la pintura, la publicidad y la moda. Los ejemplares manuscritos de Cuentos para la infancia y el hogar propiedad de la biblioteca de la Universidad de Kassel fueron incluidos en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco en 2005.3 Tras la Segunda Guerra Mundial y hasta 1948 estuvo prohibida la venta de los cuentos de los hermanos Grimm en la zona de ocupación inglesa, ya que los ingleses los consideraban como una prueba de la supuesta maldad de los alemanes durante la guerra.

 

La actual edición (1996 y 2004) de las versiones originales de los hermanos Grimm fue publicada por Hans-Jörg Uther. La primera traducción al español fue hecha directamente del alemán, en 1879, por Don José S. Viedma (1831-1898).

 

Su obra en el cine

 

Los cuentos de los hermanos Grimm han sido muy populares desde sus orígenes. En el siglo XX su fama creció gracias a la generalización de la lectura infantil.

 

El cine de animación ha aprovechado este hecho para llevar a la pantalla algunas películas que parten de cuentos de los Grimm; así, Walt Disney produjo en 1937 la película Blancanieves y los siete enanitos, en 1950 La Cenicienta, si bien esta película se basa también en la versión del cuento que escribió el francés Charles Perrault (1628-1705).

 

En 1969, los estudios Soyuzmultfilm estrenaron un cortometraje musical de dibujos animados basado en cuentos de los Hermanos Grimm y dirigido por Valentina Brumberg (Валентина Брумберг, 1899 - 1975) y Zinaida Brumberg (Зинаида Брумберг, 1900 - 1983): La princesa caprichosa (Капризная принцесса).

 

Durante la década de los años 70 y los años 80 se emitieron diversas series de animación japonesa (anime) que recopilaban muchos de los cuentos versionados por los dos escritores alemanes. Así como en los años 90 diversas series y colecciones de producción japonesa, americana y australiana, entre otras, que aunque aprovechando los lanzamientos de la Disney para venderse, relataba las versiones de modo más fiel que la afamada productora americana.

 

En 1998 la Twentieth Century Fox Film Corporation lanzaba una particular versión de Cenicienta con la película Por siempre jamás dirigida por Andy Tennant y protagonizada por Drew Barrymore y Anjelica Huston, donde se mezclaban ligeramente las dos versiones escritas por Grimm y Perrault.

 

En 2005 se estrenó The Brothers Grimm dirigida por Terry Gilliam, una película que narra las vivencias apócrifas de los dos hermanos.

 

En 2010 Walt Disney Company vuelve a recurrir al mundo de los cuentos de hadas con el personaje de Rapunzel en la película Enredados (animada por CGI).

 

También en 2010 se estrenaba la primera parte de la producción 2D Rapunzel Nabunzel, un proyecto de animación tradicional independiente realizado por el autor Efrayn R.S. y protagonizado vocalmente por Lydia Cuestas.

 

En 2012 se estrenaban tres películas basadas en el cuento de Blancanieves. De un lado Mirror, mirror (Espejito, espejito), dirigida por Tarsem Singh y protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts. Poco después Universal Pictures presenta en la gran pantalla Snow White & the Huntsman, Blancanieves y la Leyenda del Cazador, en España dirigida por Rupert Sanders e interpretada por Kristen Stewart y Charlize Theron. Y finalmente la película española Blancanieves, dirigida por Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú y Macarena García.

 

Su obra en la televisión

 

En el año 1978 se estreno para la televisión de Estados Unidos la película musical Once Upon a Brothers Grimm.

 

El canal Universal estrenó en 2011 una serie llamada Grimm. Situada en la actual Portland (Oregón), la serie da un nuevo giro a las historias de los hermanos Grimm. El protagonista de la serie es un detective de homicidios que se entera de que es un descendiente de un grupo de cazadores conocidos como los Grimm, que luchan por mantener a la humanidad a salvo de las criaturas sobrenaturales del mundo. Asume entonces su destino, que es proteger al mundo de los siniestros personajes de cuentos que se han infiltrado en el mundo real.

 

Su obra en teatro

 

En el año 2010 se estrena en Argentina un espectáculo llamado Los fabulosos Grimm, protagonizado por Gustavo Monje y Giselle Pessacq, reinventando los cuentos y dándole una mirada más teatral. Obtuvo una gran repercusión de crítica y público. La obra realizó funciones hasta el 2012. Siendo destacado por los Premios Teatro del Mundo 2010 y ganador de los premios ATINA en los rubros: Espectáculo, Intérprete Masculino (Gustavo Monje), Intérprete Femenina (Giselle Pessacq), Coreografía (Vanesa García Millán) y Vestuario (Alberto Mauri).

 

 

ANÁLISIS DESDE OTRA PERSPECTIVA

 

 

Fuente biografiasyvidas. Jacob Grimm (Hanau, actual Alemania, 1785-Berlín, 1863) y Wilhelm Grimm (Hanau, 1786-Berlín, 1859). Cuentistas y filólogos alemanes. Conocidos sobre todo por sus colecciones de canciones y cuentos populares, así como por los trabajos de Jacob en la historia de la lingüística y de la filología alemanas, eran los dos hermanos mayores de un total de seis, hijos de un abogado y pastor de la Iglesia Calvinista.

 

 

 Los hermanos Grimm

 

Siguiendo los pasos de su padre, estudiaron derecho en la Universidad de Marburgo (1802-1806), donde iniciaron una intensa relación con C. Brentano, quien les introdujo en la poesía popular, y con F. K. von Savigny, el cual los inició en un método de investigación de textos que supuso la base de sus trabajos posteriores. Se adhirieron además a las ideas sobre poesía popular del filósofo J.G. Herder.

 

Entre 1812 y 1822, los hermanos Grimm publicaron los Cuentos infantiles y del hogar, una colección de cuentos recogidos de diferentes tradiciones, a menudo conocida como Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. El gran mérito de Wilhelm Grimm fue el de mantener en esta publicación el carácter original de los relatos. Siguió luego otra colección de leyendas históricas germanas, Leyendas alemanas (1816-1818). Jacob Grimm, por su parte, volvió al estudio de la filología con un trabajo sobre gramática, La gramática alemana (1819-1837), que ha ejercido gran influencia en los estudios contemporáneos de lingüística.

 

En 1829 se trasladaron a la Universidad de Gotinga, y de ésta, invitados en 1840 por el rey Federico Guillermo IV de Prusia, a la de Berlín, en calidad de miembros de la Real Academia de las Ciencias. Allí comenzaron su más ambiciosa empresa, el Diccionario alemán, un complejo trabajo (del que editaron solamente el primer volumen) que ha requerido muchas colaboraciones y no se concluyó hasta comienzos de la década de 1860.

 

Los cuentos de los hermanos Grimm

 

Los Cuentos infantiles y del hogar fueron publicados entre 1812 y 1822, en tres volúmenes. La colección de cantos populares El cuerno maravilloso del niño, de Armin y Brentano, dieron a los hermanos Grimm la idea de preparar una colección de cuentos populares. Según propósito de los Grimm, esta obra había de ser sobre todo un monumento erigido a la literatura popular, un documento que recogiese de boca del pueblo lo poco que se había salvado de la gran producción medieval germánica y que constituía la tradición nacional que suponían perdida.

 

Sus fuentes principales fueron, además de los recuerdos de su propia infancia y de la de sus amigos, la gente sencilla del pueblo que ellos iban interrogando y, sobre todo, Cassel, la hija del farmacéutico Wild, que repetía las historias oídas en su infancia de boca de la "vieja María".

 

Al transcribir estos cuentos procuraron conservar fielmente no sólo su trama sino también el tono y las expresiones de que aquellas personas se servían, efectuando así en esta esfera una obra casi sin precedentes, porque literatos como Musäus y otros hasta entonces se habían servido de los cuentos populares como estructura para engarzar en ellos divagaciones morales o alusiones poéticas y literarias.

 

Sólo en una segunda época se aprovecharon también de fuentes literarias como Lutero, Hans Sachs, Moscherosch o Jung-Stilling, pero esforzándose por hallar bajo las variaciones y los embellecimientos literarios la primitiva ingenuidad de trama y de estilo (proverbios, repeticiones), guiados sobre todo por su instinto poético.

 

Se ha dicho que estos cuentos se han vuelto verdaderamente populares por medio del libro de los hermano Grimm. Lo cierto es que ellos supieron darles tanta frescura que pocos libros hacen revivir de inmediato la misteriosa y profunda intimidad de la naturaleza germánica, permitiendo sentirla con el espíritu con que a ella acude el pueblo alemán.

 

Las fábulas contienen casi siempre una verdad objetiva, una lección práctica, siempre aventajada, sin embargo, por la inspiración genuina de la poesía popular. Forman parte de esta colección de más de doscientos cuentos, entre los que figuran narraciones tan famosas como Blancanieves, La Cenicienta, Pulgarcito, Juan con suerte, Leyenda de los duendecillos, La hija del molinero, Caperucita Roja, Rabanita, En busca del miedo, Los músicos de Bremen o Barba Azul.

 

Aunque según la idea de sus compiladores esta obra no estaba destinada a ser un libro infantil, Goethe, apenas la hubo leído, escribió a Stein que estaba escrita "para hacer felices a los niños", y puede considerarse como un gran acontecimiento literario de principios del siglo XIX alemán, porque desde entonces se convirtió en el libro de la juventud alemana, con el cual generaciones y generaciones formaron su alma.

 

La obra dio lugar a una polémica de cierta importancia con Brentano y con Arnim. Los dos poetas, que habían precedido de modo muy diverso que los Grimm en su colección de cantos populares, refundiéndolos formalmente, hallaron desaliñada y pobre la redacción de estos cuentos. Ello se debió a que, mientras Arnim y Brentano no distinguían entre poesía popular y poesía artística y reconocían para una y otra los mismos derechos, los Grimm creían que la segunda no podía sino esforzarse (aunque siempre inútilmente) por parecerse a la primera, la cual, representada por las grandes epopeyas o por los cuentecitos, era infinitamente superior y estaba dotada de una fuerza poética metafísica anterior a la misma humanidad.