Contado rabioso y en dólares: claves para entender por qué el Gobierno
Comercio Exterior

Contado rabioso y en dólares: claves para entender por qué el Gobierno pagará por adelantado el Boden 2015

 

 

05-12-2014 Fuente iprofesional.  Una de las mayores preocupaciones del Ministerio de Economía para el próximo año era el vencimiento en octubre del Boden 2015. La cuestión no es menor ya que suma unos u$s6.800 millones, es decir la cuarta parte de las reservas que hoy tiene el Banco Central

 

En su intención de despejar el panorama, el ministro de Economía Axel Kicillof anunció que la próxima semana pagará por adelantado el Boden 2015.

 

El ofrecimiento oficial se basa en la venta voluntaria por parte de los bonistas a precios de mercado.

 

Ante esta nueva "inivtación" oficial a vender títulos a cambio de billetes verdes contantes y sonantes, pueden darse dos escenarios:

 

1. Que haya un amplio interes por parte de los bonistas: en este caso, la política del Gobierno en materia de deuda saldría favorecida.

 

  2. Que la propuesta no despierte entusiasmo: ante esta eventualidad, Kicillof abrió el paraguas de antemano y propuso un canje voluntario con otro bono, de vencimiento más largo (Bonar 2024).

 

A modo de justificativo, por si las cosas no salen bien, el ministro afirmó que si los inversores no aceptan cobrar por anticipado, también "es una excelente señal". Y explicó que esto sería así porque "no hay dudas sobre el pago futuro del bono".

 

La otra opción que anunció el ministro es canjear el Boden 2015 por el Bonar 2024, que es el que se emitió para pagarle la indemnización por la expropiación del 51% de las acciones de YPF a la petrolera española, Repsol.

 

Esta medida (de ofrecer un título más largo como el Bonar 2024) va de la mano del anuncio de salir a buscar al mercado u$s3.000 millones extra con este mismo bonos, que actualmente paga una tasa de interés del orden del 11%.

 

La emisión será bajo ley argentina, sin bancos como intermediarios.

 

Su suscripción será un termómetro sobre cómo ven los inversores internacionales al país. Muchos de ellos ya apuestan al próximo Gobierno y a un giro en lo económico.

 

Kicillof explicó que esta decisión de la gestión de Cristina Kirchner tiene como objetivo "cortar de cuajo la especulación y el uso propagandístico y electoral que puede tener este bono".

 

La estrategia oficial

El anuncio de Kicillof sorprendió al mercado, a punto tal que en las calles de la city porteña se preguntan: "¿Por qué ahora?" "¿Qué se persigue con todo esto?"

 

La respuesta al primer interrogante se encuentra en el precio que marca el Boden 2015: hoy cotiza a $1.177 y es uno de los títulos públicos en dólares que menos subió en el año, apenas unos puntos por encima del 30 por ciento.

 

Este porcentaje lo aleja considerablemente, por ejemplo, del Discount en dólares, que roza el 60% o del Global 2017, que ha avanzado un 44 por ciento.

 

De esta manera, el Gobierno estaría recomprando un papel que está por debajo de su real potencial, cuyo precio evolucionó levemente por detrás del blue.

 

Relacionado con su cotización, surge otro elemento clave: su elevado rendimiento, pese a la corta "duración" del título.

 

No es casual que pague un 11% frente al 9,75% del Bonar 2024. Esta diferencia muestra a las claras las dudas que tienen los inversores sobre el pago del capital a su vencimiento en octubre 2015.

 

En tal sentido, la decisión oficial apunta por un lado a despejar la incertidumbre, si logra recomprar un monto significativo.

 

Por el otro -y quizás lo más importante- intentar reducir la tasa de interés actual.

 

Para ello se requiere que su precio suba y nada mejor que ofrecer este tipo de opciones para lograr ese objetivo.

 

La importancia de la tasa reside en que este título es uno de los tomados como referencia para fijar el "riesgo país", que es clave para determinar el costo de financiación de las empresas y el propio Estado.

 

Desde ya que en el Palacio de Hacienda apuestan a que un número importante de inversores minoristas se sumen a la propuesta, la cual permitiría alejar el fantasma de un nuevo default, ya que reduciría el monto a pagar el próximo año. No sólo por este rescate anticipado sino también por el alivio que produciría el canje por el Bonar 2024.

 

Desde una reconocida casa de bolsa, su director ejecutivo contó a iProfesional que "por lo general, el atractivo de estos canjes es que se difiere el Impuesto a las Ganancias".

 

Desde Proficio, Alejandro Henke, sostuvo que, "un canje voluntario es siempre una buena iniciativa". Y razonó: "Por el contrario, si fuera compulsivo, sería una señal muy mala que impactaría de manera importante en el precio de todas los otros bonos".

 

Desde un banco mediano, su tesorero afirmó que "en el caso del canje se trata en principio de una buena propuesta, porque diluye los vencimientos para más adelante".

 

No obstante, algunos analistas consultados por iProfesional advierten que el plan de Kicillof no cumple con una de las condiciones básicas para que este tipo de operaciones concluya exitosamente. Se refieren a la necesidad de que se realicen con un mercado que no atraviese los sobresaltos de las últimas semanas.

 

¿Qué es el Boden 2015?

Se trata de un bono emitido durante el canje de 2005 bajo las condiciones de la ley argentina por el gobierno de Néstor Kirchner con vencimiento del capital en octubre del año próximo.

 

Al regirse por la legislación local, los pagos de interés y de capital que efectúe la Casa Rosada no corren peligro de embargo.

 

Esto lo diferencia de otros bonos que están bajo las normas neoyorquinas, como el Global 2017.

 

Los tenedores de estos títulos sí están pendientes de lo que suceda en el juicio que los fondos buitre mantienen contra la Argentina en el juzgado de Thomas Griesa.

 

Paga intereses en forma semestral y todo el capital al final.

 

Su principal atractivo, a medida que se acerca el vencimiento es que permite, a través de su tenencia hacerse de divisas en forma periódica a un precio sustancialmente menor que el que marca el blue.

 

Claro está que en la medida en que se aproxima el último pago y su definitiva desaparición, son muchos los inversores que van buscando posibles reemplazos.

 

En la actualidad, el RO15 -como se lo conoce en la Bolsa- responde a los siguientes parámetros:

 

• Actualmente, por u$s100 de valor nominal hay que desembolsar 1.177 pesos.

 

• La tasa de interés establecida bajo las condiciones de emisión es del 7% anual.

 

• Esa inversión permitirá cobrar u$s3,50 el próximo 3 de abril y otro tanto el 3 de octubre del año próximo, cuando también se abonará la totalidad del capital.

 

El costo de emitir deuda

De concretarse el anuncio del ministro Kicillof sobre la emisión adicional del Bonar 2024 por unos u$s3.000 millones, el Gobierno deberá hacer frente a una tasa de interés sustancialmente alejada de la que pagan sus pares de la región.

 

El mejor ejemplo de ello es el Global, un título que responde a condiciones similares en los diferentes países.

 

¿Cuánto debe ofrecer para captar a inversores? Casi un 11%. Es decir, unas siete veces más que el similar brasileño a igual período.

 

En cuanto a otros títulos, aún cuando sus plazos de colocación son diferentes, los resultados son también más que elocuentes. Aquellos con vencimiento en 2016, como los colombianos o peruanos, ofrecen apenas un 1 por ciento.

 

A modo de simple referencia, si se compara el Boden 2015 con el Global de Ecuador (que vence en el mismo año) la relación entre ambos es de tres a uno: el papel nacional debe pagar más del 11%, el otro apenas un 7 por ciento.

 

"La Argentina realmente está perdiendo una posibilidad histórica de financiarse a tasas muy favorables y oxigenar su calendario de vencimientos de deuda", afirmó el economista Luis Palma Cané, experto en mercados internacionales.

 

"Todos han aprovechado el contexto de crédito barato tomando crédito a largo plazo (10 a 15 años) y a tasas muy bajas. Incluso, recientemente algunos países africanos también realizaron una emisión de bonos".

 

Otro indicador: el riesgo país

Quienes buscan una visión más global sobre la situación de cada territorio, a través del interés que debe ofrecer cada bono, miran la "tasa de riesgo país", que elabora el banco JP Morgan.

 

Este indicador compara el rendimiento promedio de la deuda soberana de cada nación con la emitida por los Estados Unidos, nación considerada libre de riesgo (para emisiones superiores a los u$s500 millones y, claro está, para plazos coincidentes).

 

Aquí también las diferencias son notorias.

 

Por cada 100 puntos de riesgo país, una nación debe pagar un 1% más de tasa por encima de la de los títulos del tesoro norteamericano (que ofrecen cerca del 3% para los de 10 años).

 

Claramente se observa que existe un marcado corte entre Venezuela, que muestra un riesgo de 2.100 puntos, con el grupo conformado por Argentina y Ecuador que ronda los 650 p.b. y el resto.

 

En el extremo opuesto se ubican los bonos de Uruguay, Perú y Colombia que, en promedio, rondan los 170 puntos básicos.