"Los pájaros me prestan su canto para que otros también lo conozcan"
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"Los pájaros me prestan su canto para que otros también lo conozcan"

 

 

02/06/2014 Fuente infonews. En su reciente paso por el MICSUR realizado en Mar del Plata, la artista potosina residente en París reflexionó sobre la música folklórica y el presente de Bolivia, y la técnica vocal que desarrolló para imitar el gorjeo de las aves.

 

Yo pertenezco a las culturas originarias, soy quechua y hago mis canciones siempre basadas en la naturaleza, en los pájaros, en el aire que respiramos, en el respeto al agua y a la Tierra, a la Pacha Mama", dice Luzmila Carpio. Ha viajado desde Francia, donde reside, para presentarse en el reciente Mercado de Industrias Culturales del Sur (MICSUR), que el Ministerio de Cultura de la Nación organizó en Mar del Plata. Esta autora, compositora e intérprete boliviana desarrolló una técnica vocal propia para incorporar el canto de los pájaros a su propio canto, y así se ha dedicado a hacer conocer la cultura originaria a la que pertenece: "Desde que era muy pequeña mi madre y mi abuela me han enseñado a escuchar el mensaje de los pájaros. He profundizado todo aquello porque esa tradición estaba desapareciendo. Yo dialogo con ellos y ellos me prestan alguna melodía, alguna frase melódica de su canto", explica.

 

 

–¿A qué se dedicaban su madre y su abuela?

 

–La madre y la abuela eran gente del campo. Mi madre no sabía ni leer ni escribir; hablaba quechua y aymara y muy poco español. Ella me decía: "Hijita, está desapareciendo todo lo nuestro. Si yo hubiera sabido leer y escribir habría hecho muchos libros". Yo de niña escuchaba todo eso y pensaba: "Un día me gustaría ser alguien para algún día poder mostrar todo eso." Creo que ese día me ha llegado. En mi música trato de poner todo lo que mi madre contaba de nuestra cultura.

 

–¿Desde que Evo Morales es presidente hay en su país más respeto  por  la cultura de los pueblos originarios?

 

–Se está trabajando en eso, pero no es fácil cambiar de un día para el otro. La mayoría pertenecemos a las culturas originarias pero siempre hemos sido marginados. De todos modos desde la Conquista hemos ido trabajando en silencio con mucha paciencia y con mucha calma. Ahora llegó el momento en que fue elegido Evo Morales, pero se trata de un proceso muy difícil. Antes a mi lugar nunca llegaba el Estado, no teníamos agua potable, no teníamos caminos y ahora se está haciendo todo eso, poco a poco se está avanzando y por eso estamos muy contentos.

 

–Pero no todos están contentos, porque lo que hace Evo afecta determinados intereses.

 

–Aquellas personas que siempre tuvieron  inmensas tierras a nosotros nos han mandado a lo más alto donde ya la Tierra no produce nada. Entonces, cuando queremos hacer justicia y que todos tengan tierras fecundas para sembrar, claro que no les gusta. Eso es algo normal. El humano reacciona así. Pero creo que están entendiendo. Yo quiero, yo necesito que mi país esté unido, que todos comamos, que todos bailemos, cantemos y estemos contentos. Hay que tener un poquito más de paciencia porque todo va a llegar. Somos 10 millones de habitantes en un territorio tan grande y con tanta riqueza que tendríamos que estar muy felices, todos tendríamos que  tener trabajo y poder comer.

 

–Volvamos a su vida familiar. ¿Cómo era la relación con su abuela?

 

–En las comunidades andinas toda la comunidad se ocupa del niño dándole consejos, mostrándole el camino y los niños obedecen. Cuando íbamos a los sembradíos con mi abuela y ya estaba la papa brotando había un pajarito, el papa chiuchi, que nos cantaba (canta como el pájaro). Mi abuela me decía que eso quería decir "ya la papita está en la raíz, ya está creciendo la papita" y me decía también "tú tienes que repetir lo que dice el pajarito porque así estás armonizando todo entre hombres, animales y la Tierra." Y yo lo repetía.

 

–¿Cómo incorporó eso a su técnica vocal?

 

–Yo digo que los pájaros me prestaron su canto para que otros también lo conozcan. Yo trato de hacer entender cómo cantan. Para mí es algo tan natural que me resulta difícil explicar qué técnica utilizo. Sobre todo busco sonidos bonitos, que me gusten. Lo mismo sucede en las diferentes lenguas del mundo. Yo escucho sonidos tan lindos en su palabra, por ejemplo.

 

–La relación con los animales es muy diferente en las culturas originarias que en las europeas.

 

–Sí, en mi cultura es muy importante el respeto hombre-naturaleza: es fundamental. Cada animalito tiene que tener su espacio porque está trabajando para el bien, para la armonía de la Tierra. Lo mismo sucede con las plantas. Mi madre me ha enseñado a acariciarlas, a decirles lo que sentimos. Así la planta florece y está feliz. La nuestra es una cultura de lo viviente, una cultura muy humana.

 

–¿Desde cuándo canta?

 

–Desde muy pequeña, desde mis ocho años. En las montañas nos comunicamos de una montaña a la otra haciendo gritos con las pastoras de ovejas.

 

–¿Usted ha sido pastora?

 

–Un poco, pero no tanto. Pero cuando tenía que ir a la escuela y debía caminar una hora y media para llegar, a veces decidía no ir y me quedaba por allí con las ovejeras tejiendo, cantando y riendo. Me acerqué a una radio con mis cantos quechuas por primera vez a los 11 años, pero no me aceptaron porque querían que cantara en castellano y en esa época yo hablaba muy poco castellano. Entonces aprendí el himno nacional de mi país en castellano y fui a otra radio diciendo que sabía cantar en esa lengua. El que me recibió me dijo: "Hijita, tú no puedes cantar todavía esto porque eres muy pequeña. Yo te voy a enseñar cancioncitas en castellano" y así comencé con buena estrella. En este momento vivo en Francia y canto sobre todo en quechua. Dejo el español para los que cantan en español.  «