Reapertura del canje anunciada por la Presidenta, bajo la lupa de los
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Reapertura del canje anunciada por la Presidenta, bajo la lupa de los analistas

 

 

27-08-2013 El anuncio de la primera mandataria tras el fallo adverso para el país de la Corte de Apelaciones de Nueva York, no convence a los especialistas

 

A raíz del fallo adverso para el país de la Corte de Apelaciones de Nueva York del pasado viernes, donde se rechazó la apelación del kirchnerismo para frenar el pago de u$s1.330 millones a acreedores que no entraron a los canjes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que presentará en el Congreso dos iniciativas.

 

Por un lado, enviará al parlamento un nuevo proyecto de ley para abrir por tercera vez el canje de deuda, que estará destinado al 7% de los acreedores que no entró a los canjes de bonos del 2005 y 2010. Esta apertura sería bajo condiciones de cobro similares a las que posee el resto de los tenedores de estos títulos públicos.

 

El segundo cambio se dirigirá al 93% de los acreedores que "confiaron en Argentina y vienen cobrando sus bonos". La Presidenta le comunicó a este grupo que para evitar embargos en el exterior -en caso que la Corte de EE.UU. rechace tomar el caso y se deba pagarles a los fondos buitre-, se reemplazarán los títulos de legislación extranjera por otros bajo normativa local.

 

La promesa de la primera mandataria es que se mantendrá la misma denominación de la moneda original y plazo en este intercambio de "papeles", pero con la diferencia que se pagarán en la República Argentina

 

Esta determinación causó las siguientes repercusiones entre los expertos:

 

-José Luis Espert, el economista señaló a iProfesional: "Esto demuestra que la reestructuración de 2005 y 2010 fueron un absoluto fracaso porque se desconocieron ciertas cláusulas originales, como cuando se determinó la Ley Cerrojo, sino no hubiésemos llegados a la situación actual. Además, es claro que el Gobierno ve que se aproxima un fallo negativo de Estados Unidos".

 

-Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, agregó a este medio: "No es conveniente lo que hace el Gobierno en este momento porque está anticipando que no cumplirá un fallo contrario de la Corte Suprema. Una de las causas por las que ya nos fue mal en Estados Unidos es que siempre se dijo que no se les quería pagar a los holdouts".

 

Asimismo, consideró que la apertura del canje demuestra "buena voluntad ya que el Gobierno manifiesta que desea pagar y acepta a los que no entraron en los canjes anteriores, aunque a la vez es contradictorio y perjudicial para el país que se diga que no se va a cumplir un fallo negativo de Estados Unidos".

 

-Daniel Marx, el ex secretario de Finanzas destacó: "No es la mejor oportunidad para cambiar el lugar de pago". Por lo que dudó de la efectividad del cambio del lugar de la cancelación de los bonos.

 

"Si bien es un acto defensivo, puede que algunos no lo acepten", explicó el ex funcionario de Fernando De La Rua.

 

El ex funcionario señaló que una posible estrategia del Gobierno será, en caso de que los tenedores no acepten el cambio de jurisdicción, informarles a esos bonitas que no podrá garantizar el pago de la totalidad de lo pautado, debido a la posibilidad de que se produzcan embargos derivados de otras causas judiciales.

 

-Según Ramiro Castiñeira de Econometrica, bajo el supuesto de otorgar las mismas condiciones ofrecidas en el canje de 2010, "los u$s11.200 millones hoy en default" se ofrecería canjearlos por nuevos bonos por un nominal de u$s4.200 millones, que se desagrega en dólares por 3.000 millones por Bono descuento, y u$s1.200 millones por el Global 2017, además de las unidades PBI. En resumen, el experto afirmó que la quita sería del 63 por ciento.

 

Es decir, el economista aseguró que toda la deuda en default de 2,3% del PBI, se reconvertiría en nueva deuda por 0,9% del PBI. "A modo de ejemplo, los intereses en 2013 serían sólo u$s274 millones y el primer vencimiento de capital llegaría en 2017".

 

"Pese a que el canje de deuda demostró ser extremadamente beneficioso para Argentina, al ser congruente con su capacidad de pago y evitar que la deuda pública se transforme en una carga para el crecimiento económico como en el pasado, nunca lo ofreció como estrategia de negociación para quienes no aceptaron el canje. Nunca es tarde", consideró Castiñeira en un informe.