México atraviesa por una grave crisis de descomposición social
Droga

México atraviesa por una grave crisis de descomposición social

 

 

14/10/2014 Fuente lja. Valenzuela Arce afirmó que la respuesta del gobierno a la problemática ha sido nula

•El académico expuso las principales problemáticas fronterizas que se convierten en reflejo de todo el país

 

Durante las actividades iniciales del Primer Congreso de Cultura en América Latina, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), José Manuel Valenzuela Arce presentó una ponencia titulada Imaginarios, fronteras y estudios culturales en México, en la cual hizo mención a la evolución de la fronteras con el paso de los años, y la influencia cultural que éstas han heredado para los pobladores que las rodean. El investigador del Colegio de la Frontera Norte puso especial énfasis en la situación actual por la que atraviesa México y la deuda que tiene el Estado en la solución de los temas de narcotráfico y feminicidios en las fronteras y en todo el país, reflejo de una gran crisis de descomposición social.

 

Valenzuela Arce habló de las principales concepciones de frontera y su funcionamiento, así como el comportamiento que han adoptado quienes se encuentran de uno u otro lado de las mismas, traduciéndose en comportamientos racistas y clasistas.

 

Puso énfasis en el control de la migración, la cual dijo, se convirtió en un problema de seguridad nacional para Estados Unidos desde la caída del muro de Berlín y no con el ataque del 11 de septiembre, como se pudiera pensar. El investigador negó que el argumento migratorio tuviera algo que ver con el trasiego de drogas, ya que la principal forma para lograr traficar con los estupefacientes se lograba a través de barco o avión, y no mediante los migrantes que cruzaban la frontera.

 

Aseveró que la frontera norte y sur se han convertido es espacios con un mismo marco de control, y recordó que en 1994 murieron más de diez mil migrantes, producto de la operación guardianes.

 

Además hizo mención del reciente fenómeno de deportación de menores, el cual ha empeorado la situación, sin dejar de lado que los feminicidios se sigan cometiendo y el narcotráfico se mantenga intocado.

 

En lo que respecta al feminicidio, José Manuel Valenzuela mencionó que se encuentra en todo el país, pero recordó el periodo de mayor problemática en Ciudad Juárez, Chihuahua, con el fenómeno denominado Las muertas de Juárez; criticó la connotación que se dio al tema, sin enunciar responsables y calificarlo como feminicidios. Sobre el tema, explicó que el elemento de control masculino es uno de sus factores, a los que se suman la trata de mujeres, que se incrementara con la política prohibicionista de consumo de alcohol en Estados Unidos, además de la instalación de maquiladoras, que traerían consigo la precarización de la población fronteriza. Los feminicidios, advirtió, han disminuido su visibilidad, pero han incrementado.

 

Sumado a ese factor de descomposición social, el especialista en estudios sobre la cultura en las fronteras, añadió la incapacidad que han tenido los países de América Latina, entre ellos México, para dar respuesta a las necesidades de los jóvenes, lo que los ha impulsado a acercarse al crimen organizado y el narcotráfico. Este último, adujo, goza de total salud, ante la vinculación entre el crimen organizado y el gobierno, reflejo de un esquema de corrupción e impunidad.

 

Sobre el narcotráfico como otro factor de descomposición en las fronteras y todo el país, Valenzuela Arce se remontó a los años de 1914 y 1924, cuando se produjo la prohibición del opio en los Estados Unidos, lo que incentivó su tráfico a través de México, generando un esquema de precarización en la frontera mexicana, principalmente en Tijuana, donde se incrementó la prostitución y el consumo de drogas por parte de los norteamericanos.

 

Para 1971, subrayó, la situación cambió y las guerras se convirtieron en el principal enemigo de Estados Unidos, donde a la postre se incrementaron los movimientos sociales, considerados preocupantes para la misma nación y Latinoamérica.

 

La estrategia de combate al narcotráfico la consideró errónea, con una inversión de 2.5 billones de dólares que no minimizaron el consumo entre los americanos, afroamericanos y latinoamericanos, pero estos últimos con mayores posibilidades de ser aprehendidos.

 

En el caso del combate al narcotráfico impulsado por el gobierno de Felipe Calderón, estableció que fue moralista y carente de un análisis científico. Señaló que dejó una condición itinerante de ejecuciones y guerra contra el crimen en todo el país, reflejo, dijo, de una estrategia fallida y donde el gobierno es cómplice de que los estupefacientes no falten en ningún lugar.

 

Además identificó las detenciones de los principales líderes como una imagen de trabajo, sin que ello signifique resultados. Por el contrario, manifestó, es necesario que se cambien las preguntas sobre el problema al que se enfrenta México, responder al problema de corrupción e impunidad que se ha visto reflejado en el lavado de dinero de los bancos, la propia Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la entrega de armas al crimen organizado, entre otras, fenómeno que visualizó como una estrategia de orden geopolítico.