Una temporada desigual
De interés general

Una temporada desigual

 

 

30/07/2013 Fuente lanacion. Hubo menos espectadores que en temporadas anteriores

 

as vacaciones de invierno mueven millones de espectadores. La recaudación por entradas y merchandising asociado suma también cifras millonarias. Basta citar los 700.000 espectadores de  Violetta  , con entradas de entre 100 y 350 pesos. O las 145.000 personas que fueron a ver  Disney on Ice  pagando entre 70 y 500 pesos cada una. También suman los 300.000 que optaron por la más accesible Feria del Libro Infantil con sus múltiples propuestas artísticas incluidas entre los stands de libros. Y, sin dinero de por medio al ser gratuito, pero igualmente con un entorno de atracciones diversas, los 77.000 espectadores de  El asombroso musical de Zamba con San Martín  , en Tecnópolis.

 

El esquema de un combo de propuestas en un mismo lugar también funcionó en Ciudad Cultural Konex. Con cerca de 30.000 espectadores, mantuvo el nivel del año pasado en los espectáculos en sala, como  Sanos y salvos  y la versión de  Cascanueces  , e incrementó incluso la asistencia al aire libre con los recitales de Arbolito y La Bomba del Tiempo.

 

La docena de shows basados en programas de TV funcionó bien en el caso de los que tienen mayor impacto actual en la pantalla chica, caso  Violetta  o  El show de Topa  , que le siguió en la preferencia del público. En cambio, fueron cercanas al fracaso las versiones escénicas de  ZTV  y  Los Peques  . Los shows de  Backyardigans  y  Doki  usufructuaron en tanto la constante renovación de su público a lo largo de los años que están en pantalla. La llegada de espectadores al teatro está en estos casos en relación directa con el rating televisivo, a lo que se suman recién en segunda instancia los valores propios de la versión teatral.

 

La cantante Adriana, con su show  Cajita de sorpresas  , volvió a liderar entre los que no cuentan con el apoyo de una imagen televisiva. Con más de 60.000 espectadores se ubicó prácticamente a la par de Topa.  El Principito  , en el Coliseo, sumó el prestigio del personaje a un elenco con algunos nombres de cartel para llegar a un buen resultado. Más difícil resultó en tanto sostener la temporada para la tradicional franja de espectáculos teatrales de elencos y directores reconocidos de la cartelera infantil en salas medianas.

 

"Se agudiza la cartelera frivolizada", señala Roberto Bisogno, responsable de los teatros La Comedia, Apolo y Sha y por largos años productor de las obras de Hugo Midón. Se declara satisfecho, por ejemplo, con la performance del grupo La Pipetuá con  ¡Vamos a la obra!  en su segunda temporada. Pero admite que la asistencia de público fue menor que el año pasado y que se aleja cada vez más de los tiempos en que una puesta en escena de Midón convocaba unos 25.000 espectadores por temporada.

 

También Héctor Presa, el director de La Galera Encantada, advierte una merma cercana al diez por ciento en la ocupación de butacas entre el Teatro La Galera y el Museo Larreta, las salas en que desarrolla su programación. Un arranque débil en la primera semana y la incidencia negativa de los días de frío fueron factores que retacearon público. Pero también la amplia y atractiva oferta cinematográfica, con entradas más baratas y mayor repercusión mediática. Salas pequeñas con un boca en boca intenso, como El Tinglado o el Auditorio Cendas, tuvieron sin embargo buena afluencia de público.

 

La programación de los espacios oficiales, de entradas accesibles o gratuitas para espectáculos de buena factura, fue otra opción que atrajo a chicos y grandes. No sólo en Tecnópolis, sino también en el Teatro Colón, que en unas pocas funciones de  Alicia en el país de las maravillas  y  Cielo Stravinsky  sumó 11.000 espectadores, siempre con localidades agotadas. El Complejo Teatral de Buenos Aires, encabezado por el Teatro San Martín con  El gran circo  , del Grupo de Titiriteros, reunió junto con el Teatro 25 de Mayo 45.000 espectadores. Otros 55.000 asistieron a funciones gratuitas en centros culturales barriales.

 

El Festival Internacional de Títeres al Sur, en El Galpón de Catalinas, el Teatro la Máscara y varios centros comunitarios y barriales combinaron funciones gratuitas y de 35 pesos para espectáculos de primer nivel fuera de la calle Corrientes. Fue así para los 16.000 asistentes una de las alternativas más rentables, en un sentido mucho más amplio que el meramente monetario..