El marido de Teresa Romero: “Queremos mantener el anonimato”
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El marido de Teresa Romero: “Queremos mantener el anonimato”

 

 

08/08/2015 Fuente elpais. La auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en el Carlos III sigue de baja laboral

 

A Javier Limón le gustaría llevar “una vida normal”. El marido de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en el hospital Carlos III mientras atendía al religioso Miguel Pajares, atiende brevemente la llamada de este periódico cuando se cumple un año de la llegada del primer repatriado español con el virus a Madrid.

 

Aún no se ha aclarado cómo pudo pudo producirse el contagio de la trabajadora. Notó que le subía la fiebre [uno de los síntomas de un posible contagio]. El 6 de octubre de 2014 ingresó en una habitación de aislamiento de la sexta planta del hospital en el que trabajaba. La cuidaron sus compañeros. Y lo superó dos semanas después, convirtiéndose en famosa a su pesar. La primera contagiada en Europa. Decenas de cámaras llegadas de todos los rincones aguardaban cada día a las puertas del hospital. Sigue de baja laboral desde entonces.

 

“Teresa se encuentra bien pero no quiere hablar con los medios”, explica su marido. Asegura que no se habían enterado de que acaba de anunciarse una vacuna para combatir el virus. “Queremos mantener el anonimato, pero sé que es muy difícil”, reflexiona con voz queda. Él también permaneció aislado en una planta inferior del centro hospitalario, desde donde denunció el atropello al que se sintieron sometidos tanto la pareja como su mascota.

 

Después de Teresa Romero, la estrella de aquel episodio fue su perro Exkálibur, sacrificado por decisión de las autoridadades a los pocos días de que se detectara el contagio de su dueña. En enero adoptaron otro en un centro de protección animal de Alcorcón, el municipio madrileño donde residen, un cachorro hembra American Stanford llamada Alma.