El Amor Enamorado 2. Segunda entrega
Fuente Artelope. Autor Lope de Vega
DAFNE
Pues yo no entiendo
500
darle esa pesadumbre.
PENEO
¡Dafne mía,
escucha!
DAFNE
¡Oh padre mío!
PENEO
¿Vienes a lo que el Príncipe venía?
Merece amor, cuidado ha sido justo,
puesto que más en esta parte fío
505
de tu elección que de mi propio gusto.
Él es el heredero
de Tesalia y de Marte,
en cuya militar doctrina y arte
al mas ejercitado le prefiero.
510
¿Qué respondes?
DAFNE
Amado padre mío,
bien sabes que a las selvas me desvío,
huyendo, así de dioses como de hombres,
no sólo las personas, mas los nombres.
Yo soy ninfa del coro
515
de la casta Diana;
perdona si el respeto, si el decoro
por ley divina y obediencia humana
debido a obligaciones naturales,
fuera de prendas tales,
520
te pierdo, pues no puedo obedecerte.
PENEO
¿Cuando esperaba de Tesalia verte,
Dafne, reina y señora, y que me dieras
nietos que en mis riberas
los viera yo mancebos,
525
ya Martes, y ya Febos,
correr gallardos persiguiendo fieras,
inobediente y loca me respondes?
¡Qué bien al grande amor que me has debido,
y a tus obligaciones, correspondes!
530
Pues no me verás más.
DAFNE
¡Padre querido!
Metióse entre las ondas, y cubrióse
de un pabellón de plata.
SILVIA
Entre las aguas va diciendo: «¡Ingrata!»
con murmurar sonoro.
DAFNE
¿Permitióse,
535
Silvia, jamás a ninfa de Diana
que se casase?
SILVIA
Que es locura vana
esto de ninfas: la naturaleza
hizo para los hombres la belleza
por aumentar el mundo.
DAFNE
540
Si un hombre fuera Júpiter segundo,
rey del supremo imperio,
o por este hemisferio
tuviera la belleza de Narciso,
le tuviera en los céspedes que piso:
545
aborrezco los hombres, esto es cierto.
SILVIA
Enojarás a Venus.
DAFNE
Yo te advierto
que della, y de su hijo mal nacido
no se me da...
SILVIA
Detente, que Cupido
es un dios que a los dioses inmortales
550
hace temblar.
DAFNE
Sus bienes y sus males
son para gente loca, ociosa y vana:
yo soy ninfa del coro de Diana.
SILVIA
¡Oh, tanto coro y tanto dianizarte!
DAFNE
¡Váyase Venus a casar con Marte!
(Baje VENUS.)
VENUS
555
Dafne, entre cuantas ninfas
viven estas verdes selvas,
tan soberbia como hermosa,
y como hermosa soberbia:
¿qué blasonas, qué presumes,
560
ingrata a naturaleza,
que no crió a la hermosura
para vivir entre fieras?
¿Sabes que soy de quien hablas?
¿Sabes que los dioses tiemblan
565
del menor rayo une influya
mi dulce amorosa estrella?
¿Sabes que es mi hijo Amor?
¿Sabes que en las almas reina?
¿Sabes que no se resiste
570
pecho mortal de sus flechas?
¿Sabes que aquella armonía
que el cielo y tierra gobierna
es Amor? ¿Sabes que están
pendientes de su cadena
575
los elementos que pone
en paz de su eterna guerra?
¿Sabes que es concordia Amor,
y que el cielo se sustenta
en paz, moviendo sus orbes
580
concertada inteligencia?
¿Por qué el matrimonio huyes,
pues tu mismo ser te enseña
que alma y cuerpo están casados
como el agua con la tierra?
585
¿Qué fiera corre este campo,
qué ave en el aire vuela,
que hasta tener compañía
viva contenta y quieta?
¿Burlas mis razones, Dafne?
590
¿Risa en mi propia presencia?
Pues ¡por Júpiter sagrado...
DAFNE
No prosigas, aunque sea
atrevimiento al respeto
debido por ley eterna
595
a las celestes deidades,
porque no has de hacer que tema
ni de tu estrella los rayos,
ni de tu hijo las flechas.
Yo sirvo y amo a Diana;
600
si eres diosa, diosa es ella
que templará como luna
cuanto abrasares cometa,
voyme a buscar, sin temerte,
la soledad de las selvas;
605
que más que escuchar los hombres,
estimo el tratar con fieras.
(Vase.)
VENUS
¿Hay atrevimiento igual?
SILVIA
Señora, aunque voy con ella,
no soy tan bárbara y loca;
610
suplícole que me tenga
en posesión de mujer
para cuanto me acontezca;
y sepa Su Majestad
que ninguna cosa llega
615
a ser más mal empleada
que hermosura en mujer necia.
¿A los hombres quiere mal?
Que la imite no lo creas.
¿Qué me han hecho a mí los hombres
620
porque yo los aborrezca?
(Vase.)
VENUS
Con razón quedo corrida.
¡Amor, amor!
(Sale CUPIDO con arco y flechas: harále mujer, en hábito corto y bizarro.)
CUPIDO
Dulce reina,
dulce madre, dulce diosa,
dulce llama, dulce estrella.
625
¿Qué me mandas?
VENUS
No estoy yo
para que tan tierno vengas,
puesto que te doy los brazos.
CUPIDO
Soy amor, hablo en mi lengua:
mas ¿quién te ha dado ocasión
630
para el enojo que muestras?
VENUS
Una ninfa de Diana,
un hielo, un alma de piedra,
aquí con mil libertades,
de nuestra deidad blasfema,
635
de nuestro poder se ríe,
de amar los hombres se afrenta.
No eres mi hijo, Cupido,
ni permito que me debas
las alas de que formaste
640
las plumas de tus saetas;
pondré el amor en tu hermano,
no dejaré que me veas
eternamente la cara,
si de Dafne no me vengas.
CUPIDO
645
Conozco a Dafne; hoy haré
que de amores enloquezca;
haréla llorar de celos,
haré que con tristes quejas
y lágrimas rompa el aire,
650
y el seco prado humedezca;
no ha de vivir sólo un punto
con quietud.
VENUS
Venganza fuera
fácil; mas temo a Diana,
que luego me dice afrentas,
655
mis adulterios infama,
y la red de hierro alega
con la risa de los dioses
cuando me vieron en ella
con el dios de las batallas;
660
también dice que en la tierra
quise a Adonis, que hoy es flor,
y que lloré la tragedia
del sangriento jabalí
entre las mirras sabeas
665
de los campos orientales.
CUPIDO
Pues ¿cómo quieres que emprenda
tu venganza?
VENUS
Enamorando
della a quien ella no quiera.
CUPIDO
Ya sabes, madre y señora,
670
que el Amor tiene dos flechas:
una de plomo, otra de oro;
la de plomo es cosa cierta
que causa aborrecimiento;
hiriendo a Dafne con ella,
675
y con la de oro algún dios,
ten por segura la fuerza,
porque al supremo poder
no puede haber resistencia.
VENUS
Será discreta venganza.
CUPIDO
680
Pues si es venganza discreta,
ata con cintas de nácar
el carro de oro las bellas
palomas de jazmín puro;
vuelve a tu luciente esfera,
685
que yo la pondré por obra.
VENUS
De aquellas rosas que engendra
el sacro monte Pangeo,
producidas de mis venas,
te prometo una guirnalda.
CUPIDO
690
Si Juno, si Palas fuera,
te han de rendir vasallaje.
VENUS
Guardaos, mujeres soberbias;
que anda enojado el Amor:
amad, o temed sus flechas.
(Salen FEBO y BATO.)
BATO
695
¿Viste la sierpe?
FEBO
Ya vi
el fiero animal gigante.
BATO
Pues si le tienes delante,
déjame volver a mí.
FEBO
Quiero que seas testigo
700
de que la sierpe maté.
BATO
Sin verlo lo juraré
y sin que vaya contigo,
al uso, de la ciudad,
adonde hay tantos que juran,
705
que escriben y que procuran
lo que nunca fue verdad.
FEBO
Júpiter, que mira el suelo,
les dará justo castigo.
BATO
No teme el falso testigo
710
a Júpiter ni a su cielo.
FEBO
Súbete a ese monte, Bato,
y estarás seguro en él.
BATO
Ya silba el monstruo cruel,
del mismo infierno retrato.
715
Huid las sangrientas garras
de Fitón, ninfas, huid;
pastores, trepad, subid
por esas pardas pizarras;
ya se acerca.
FEBO
Extraño horror
720
me pone el fiero vestiglo,
que desde el primero siglo
no le vio el mundo mayor.
(Sale la sierpe echando fuego.)
Vertiendo fuego me espera:
¡Júpiter, dame favor!
BATO
725
Mátale presto, señor.
FEBO
Yo haré que a mis manos muera;
cumplió el cielo mi esperanza;
bizarro tiro: cayó.
BATO
¡Voto al sol, que le acertó
730
por la mitad de la panza!
FEBO
Baja, Bato; que ya está
vertiendo sangre en el prado.
BATO
Aun no estoy asegurado
hacia la cueva se va.
FEBO
735
Cortaréle la cabeza
para ponella en el templo
de Diana.
BATO
Sois ejemplo
de valor y fortaleza.
Ninfas, pastores, bajad
740
de los montes a los prados:
los escondidos ganados
por el valle apacentad;
ya puede el rojo arrebol
dorar la cándida lana
745
desde la fresca mañana
hasta que se ponga el sol;
ya con las flechas felices
rompió sus manos feroces.
(Salen DAFNE, SIRENA, SILVIA y ALCINO.)
DAFNE
Bato, ¿de qué son las voces?
SIRENA
750
Bato, ¿qué victoria dices?
ALCINO
¿Tú alegre en esta ocasión?
SILVIA
¿Tú sin miedo?
BATO
Sí, alahé;
pues ¿no queréis que lo esté?,
si Febo ha muerto a Fitón?
DAFNE
755
¿Muerto?
BATO
Y cortándole está
la cabeza.
ALCINO
Digna hazaña
de un dios.
SIRENA
De la montaña
bajan los pastores ya.
DAFNE
La fama, desde nosotras,
760
con mil lenguas importunas,
quita los ecos de unas
para ponerlos en otras;
ya se junta todo el valle
para dalle el parabién.
BATO
765
Ya vuestros ojos le ven.
SILVIA
¡Lindo aspecto!
ALCINO
¡Hermoso talle!
(Sale FEBO con la cabeza.)
Hincaos de rodillas todos.
SILVIA
Bato, de rodillas ponte.
BATO
Desde lejos, que aún la temo;
770
verá qué hocico y cogote
que tenía el buen Fitón.
FEBO
Venid seguros, pastores,
que el arco de Febo ha muerto
la destrucción de los montes,
775
el incendio de los valles
y el veneno de los bosques,
para que su protector
de hoy más Tesalia me nombre.
ALCINO
Libertador de la patria,
780
por eternos siglos goces
la gloria de tanta hazaña.
DAFNE
Tú solo mereces nombre
de vencedor inmortal.
SIRENA
A tus pies, Febo, se postre
785
cuanto por el cielo ilustras,
cuanto alumbras por el orbe.
SILVIA
A tus sacras aras, Febo,
ofrezcan mirras y aloes
los más apartados indios.
BATO
790
En grandes obligaciones
nos ha puesto su mercé;
Dios se lo pague y le torne
con bien de cualquier camino
que vaya del Sur al Norte;
795
que cierto que mos comía
ese maldito serpoche
en montañas y en aldeas,
los ganados y los hombres,
ni mos quedaba cochino,
800
aunque su mercé perdone,
que en verdad que los perniles
bien merecen que se nombren;
ni cabritos, ni terneras,
ni conejos, ni pichones,
805
ni mondonguinos, ni gansos;
pues gallinas, diez o doce,
sin pedir una toalla
ni un panecillo, zampóse
de un espetón muchas veces,
810
sin que las plumas lo estorben:
pues lo que es leche no es nada
aunque lo cuente a la postre:
de veinte o treinta calderas,
apenas dejaba el cobre.
(Dentro relinchos; pastores y pastoras, con instrumentos, cantando y bailando, y CUPIDO detrás de ellos.)
815
A la gala de Febo
cantad, pastores,
y coronen sus aras
rosas y flores.
UNA VOZ
Del claro Peneo
820
las verdes riberas,
de Arcadia los bosques,
de Tempe las selvas,
a ofrecerle vengan
precisos dones,
825
y coronen sus aras
rosas y flores.
CUPIDO
Invisible entre esa gente
rústica, bárbara y pobre,
me trae una noble envidia
830
de ver que a Febo coronen
por disparar una flecha,
pues de todo su horizonte
no queda pastor o ninfa
que no le celebre y loe.
835
¡Qué vanaglorioso está!
¡Qué soberbio se antepone
a las deidades celestes!
FEBO
Entre estas peñas y robles
un templo tiene mi hermana,
840
la hermosa Diana, adonde
descansa cuando en las selvas,
fieras sigue, ciervos corre;
porque es Diosa de la caza,
y porque Arcadia la invoque,
845
la cabeza de Fitón
quiero que su templo adorne.
ALCINO
Ya, de tu victoria alegre,
los blancos velos descoge.
(El templo se abra, y se vea DIANA en altar con un venablo y un perro al lado, como la pintan.)
FEBO
Entre tus sacros trofeos
850
permite, Diosa triforme,
que a tu noble templo ofrezcan
pastores y cazadores,
tenga lugar esta fiera,
porque no es justo que honre
855
otro altar victoria mía.
DIANA
Febo, tan grandes favores
sólo mi amor los merece;
cuantos tigres y leones
tiene el Asia, cuantas fieras
860
y armados rinocerontes,
no pudieran ser despojos,
ni en todo el mundo mayores,
que de Fitón la cabeza;
esta ilustre y sobredore
865
los demás triunfos y ofrendas
con que mis aras componen;
cuando en las selvas Diana,
y cuando Luna en la noche,
a honrarme vendré con gusto
870
de una fiera tan disforme.
FEBO
No por lustros y olimpiadas,
pastores, de hoy más se note
mi triunfo, sino por años;
mirad que esta ley impone
875
Febo en premio desta hazaña
porque mi victoria logre
la memoria que merece;
y quiero que nombre tomen,
estas fiestas que instituyo
880
de Fitón, juegos fitones.
Daré premio a los que fueren
ya en la lucha los mejores,
ya en correr, ya en hacer versos,
en otras gracias conformes
885
la fiesta de aquel día.
ALCINO
¡Viva Febo!
BATO
A Marte asombre
este triunfo.
SIRENA
¡Víctor, Febo!
DAFNE
Cantad y ofrecedle flores.
(Cantan.)
A la gala de Febo
890
cantad, pastores, etc.
(Todos se van cantando; quedan FEBO y CUPIDO.)
FEBO
¿Ha llegado ningún dios,
de cuantos sobre las torres
cristalinas de los cielos
tienen asiento en sus orbes,
895
a tanta fama, a tal gloria,
a tal triunfo, a tanto nombre?
Vulcano es un vil herrero,
¿qué importa que rayos forje?
Mercurio un tratante humilde,
900
estafeta de la corte
de los dioses celestiales;
pues Marte, de que interrompe
la paz del mundo se alabe,
y de formar escuadrones,
905
rizar plumas, limpiar armas,
lanzas, espadas y estoques;
pues Neptuno, con sus vientos
y sus delfines veloces,
¿quién puede ser?
CUPIDO
Yo no puedo,
910
Febo, sufrir que blasones,
afrentando las deidades,
ni que a presumir te arrojes
por una hazaña tan vil,
que cuando a esta tierra importe,
915
más fue acierto que valor.
¿Quieres que todos te adoren
cuantos en Tesalia viven
con dioses, que protectores
tuvieron por tantos siglos,
920
y no es bien que los provoques?
Vete a matar liebres viles,
si cazador te dispones,
y si sol, a ver hazañas
que de mi valor te informen;
925
que yo, de los dioses todos
el menor, si a mí me escogen,
humillaré tus soberbias,
vengaré tus sinrazones,
haré...
FEBO
Detente, rapaz,
930
si no quieres que de un golpe
deje sin Amor el mundo.
CUPIDO
¿Tú a mí? Mal me conoces.
FEBO
Sí conozco: ¿no eres tú
el que inventó las traiciones,
935
los agravios, las bajezas,
las guerras, los tratos dobles,
los adulterios, los celos,
y otras tantas invenciones,
con que no hay cielo que dejes,
940
ni tierra que no alborotes?
¿No eres tú el hijo de Venus,
dama que vivió sin orden
en Chipre por tantos años?
No dudes de que te sobren
945
padres nobles y plebeyos:
el que quisieres escoge.
CUPIDO
¿Fue la tuya más horrenda,
cuyas peregrinaciones
sabe Delfos, y las cantan
950
las ranas con roncas voces,
trocando en pellejos verdes
sus labradores capotes?
¿Qué respondes?
FEBO
Por muchacho
no te arrojo, niño enorme,
955
desotra parte del cielo.
CUPIDO
Poco a poco y no me apoques:
¿qué gigantes fulminaste?
¿Qué rayos tiraste entonces,
que tales soberbias dices?
960
Si matar fieras feroces
es gloria, mayor será
matar las almas de amores.
¿Es blasón rendir las fieras,
más que herir los corazones?
965
Tú flechas visibles tiras,
yo invisibles, tan veloces
que no hay resistencia humana
que su ejecución estorbe.
Mira tú: del arco y flechas,
970
¿quién puede con más razones
blasonar?
FEBO
Mira, Cupido:
dejando aparte que pones
fuego al mundo, que disculpa
neciamente tus errores,
975
tus tragedias y venganzas,
de que a los hombres despojes
de su libertad, no arguyo
tu valor.
CUPIDO
Eso respondes:
pues ¿qué animal es igual
980
al hombre?
FEBO
Los que te acogen
son hombres desocupados
que viven en ocio torpe:
¿qué virtudes has vencido?
CUPIDO
No quiero afrentar los dioses
985
ni cansarte con ejemplos.
¿Tú no te precias de noble,
de sabio y valiente?
FEBO
Sí.
CUPIDO
Y si te hiciese que llores
de amor, ¿qué dirás?
FEBO
¿Yo?
CUPIDO
Tú.
FEBO
990
Vete, infame, y no me enojes.
CUPIDO
A la prueba, y sean testigos
esos cielos que nos oyen.
FEBO
Tengo impenetrable el alma.
CUPIDO
Yo soy rayo.
FEBO
Yo soy bronce.
CUPIDO
995
Yo te haré, cera.
FEBO
Soy sol.
CUPIDO
Si eres sol, serás Faetonte;
que para fuerzas de amor,
ni valen hielos ni soles.