FRANKENSTEIN o el moderno PROMETEO
de Mary Shelley

FRANKENSTEIN o el moderno PROMETEO, también película de 1931. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. Frankenstein (título completo: Frankenstein o el moderno Prometeo) es una obra literaria de la escritora inglesa Mary Shelley. Publicado en 1818 y enmarcado en la tradición de la novela gótica, el texto explora temas tales como la moral científica, la creación y destrucción de vida y la audacia de la humanidad en su relación con Dios. De ahí, el subtítulo de la obra: el protagonista intenta rivalizar en poder con Dios, como una suerte de Prometeo moderno que arrebata el fuego sagrado de la vida a la divinidad. Es considerado como el primer texto del género ciencia ficción.

 

Génesis []

 

Durante el verano boreal de 1816, el año sin verano, el hemisferio norte soportó un largo y frío «invierno volcánico» debido a la erupción del volcán Tambora. Durante este terrible año, Mary Shelley y su marido Percy Bysshe Shelley hicieron una visita a su amigo Lord Byron que entonces residía en Villa Diodati, Suiza. Después de leer una antología alemana de historias de fantasmas, Byron retó a los Shelley y a su médico personal John Polidori a componer, cada uno, una historia de terror. De los cuatro, sólo Polidori completó la historia, pero Mary concibió una idea: esa idea fue el germen de la que es considerada la primera historia moderna de ciencia ficción y una excelente novela de terror gótico. Pocos días después tuvo una pesadilla o ensoñación y escribió lo que sería el cuarto capítulo del libro. Se basó en las conversaciones que mantenían con frecuencia Polidori y Percy Shelley respecto de las nuevas investigaciones sobre Luigi Galvani y de Erasmus Darwin que trataban sobre el poder de la electricidad para revivir cuerpos ya inertes.

 

También es interesante señalar que Byron se las arregló para escribir un fragmento basado en las leyendas sobre vampiros que había oído durante sus viajes a través de los Balcanes. Polidori utilizó este fragmento para crear la novela El vampiro en 1819, que es también la primera referencia literaria de este subgénero del terror. Así que, en cierta manera, los temas de Frankenstein y el vampiro fueron creados más o menos en la misma circunstancia.

 

Para la consecución final de su obra Mary recurrió a su amado Percy para que le ayudara en sus errores gramaticales y en la fluidez del texto en 1817, en su estancia en Marlow. En 1831 Mary llegó a reescribir la obra entera, algo que ya tenía pensado desde 1818.

 

Gracias al manuscrito original encontrado en la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford se pudo realizar la edición de la obra original, sin intervención de Percy Shelley, al que por otra parte habría que reconocer la coautoría de la edición de 1818. Por tanto tenemos tres ediciones de la obra: la original de 1817, la modificada de 1818 con la ayuda de Percy Shelley, y la reescrita en 1831. La edición original se muestra más descarnada y dura.

 

Poco después de Frankenstein hubo varios relatos que utilizaban la inmortalidad como argumento, como el relato vampírico titulado El esqueleto del Conde o La amante vampiro, en donde el Conde revive a una fallecida muchacha utilizando la electricidad. Esta obra fue realizada por Elizabeth Caroline Grey, según investigaciones de Peter Haining.

 

Respecto del personaje del doctor Frankenstein cabe señalar que una referencia fue el científico amateur Andrew Crosse. Mary Shelley conocía las actividades de Crosse, contemporáneo suyo, a través de un amigo común, el poeta Robert Southey. Andrew Crosse solía experimentar con cadáveres y electricidad (en aquel entonces una energía apenas estudiada y rodeada de un halo de misterio y omnipotencia). El 28 de diciembre de 1814 Mary asistió, junto a su esposo, a una conferencia del extravagante científico. En ella le conoció personalmente y extrajo muchos datos acerca de la forma en la que afirmaba crear vida a partir de la electricidad. En 1807, Crosse había empezado el experimento de creación de vida a partir de «electro-cristalización» de materia inanimada. El mismo año afirmó haber creado pequeñas criaturas en forma de insectos que lograban andar y desenvolverse por sí mismas: «el insecto perfecto, de pie sobre unas pocas cerdas que formaban su cola». El científico nunca llegó a explicar el supuesto fenómeno como así reconocería más adelante. En 1807 había consenso científico respecto a descartar la generación espontánea como origen de la vida, si bien la esterilización de las muestras no era una práctica extendida ni seguramente conocida por un experimentador sin formación. Muy probablemente Crosse sólo criara pequeños insectos a partir de huevos depositados en su «materia inanimada».

 

La dura oposición a Crosse no sólo fue científica sino religiosa y optó por retirarse a la soledad de su mansión de Fyne Court. Los estamentos eclesiásticos consideraron a Crosse un ser endemoniado. Se llegó al extremo de que el reverendo Philip Smith tuvo que celebrar una serie de exorcismos en todas las propiedades de Andrew Crosse, en sus equipos de trabajo y sobre su propia persona. Crosse se volvió huraño y desconfiado, aunque continuó investigando. Sin embargo el 26 de mayo de 1855 tuvo un ataque de parálisis del que nunca se recuperó. El 6 de julio del mismo año falleció. La mansión de Fyne Court fue pasto de las llamas, y con ellas se fueron el laboratorio y los archivos del hombre que afirmó haber creado vida.

 

Temática []

 

La novela se subtitula El moderno Prometeo, sugiriendo de esta manera la principal fuente de su inspiración. Una de las obras favoritas de Byron era la obra teatral de Esquilo, y el propio Percy Shelley escribió sobre el tema. Prometeo también se presenta a veces como el escultor de la humanidad, un titán que, según explicaría esta leyenda, creó al hombre a partir de la arcilla. La novela no es una simple reescritura del mito clásico, ya que, a diferencia del titán, el moderno Prometeo no es castigado por los dioses, sino por su propia creación. En cierto sentido, el de Prometeo es otra elaboración del mito de diferenciación entre la humanidad y la naturaleza, por el conocimiento y la técnica, y el castigo que ello conlleva, y tiene conexiones con la idea bíblica del demonio. La descripción de la criatura realizada por Mary Shelley se nutre directamente del personaje de Satán en el "Paraíso perdido" de John Milton (uno de los hitos en la historia de la literatura británica, muy valorado por los intelectuales de principios del siglo XVIII).

 

En cierta forma Frankenstein es una alegoría de la perversión que puede traer el desarrollo científico; concebido y escrito durante las fases tempranas de la revolución industrial, una época de cambios dramáticos, detrás de los experimentos de Víctor Frankenstein está la búsqueda del poder divino: ¿qué mayor poder que el propio acto de creación de la vida? Así, el total desprecio que muestra Frankenstein por la naturaleza puede ser considerado como símbolo de las fuerzas imperiosas que desata el permisivo capitalismo naciente, que no respeta la dignidad básica del ser humano. De hecho, la rebelión de la criatura contra su creador es un claro mensaje del castigo que deriva del uso irresponsable de la tecnología, siendo el mal sólo una consecuencia imprevista de este uso.

 

Otra lectura del texto descubre en él una alegoría del embarazo y de los miedos frecuentes que las mujeres tenían en tiempos de Shelley de que el nacimiento acarrease consecuencias fatales para la madre o para los fetos prematuros. Esta interpretación se sustenta en el hecho de que Mary Shelley había tenido un parto prematuro poco antes del verano de 1816. Así, al igual que Mary, Víctor estaría obsesionado por la idea de que la criatura escapara a su control y pudiera ejercer el libre albedrío en un mundo que le afectaría de una u otra manera. Se argumenta a favor de este análisis que el personaje de Víctor teme, durante gran parte de la novela, que la criatura pueda destruirle asesinando a todos los que él más quiere y aprecia.

 

El nombre de Frankenstein probablemente alude al pueblo del mismo nombre (entonces alemán, hoy en Polonia), donde se extraía plata y oro con nuevos procedimientos químicos que comportaron importantes problemas de salud. Otra teoría sostiene que refiere a un castillo cercano a Darmstadt, donde un notorio alquimista, llamado Johann Conrad Dippel, hizo algunos experimentos con cuerpos humanos. Mary Shelley habría conocido el castillo durante su viaje a Suiza.

 

La elección de la Universidad de la ciudad bávara de Ingolstadt como escenario de los experimentos de Víctor Frankenstein bien puede responder a la fama que tenía su departamento de medicina alrededor de 1800, año en el que fue cerrado. También se suele señalar que la sociedad secreta de los Illuminati fue fundada en esta ciudad y que Percy Shelley era miembro de dicha organización. De hecho, la alquimia era muy popular entre los románticos en aquella época y en el entorno de los Shelley. Por otra parte, era una idea corriente que la humanidad podía llegar a insuflar la chispa de la vida en la materia muerta (véase Galvanismo).

 

 

Frankenstein (película de 1931)

 

 

Frankenstein (conocida como El doctor Frankenstein en España y como Frankenstein, el autor del monstruo en Uruguay) es una película de terror de 1931 producida por Universal Pictures y dirigida por James Whale. Es una adaptación de la obra de teatro de Peggy Webling, que a su vez está basada en la novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley. Está protagonizada, entre otros, por Boris Karloff y Colin Clive. Tras su estreno se realizó una secuela titulada La novia de Frankenstein (1935), dirigida por el propio Whale.

 

Argumento[]

 

El Dr. Henry Frankenstein (Colin Clive), un joven y apasionado científico, asistido por el jorobado Fritz (Dwight Frye), crea un cuerpo humano, cuyas partes han sido recolectadas secretamente y de varias fuentes. El anhelo que consume al doctor es el de crear vida humana a través de varios artefactos eléctricos perfeccionados por él mismo.

 

Elizabeth (Mae Clarke), su prometida, esta preocupada a causa de las peculiares acciones de su prometido. Ella no puede entender por qué él se enclaustra en una abandonada torreta, la cual ha equipado como laboratorio, y se rehúsa a ver a nadie. Ella y su amigo, Victor Moritz (John Boles), acuden al Dr. Waldman (Edward Van Sloan), su viejo profesor de medicina, y piden su ayuda para recuperar al joven científico de los experimentos que absorben todo su tiempo. Elizabeth, intentando rescatar a Frankenstein, llega justo cuando el joven médico está realizando sus últimas pruebas. Los tres observan a Frankenstein y al jorobado como alzan a la criatura muerta colocada sobre una mesa de operaciones, hasta la cima de la habitación, hacia una apertura en la cima del laboratorio. Entonces se escucha un tremendo trueno y el cuerpo es bajado. Es entonces que Frankenstein descubre que su creación comienza a moverse.

 

El monstruo que manufacturan (Boris Karloff), extrañamente espantoso, grotesco e inhumano, es retenido en un calabozo en la torre del castillo. A causa del error de Fritz, el cerebro de un criminal fue utilizado en el experimento de Frankenstein resultando en que el monstruo solo conoce de odio, horror y asesinar. Mientras Frankenstein y el Dr. Waldman conversan en el laboratorio, escuchan un grito proveniente del calabozo; al llegar descubren que el monstruo había asesinado a Fritz. El monstruo amenaza con atacarlos, pero ellos huyen rápidamente, cerrando la puerta del calabozo. Frankenstein abre la puerta para distraerlo con una antorcha, mientras que el Dr. le aplica una potente inyección que deja inconsciente a la bestia.

 

El Dr. Waldman trata de destruir a la criatura inconsciente, la cual, sin embargo, despierta y lo estrangula. El monstruo escapa de la torre y camina sin rumbo fijo. Luego tiene un breve encuentro con la pequeña hija de un granjero, María, quien le pide que juegue con ella arrojando flores al lago para que parezcan pequeños botes. El monstruo disfruta del juego, pero al no tener más flores levanta a la pequeña y la arroja al lago, quien muere ahogada. La criatura se aleja apesadumbrada.

 

Con las preparaciones para la boda completadas, Frankenstein es nuevamente el mismo de siempre y junto a Elizabeth están listos para casarse tan pronto como el Dr. Waldman arribe. De pronto, Victor entra apresurado, diciendo que el Doctor ha sido encontrado estrangulado en su sala de operación. Frankenstein sospecha del monstruo, y un escalofriante chillido lo convence de que el enemigo está en la casa. El monstruo ha entrado en la habitación de Elizabeth. Cuando los buscadores llegan, la encuentran inconsciente sobre la cama. El monstruo ha escapado.

 

Liderando a una turba iracunda, Frankestein busca al monstruo en la campiña y sus alrededores. Al separarse del grupo es descubierto por el monstruo, el cual salta encima de su presa y, cargando con él, se lo lleva a un viejo molino. Los campesinos escuchan sus gritos y los siguen. Finalmente cuando llegan al molino, encuentran al monstruo que ha subido a la cima del mismo arrastrando a Frankestein con él. Repentinamente, en un despliegue de cólera, arroja al joven científico al suelo, quien sobrevive al golpe. Algunos pobladores de la villa lo llevan apresurados a su casa mientras otros se quedan para quemar el molino y destruir al monstruo atrapado dentro.

 

Después, de vuelta en el Castillo Frankenstein, el padre de Frankenstein, el Barón Frankenstein (Frederick Kerr) celebra las bodas de su hijo ya recuperado con un brindis por su futuro nieto.

 

Reparto[]

 

Colin Clive .... Dr. Henry Frankenstein

Mae Clarke .... Elizabeth (novia de Henry)

John Boles .... Victor Moritz

Boris Karloff .... El monstruo de Frankenstein

Edward Van Sloan ....Dr. Waldman

Frederick Kerr .... Baron Frankenstein

Dwight Frye .... Fritz

Lionel Belmore .... Herr Vogel (el burgomaestre)

Marilyn Harris .... La pequeña María

 

Producción[]

 

El estudio Universal Pictures decidió hacer una película de terror basada en la novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley, pero en vez de adaptar directamente el libro adquirió los derechos de una obra de teatro realizada por Peggy Webling, que estaba a su vez inspirada en la historia de Shelley. El guion estuvo a cargo de Francis Edward Faragoh y Garrett Fort. Entre los posibles directores estuvieron George Melford y el francés Robert Florey,3 pero el trabajo fue finalmente asignado a James Whale.

 

Una de las primeras opciones analizadas para interpretar al monstruo de Frankenstein fue Bela Lugosi, quien había protagonizado otra película de Universal Pictures, Dracula (1931). Sin embargo, Lugosi rechazó el papel debido a que no poseía diálogos y a que estaría cubierto de maquillaje. Tras esto fue escogido el actor británico Boris Karloff. El actor no aparece en los créditos iniciales de la película, siendo su lugar ocupado por un signo de interrogación; solo en los créditos finales se aclara que es Karloff quien interpreta al monstruo. Bette Davis fue considerada para interpretar a Elizabeth, pero finalmente Mae Clarke obtuvo el papel. En la película participaron también Dwight Frye como Fritz y Edward Van Sloan como Dr. Waldman; ambos habían actuado con anterioridad en Dracula.

 

El maquillaje de Karloff estuvo a cargo de Jack Pierce, quien trabajaba cerca de cuatro horas para lograr la apariencia de la criatura. Existe controversia respecto de quién creó el diseño del monstruo, ya que algunas fuentes mencionan al director James Whale y otras a Jack Pierce. Además del maquillaje, Karloff debió usar botas especiales para aumentar su estatura en pantalla, así como puntales de acero en las piernas para tener un andar tambaleante.

 

La escenografía de la película fue diseñada por Herman Rosse, y los aparatos eléctricos que están en el laboratorio de Frankenstein fueron hechos por Kenneth Strickfaden. Entre las influencias visuales de la película se encuentran cintas alemanas como El gabinete del doctor Caligari (1920), El Golem (1920) y Metrópolis (1927). La película no tiene banda sonora, con excepción de los créditos iniciales y finales.

 

Estreno[]

 

La película fue estrenada el 21 de noviembre de 1931 en Estados Unidos. Su título fue traducido como El doctor Frankenstein en España y como Frankenstein, el autor del monstruo en Uruguay.

 

Recepción[]

 

Frankenstein obtuvo una buena respuesta por parte de la crítica cinematográfica, siendo citada como una de las mejores películas de 1931, e incluida en listas de las mejores cintas de la historia. La película posee un 100% de comentarios "frescos" en el sitio web Rotten Tomatoes, basado en un total de 39 críticas.17 En 1991, fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos junto a otros trabajos para ser preservada en el National Film Registry.

 

El American Film Institute la incluyó en varias de sus listas. La ubicó en el puesto número 87 de las mejores películas de todos los tiempos, y en el puesto número 56 de la lista 100 años... 100 sustos. La frase "Está vivo. ¡Está vivo!", que exclama el doctor Frankenstein, fue seleccionada en la lista 100 años... 100 frases. También fue incluida como candidata de algunas categorías, sin lograr ser seleccionada para las listas definitivas, como la de ciencia ficción, la lista del décimo aniversario, y la de 100 años... 100 héroes y villanos (en esta última estuvieron nominados Henry Frankenstein y el monstruo en la categoría de "villanos").

 

En 2004, el periódico The New York Times la incluyó en una selección de las 1000 mejores películas de la historia. Por su parte, la Chicago Film Critics Association la ubicó en el puesto número 14 de las películas más terroríficas de todos los tiempos. La revista Time la incluyó ente las mejores 25 películas de terror de la historia.

 

Otras películas[]

 

La película tuvo varias secuelas, todas producidas por Universal Pictures. La primera fue La novia de Frankenstein de 1935, dirigida nuevamente por James Whale, y con la participación de Boris Karloff y Colin Clive como el monstruo y el doctor Frankenstein, respectivamente. Cuatro años más tarde se estrenó Son of Frankenstein, que fue dirigida por Rowland V. Lee. Karloff volvió a actuar como el monstruo en esa cinta, siendo la última vez que lo interpretó en una película.

 

En 1942 se estrenó The Ghost of Frankenstein, donde Lon Chaney, Jr. interpretó al monstruo. La película fue seguida por Frankenstein Meets the Wolf Man (1943), que juntó al monstruo de Frankenstein con el hombre lobo. En aquella cinta el monstruo fue interpretado por Bela Lugosi. Los siguientes filmes fueron House of Frankenstein (1944) y House of Dracula (1945).

 

En 1948 Universal estrenó la cinta Abbott and Costello Meet Frankenstein, protagonizada por el dúo cómico Abbott y Costello, y en la cual aparecen Drácula, el monstruo de Frankenstein y el hombre lobo. La película cómica Young Frankenstein (1974) parodió elementos de las primeras películas de la saga.