COPOS DE NIEVE
Medio Ambiente

 COPOS DE NIEVE

 

 

De cómo dos jóvenes aventureros aprendieron el duro oficio de ser troperos durante 40 días en la Patagonia se trata esta historia protagonizada por nueve mil ovejas

 

07/07/2013 Fuente lanacion. La rutina es siempre así: las ovejas comen todo el verano de un lado del río, engordan, y como para cuando llega el invierno la nieve ya tapa los alambrados del campo y no les queda más alimento tienen que mudarse al otro lado del río, donde habrá un montón de pasto nuevo para ellas. No pueden hacerlo solas, claro. Necesitan de unos siete u ocho hombres voluntariosos y algo así como una veintena de perros chuscos para mantenerse juntas y cruzar el puente. Un arreo, cuarenta días. Toda una temporada antes de volver a empezar.

 

Silvestre Seré tiene 25 años y antes que fotógrafo de aventuras es un viajero incansable. Vive en Villa La Angostura, donde trabaja, además, como intrépido guía de turistas extranjeros que buscan programas a medida que les muestren el sur con otros ojos. Ezequiel Detry, de sólo 20, es su amigo y compañero de ruta. En abril último, Silvestre y Ezequiel llegaron a la estancia Tucu Tucu, en Santa Cruz (en el límite con Chile y cinco horas al noroeste de Gobernador Gregores), movidos por la curiosidad y la inquietud de sus propios espíritus para iniciarse en el oficio de ser troperos. En suma, 9000 ovejas, claras y lanudas -más blancas todavía bajo la nieve- que guiar durante un mes y medio. Caminar los días, acampar las noches (con fogón, leyendas y todo lo demás). Y antes de salir con la tropa a la invernada, preparar los animales: vacunarlos, marcarlos (llevan en la oreja la seña de la estancia) y pintarlos (según sexo y edad); una tarea que demanda un a semana.