El Cantar del Mio Cid
Bienes arqueológicos, paleontológicos

El Cantar del Mio Cid

 

 

12/09/2013 Fuente historiayarqueologia. En la última parte del cantar, el de la afrenta de Corpes, los infantes de Carrión (tachados de pusilánimes y cobardes y objeto de burlas por parte de los hombres del Cid), deciden vengarse en las hijas del caballero castellano, a las que violan y abandonan en el robledal de Corpes. Ante esto El Cid pide justicia al rey, quien convoca unas cortes donde se restaura el honor afrentado. Las hijas de El Cid terminan casándose con los infantes de Navarra y Aragón (la afrenta no sólo es vengada sino que el honor es restaurado aspirando las hijas a un rango mucho mayor, emparentando el Cid con la realeza).

 

El Cantar del Mío Cid, destaca por encima de otros cantares europeos por su componente humano y de superación personal. Aunque es un cantar de gesta que tiende a la magnificación artificial del héroe, por medio de constantes recursos estilísticos como el del epíteto épico, el Cid no deja de ser un hombre. El caballero no lucha contra dragones, trolls, ni personajes mitificados, lucha contra hombres mortales, como él. Además, el Cid, se comporta en todo momento de una forma recta y justa, con independencia de ante quien se encuentre- Incluso osa enfrentarse y cuestionar a su rey, movido por el ideal de justicia, el Cid no se amilana.

 

El eje central del poema es el honor y la superación personal. El noble castellano, desterrado y despojado de su honor, recorre las tierras castellanas combatiendo y deshaciendo entuertos, siempre en nombre de su rey (del cual nunca reniega pese a su destierro). Es en ésta época donde se refleja la nobleza de espíritu del héroe.

 

En una tierra conquistada por el enemigo musulmán, el Cid no distingue a los hombres nada más que por su persona, siendo justo y magnánimo con el enemigo, cuando éste se comporta de forma honrosa y honorable. Al mismo tiempo, castiga a los suyos, cuando estos son traidores y no se comportan conforme a las leyes de la caballería, la justicia o la cristiandad.

 

Las pruebas y dificultades a las que se ve sometido el caballero en su intento de reconquistar su honor no son pocas, pero la entereza y el justo obrar, le llevan no sólo a conseguir recuperarlo, sino a superar su estatus original, llegando a emparentar con la nobleza, el estatus más alto al que se podía aspirar. Ésta es la moraleja del poema, la superación personal y la recompensa por obrar de forma justa en todo momento.

 

cantar de mio cid

 

Otro factor importante que distingue la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador, de las de otros héroes como Roldán, nos la encontramos en el momento de su muerte, cuando el Cid (un soldado de Dios, nacido para combatir) gana su última batalla después de muerto. No es que resucite o que se espere su regreso en el momento de máxima necesidad (como en la historia bretona del rey Arturo) sino que muerto (como mortal que es) es ensillado en su caballo y su mera visión (la estampa de su gloria) le concede la victoria, estando éste yerto.

 

Por todo lo mencionado, el Cantar del Mío Cid, es uno de los más importantes cantares de gesta europeos, por su métrica y composición, así como por los valores y el mensaje que transmite aquel noble castellano, que en buena hora nació…