LEONARDO DA VINCI AL SERVICIO DE CÉSAR BORGIA

11/07/2013 Fuente historiayarqueologia. La primera vez que se encontraron Leonardo y César fue en la primavera de 1501, la misma época en que tenía lugar el asedio de Faenza. Por entonces, Leonardo aún no aparecía orlado por esa fama de genio universal con la que posteriormente fue reconocido, sino que se trataba de un simple hombre de mediana edad y aspecto humilde que vagaba de corte en corte en busca de algún mecenas que apostara por su talento.

No hacía mucho tiempo que había perdido la protección de Ludovico el Moro, quien había sido capturado por Luis XII de Francia, y tampoco en Florencia lograba obtener encargo alguno. Decidió entonces presentarse ante el Valentino, hablarle de sus dotes para la arquitectura y exponerle los proyectos de ingeniería de los que se había jactado ante Ludovico, pero que nunca había puesto en práctica; por supuesto, no olvidó tampoco mencionar su talento para la pintura, la música, la anatomía e incluso señaló que podría hacer un buen papel organizando espectáculos, fiestas y mascaradas.

Pese a que aún no había encontrado al gran mecenas que confiase en su genio, cierta fama le precedía, y César no dudó en contratarlo como arquitecto e ingeniero general. Para él realizó obras destacables como el proyecto del canal de Cesena a Porto Cesenatico o el plano de Imola, y no dudó en aportar su talento para mejorar la eficacia militar del Valentino, diseñando catapultas y plataformas inclinadas con las que acceder de manera más eficaz a los bastiones sitiados.