La "magia" del Cedin choca contra la dura realidad de las reservas y e
Comercio Exterior

La "magia" del Cedin choca contra la dura realidad de las reservas y el peligro a una crisis del sector externo

 

 

05-08-2013 Fuente iprofesional. El BCRA sigue perdiendo divisas y esta caída se agudizará aun más por los próximos vencimientos de deuda. A esto se suma que la "cuasimoneda" lanzada por la administración K no repunta. Expertos advierten que será necesario que el Gobierno avance con medidas de fondo y no con paliativos

 

Desde la instauración del cepo cambiario, uno de los mayores dolores de cabeza que enfrenta el Gobierno es la caída en el stock de reservas, que pasaron de unos u$s47.000 millones a cerca de u$s37.000 millones pese a -paradójicamente- tener el "monopolio" de la compra:

 

A esta altura, resulta obvio que las diferentes acciones que se impulsaron desde el área oficial -como las restricciones cambiarias- poco sirvieron para evitar este drenaje, ya que en un año la entidad resignó el 20% del stock.

 

Desde el lado de la generación de divisas, resulta claro que las exportaciones han perdido buena parte de su dinamismo, mientras que las importaciones -su contraparte- están al "acecho" de cualquier grieta en los controles.

 

Para redondear un escenario poco alentador, se debe sumar el impacto de los crecientes déficit energético y turístico y la decisión de pagar todos los vencimientos de deuda exclusivamente en efectivo.

 

En el gremio de los economistas hay consenso de que, ante este panorama, el organismo dirigido por Mercedes Marcó del Pont debería tomar alguna medida para que el drenaje no llegue a niveles que pongan aun más en riesgo la situación económica del país.

 

En este contexto, la consultora M&S, dirigida por Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo, plantea los interrogantes sobre cuándo se darán estas medidas correctivas y, básicamente, qué es lo que el Gobierno hará.

 

La primera de las preguntas la responde el propio devenir de los acontecimientos, ya que las elecciones de octubre imponen un freno a cualquier avance que implique una modificación abrupta.

 

Por lo pronto, es de esperar que Moreno utilice su "artillería" para tratar de mantener a raya al dólar blue. Es que una suba en su cotización -en particular si llega a los dos dígitos- genera una gran sensación de incertidumbre en la opinión pública.

 

A esta visión debe sumarse un factor adicional: la escasa posibilidad de reforzar el control de cambios en materia de turismo al exterior, ya que ello generaría un mayor malestar entre la población y daría lugar a una presión adicional sobre el paralelo.

 

Tercer trimestre complicado

Hasta octubre existen compromisos por pagos de deuda del orden de los u$s2.100 millones, de los cuales la mayor parte corresponde a la cancelación del Bonar VII.

 

Ya en el último trimestre de este 2013, las obligaciones a cubrir se reducen a solo u$s200 millones. Por lo tanto, en lo que resta del año, el Banco Central deberá hacer frente a cancelaciones equivalentes al 6% de los fondos que administra.

 

"Los vencimientos de capital e intereses de varios bonos van a tener fuerte impacto de aquí a diciembre", señala el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.

 

"Pero -agrega- más allá de estas obligaciones, las reservas han venido bajando de por sí unos u$s1.000 millones por mes. Esto se debe, en parte, a que el Gobierno no tiene acceso al crédito internacional y debe recostarse en la única fuente que tiene a mano: el Banco Central".

 

"Se calcula que las arcas estatales bajarán a cerca de u$s30.000 millones para fin de año. Caer por debajo de este piso ya sería entrar en una zona de peligro, ya que apenas se cubrirían 3 o 4 meses de importaciones", consigna Pignanelli.

 

El experto recuerda que "la evolución de las reservas es preocupante, porque las mayores crisis del país se debieron a problemas en las cuentas externas".

 

En su visión, una de las soluciones pasa por cambiar los lineamientos del modelo económico K, aunque ve difícil que esto pueda suceder en el corto plazo.

 

En primer lugar plantea que debe "bajarse la inflación para evitar un mayor atraso cambiario", que es lo que hace que varios sectores de la economía incrementen los precios de los bienes y servicios que ofrecen como forma de "cubrirse ante una corrección del dólar oficial".

 

Al mismo tiempo, Pignanelli manifiesta que la estrategia de pagar con reservas "no tiene sentido".

 

"Argentina no puede seguir pensando en seguir autofinanciándose, necesita sí o sí salir al mercado externo", recalca.

 

Para el ex titular del BCRA, de no corregirse esta situación a tiempo se llegará a un "estrangulamiento del sector externo".

 

Según Jorge Todesca, director de Finsoport, el problema de las reservas del BCRA es más serio de lo que parece.

 

"Las que son líquidas, es decir las realmente utilizables, son u$s10.000 millones menos que las cifras publicadas. Porque éstas toman en cuenta derechos especiales de giro, tenencia de oro y otras divisas y ventas a futuro de dólares del Banco Central", afirma.

 

El analista sostiene que las mismas se reducen a unos u$s27.000 millones, lejos de los u$s37.000 millones que informa el BCRA.

 

"Lo preocupante de la actual situación es que estamos por debajo de nivel que había en 2001. Por otro lado, no hay tantos depósitos en dólares, como había en ese momento en el sistema financiero, pues buena parte de los mismos ya fueron retirados", sentencia Todesca.

 

Son varios los analistas que, al igual que él, muestran su marcada preocupación al ver que no hay razones para suponer que este descenso de fondos pueda detenerse.

 

Una pócima mágica llamada "Cedin"

La última iniciativa puesta en marcha y que fuera anunciada con gran despliegue fue el blanqueo de capitales y el lanzamiento del Cedin.

 

Más allá de cómo se lo ha venido adecuando para hacerlo más atractivo, la consultora de Melconian lo define como un instrumento que el Gobierno quiere que sea "mágico", y al que le fueron endosados tres objetivos a la vez:

 

• Sumar reservas.

• Moderar la cotización del blue.

• Revitalizar el mercado inmobiliario.

 

Pero Melconian se muestra un tanto escéptico respecto al éxito que pudiera tener esta cuasimoneda en su cruzada para resolver estas tres cuestiones.

 

"Si bien la clave de la medida es el monto que finalmente se blanquee, el Cedin no solucionará los problemas que intenta atacar: no sumará reservas, no afectará el precio del dólar paralelo y apenas reactivará el negocio inmobiliario", considera Melconian.

 

"Había generado una expectativa fuera de lo común, pero en la práctica no va a servir de mucho", coincide en afirmar Pignanelli.

 

Con mayor contundencia se expresa otro ex titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay: "El Cedin es el contrabando de dólares truchos con el que se intentó calmar al paralelo hasta las elecciones".

 

Desde la city porteña, un reconocido operador también se muestra escéptico: "Se trata de un experimento cambiario y monetario que se irá deshilvanando, hasta terminar pasando sin pena ni gloria".

 

En tal sentido, las magras cifras de adhesión no hacen otra que cosa que demostrar que por el momento el resultado está muy lejos de aquellos u$s4.000 millones que prometía captar Moreno.

 

Cumplido un mes desde su lanzamiento, apenas se han concretado 366 operaciones por un total de u$s11,4 millones, lo que implica un promedio por certificado de poco más de u$s30.000.

 

De ese total, el 72% se negoció en el Banco Nación, aunque el monto que captó dicha entidad apenas fue el 16%. Más atrás se encolumnaron el BBVA y el Citi, que en conjunto emitieron 46 certificados por apenas u$s3,2 millones.

 

Cuando la realidad supera la "magia"

Frente a la incierta apuesta del Cedin, el Gobierno además enfrenta otro dilema: la evolución de la actividad económica frente a la escasez de divisas.

 

Es que, por un lado, el "modelo" necesita crecer en forma sostenida pero, por otro, si el repunte es superior al 3,2% en 2013 se disparará en forma automática el pago del cupón atado al PBI para el próximo año.

 

Si bien ese lapso parece lejano, el impacto del compromiso no es menor. Si el crecimiento de la economía superase ese porcentaje, dará lugar a una cancelación nada menos que de u$s3.000 millones adicionales que acentuará aun más la caída de reservas.

 

Si esta es una cifra que en un año bajo condiciones normales resulta elevada de afrontar, lo es aun más en un contexto de fuerte caída de divisas en manos del BCRA. 

 

"La salida natural a toda esta situación es que la Argentina recobre confianza en los mercados internacionales, para así tener algo de financiamiento. El no ver que el Gobierno quiera avanzar en este sentido hace pensar que nos encaminaremos a una crisis del sector externo", afirma Todesca.

 

"Las medidas que toma el Ejecutivo pasan por poner tapones y torniquetes. Hoy día, la única fuente de dólares que le queda es el saldo del comercio exterior, que apenas llegó a los u$s5.000 millones en los 6 primeros meses del año", remarca con preocupación el director de Finsoport.

 

"El balance cambiario de Argentina está en rojo, por eso se pierden reservas. A eso hay que sumarle los vencimientos de deuda", precisa.

 

Ante este escenario, Todesca vislumbra que el Gobierno "va a terminar el año con una pérdida importante de reservas y, si no cambia su actual política, el país afrontará irremediablemente una crisis del sector externo".