Toledo 1. Primera entrega
Biografía

Toledo 1. Primera entrega

 

 

De interés general

 

 

Fuente Wikipedia. Toledo es un municipio y ciudad de España, capital de la provincia homónima, de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y antigua capital de España. Además, el municipio es considerado individualmente como una comarca en la división realizada por la Diputación provincial, aunque desde un punto de vista estrictamente de geografía física la ciudad es puerta de la comarca natural de La Sagra, que tradicionalmente se ha considerado que comenzaba en la propia puerta de Bisagra.

 

Toledo es conocida como «La ciudad Imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I y también como «la ciudad de las tres culturas», por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.

 

La ciudad está situada en la margen derecha del Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el río, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro conocido como Torno del Tajo. Tiene una configuración dispersa con barrios muy separados del núcleo principal: el de Azucaica, en la orilla derecha del río y que tiene su origen en una antigua pedanía de la ciudad, dista unos 7 km del centro de la ciudad, mientras que el de Santa María de Benquerencia, situado prácticamente enfrente del anterior en la margen izquierda del Tajo, sitúa su centro a unos 8 km del de la ciudad.

 

La historia de la ciudad se remonta a la Edad del Bronce. Fue un importante centro carpetano hasta su conquista romana en 193 a. C. Quedan diversos restos de la actividad romana en la ciudad, como el acueducto o el circo. Tras las invasiones germánicas, la ciudad se convertirá con Leovigildo en capital, y posteriormente, principal sede eclesiástica, del Reino Visigodo. En el año 711, después de una resistencia moderada, Toledo es conquistada por los musulmanes dirigidos por Táriq ibn Ziyad. Durante el dominio musulmán, la antigua capital visigoda se caracterizó por su oposición e individualismo, concretado en la Taifa de Toledo. Alfonso VI reconquista la ciudad en 1085. Durante la edad moderna la ciudad destacó como sede de los Reyes Católicos y por su participación en la Guerra de las Comunidades de Castilla. Al trasladarse la corte a Madrid en 1563 la ciudad entró en decadencia, acentuada por la crisis económica del momento. Ya en época contemporánea, Toledo y más concretamente su Alcázar se convirtió en un símbolo de la Guerra Civil durante su largo Asedio del Alcázar. En 1983 se convirtió en capital de Castilla-La Mancha, manteniendo la capitalidad de la provincia homónima.

 

Tradicionalmente, la industria metalúrgica ha sido la base económica, sobre todo por la fabricación de espadas y cuchillos. En la actualidad la gran mayoría de la población se dedica al sector servicios, que también refleja el mayor número de parados. En cuanto a infraestructuras, la ciudad cuenta con diversas carreteras, incluida una autopista de peaje. Existe una línea de ferrocarril de AVE que conecta Toledo-Madrid en menos de media hora. Cuenta además con diversas infraestructuras sanitarias, incluido un Hospital Nacional de Parapléjicos, deportivas y militares, como la Academia de Infantería.

 

A nivel deportivo, existen diversos conjuntos de fútbol, baloncesto, balonmano, atletismo, natación y otros deportes. El más conocido es el fútbol y el Club Deportivo Toledo, que en la temporada 2011-2012 está encuadrado en el grupo 1 de Segunda División B y que llegó a jugar la promoción de ascenso a Primera División en la temporada 1993/94.

 

En cuanto a la cultura, Toledo cuenta con numerosos lugares de interés y es Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Entre ellos se destacan el Monasterio de San Juan de los Reyes, gótico isabelino del siglo XV, y la Catedral de Santa María, de estilo gótico del siglo XIII. Toledo ha sido también lugar de nacimiento o residencia de artistas como Garcilaso de la Vega o El Greco entre otros muchos.

 

Llevan el nombre de Toledo cinco ciudades de los Estados Unidos, en los estados de Ohio, Illinois, Oregón, Iowa y Washington; otras siete de Canadá, Belice, Brasil, Portugal, Colombia, Filipinas y Uruguay y cuatro núcleos más en España en las provincias de Huesca, Orense, Asturias y Tenerife. Comparte el mismo Escudo de Armas de Castilla con la ciudad de Tunja Colombia, otorgado por Carlos V.

 

Toponimia

 

La primera fuente escrita en donde aparece Toletum es en la obra del historiador romano Tito Livio, según el cual Toletum se originaría en Tollitum, que daría Tollitu, Tollito, Tolleto, Tolledo hasta quedar en Toledo. Su significado sería "levantado, en alto". Martín Gallego recoge la versión de "las vueltas dobles o recodos que forma el río que la ciñe". El escritor del siglo XII, Abú Ab-Dín al-Ayubí, afirma que طليطلة Tulaytulah significa "la alegre", sin dar más explicación. Los diferentes nombres históricos recibidos por la ciudad fueron: en latín Toletum; en árabe, طليطلة Tulaytulah; en judeoespañol, טולדות Toldoth; y en mozárabe, Tolétho.

 

Según el profesor Guillermo Tejada Álamo, Tol(l)itum sería un diminutivo o derivado de la palabra latina tholius-(-ium), derivada a su vez de tholus (-um) = cúpula..., relacionadas con tholos en griego, como cerro ,o colina, redondo o circular; proveniente de la raíz indoeuropea tol(l) = redondo o circular - tanto en el sentido horizontal o como en el vertical-; o seguramente de Tol(l)= redondo o circular y littus (littum), una latinización del griego lithos= "roca", como promontorio o cerro, aunque también se puede referir al "meandro o torno"; es decir, promontorio o cerro redondo -(topónimo seguramente tomado por los romanos de los colonos griegos Tol(l)-lithos); sin descartar tampoco, a Tol(l)= redondo y lituum = con forma de cayado encorvado por arriba, para hacer referencia a la redondez en horizontal del cerro, debida al meandro, y a su redondez en vertical, debida a su forma de cabezo. Aunque no es improbable que los romanos, además de encontrarse con las formas del cerro o colina y del río, que les sugirieron el topónimo, se encontraran también con un nombre autóctono, relacionado con Tol(l)-(-a,-o,-es,-os..), al que latinizaron; o con Toretum, también latinizado, y relacionado con el río -(oria)-, bien como diminutivo, o bien como adjetivado.

 

Símbolos

 

Escudo

 

Artículo principal: Escudo de Toledo.

 

Escudo contracuartelado de Castilla y León, entado en punta de Granada. Se representa en campo de plata, cargado sobre el Toisón de Oro, acolado a un águila exployada de sable, picada y membrada de oro, linguada y uñada de gules y flanqueada por las figuras de dos reyes sentados en sus tronos y con corona imperial al timbre.

 

Tiene su origen en la concesión por Carlos I de sus armas imperiales a la ciudad.

 

Himno

 

El himno de la Ciudad de Toledo, cuyo nombre es "Himno a Toledo", fue compuesto por Emilio Cebrián Ruiz con letra de Federico Mendizábal y García Lavín. Dicho himno fue estrenado el 6 de abril de 1934. LETRA:

 

¡Levantad los corazones que nacimos castellanos; por más gloria, toledanos bajo el éxtasis del sol! ¡Coronemos a Toledo con laureles de Victoria; que en el templo de la Historia fue el espíritu español!

 

Cuando brilló tu noche de ofrenda, te iluminó la maga leyenda; ¡Salve, ciudad; que el arte y la gloria, bajo la cruz son rosas de luz! Hizo tu sol, un temple de acero; y águilas fue tu escudo altanero. ¡En imperial grandeza tu Alcázar, supo elevar a España un altar!

 

¡Gloriosa Toledo de las artes tesoro: tu nombre de oro es nimbo universal! ¡Gloriosa Toledo del Greco y de Cervantes: tres razas gigantes te hicieron inmortal!

 

Geografía

 

Ubicación

 

La ciudad de Toledo se encuentra en la España central a 71 km de la capital de España, Madrid. Limita con los términos municipales de Bargas, Olías del Rey, Mocejón, Rielves, Albarreal de Tajo, Almonacid de Toledo, Guadamur, Polán, Argés, Cobisa, Burguillos de Toledo y Nambroca en la provincia de Toledo y Aranjuez en la Comunidad de Madrid.

 

La extensión de su término municipal es de 232,1 km² y su altitud es 529 msnm. Es la capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Además, está considerada individualmente como una comarca en la división realizada por la Diputación provincial.

 

Configuración

 

El casco antiguo de la ciudad está situado en la margen derecha del río Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el mismo, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro conocido como torno del Tajo. El punto que este meandro no cierra es la única entrada natural con que cuenta la ciudad, sobre la que se construyeron las carreteras que enlazan la ciudad con Madrid y Ávila.

 

Desde mediados del siglo XIX comenzó la expansión fuera de las murallas; primero en los alrededores de la estación de ferrocarril para despegar definitivamente desde finales de los años 40 del siglo XX por la vega del Tajo, con la construcción del Poblado Obrero18 de la Fábrica Nacional de Armas y sobre todo siguiendo el eje que formaba la carretera N-403. Desde principios de los años 60 se acentuó aún más la expansión por esta vega, a raíz de la construcción de la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social.

 

En la década de los 70, con la creación por parte del Ministerio de la Vivienda del Polígono de Descongestión de Madrid (hoy barrio de Santa María de Benquerencia) se inicia la expansión del núcleo urbano siguiendo la margen izquierda del río sobre la carretera N-400, hasta convertirse en el barrio más poblado de todo el municipio.

 

En la actualidad el municipio de Toledo tiene una configuración muy dispersa, existiendo barrios separados del núcleo principal de la ciudad por amplios espacios abiertos, como ocurre con los barrios de Santa María de Benquerencia o Azucaica, una antigua pedanía situada en la margen derecha del Tajo, que están separados de la ciudad alrededor de 6 km. El desarrollo de los barrios periféricos ha provocado simultáneamente un paulatino abandono del antiguo recinto amurallado al trasladarse la población a los nuevos barrios nacidos desde los años 60.

 

En estos momentos la ciudad de Toledo se estructura en cuatro distritos que integran los diferentes barrios, de la siguiente forma:

 

1. Distrito del Casco Histórico

1. Barrios de la zona interior delimitada por las murallas del casco histórico de Toledo.

2. Antequeruela–Covachuela.

3. Zona de Cigarrales y Cerro de los Palos.

4. San Martín.

5. Azucaica, Urbanización Casa de Campo

2. Distrito de Santa Bárbara

6. Santa Bárbara.

3. Distrito de Santa María de Benquerencia (Polígono)

7. Santa María de Benquerencia zona residencial.

8. Santa María de Benquerencia zona industrial.

4. Distrito Centro-Norte

9. San Antón-Avenida de Europa.

10. Palomarejos.

11. Santa Teresa-Reconquista.

12. Vega Baja, San Pedro el Verde y Circo Romano.

13. Buenavista.

14. Urbanizaciones Valparaíso, La Legua y Cigarrales de Vistahermosa.

15. Urbanización Tres Culturas-Finca Buenavista.

16. Urbanizaciones La Bastida, San Bernardo, Montesión y Olivar de los Pozos.

 

De todos ellos sólo los dos primeros se encuentran dentro del antiguo recinto amurallado.

 

Clima

 

 

Climograma de Toledo (Buenavista).

 

Toledo tiene un clima mediterráneo continentalizado semiárido, con precipitaciones escasas concentradas principalmente en primavera y a finales del otoño, con una sequía estival acusada e importante oscilación térmica diaria. Las temperaturas son frescas en invierno, con heladas frecuentes aunque menores que en otras zonas de la región, y altas en verano, con máximas que superan ocasionalmente los 40 °C. En 2007, Toledo fue la tercera ciudad más soleada de España, con 3.040 horas de sol, según se desprende de los datos de los que dispone el Instituto Nacional de Estadística, recogidos en su anuario estadístico.

 

De acuerdo a los valores tabulados a continuación y a los criterios de la clasificación climática de Köppen modificada el clima de Toledo se clasifica como semiárido de tipo BSk (estepa fría).

 

Historia

 

Artículo principal: Historia de Toledo.

 

 

Alcázar de Toledo.

 

 

Plaza de Zocodover durante la celebración del Corpus.

 

 

Museo de Santa Cruz.

 

 

Museo de Santa Cruz

 

 

Puerta de Bisagra.

 

Historia antigua

 

El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad de Toledo es una serie de castros, sobre los que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el Cerro del Bú (sobre un cerro de la orilla izquierda del río Tajo), del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y que se pueden observar en el actual Museo-Hospital de Santa Cruz, en Toledo.

 

En el año 193 a. C. y tras una gran resistencia, Marco Fulvio Nobilior conquista la ciudad. Los romanos la reconstruyeron y la denominaron Toletum, en la provincia de Carpetania. La ciudad desarrolló una importante industria del hierro que la llevó a acuñar moneda. La zona donde se asentaba la ciudad sufrió un profundo proceso de romanización, como atestiguan los numerosos restos de villas romanas, especialmente en la ribera del Tajo.

 

Los romanos dejaron numerosos vestigios en la faz toledana, como un imponente acueducto, del que únicamente se conservan las bases a ambos lados del Tajo, una vía romana, parte de la cual se puede ver en las laderas de los cerros de la margen izquierda del río, y un circo, ubicado en un parque público y parcialmente desenterrado. Existen otros muchos vestigios que, pese a estar dados por desaparecidos en muchos casos, es muy probable que se encuentren en el subsuelo de la urbe, tales como el teatro (ubicado en el solar inmediato al circo y que actualmente ocupa un colegio), el anfiteatro (bajo el barrio de Covachuelas), una importante infraestructura hidráulica (como los vestigios que quedan al lado de la puerta donde se accede a la mezquita del Cristo de la Luz), numerosas calzadas (como las recientemente encontradas a 7 metros aproximadamente de profundidad bajo el jardín de la Mezquita anteriormente mencionada), así como termas, aliviaderos, villas, etc.

 

Hay que destacar que la mayor parte de estas construcciones históricas fueran desmontadas, siendo los sillares aprovechados para la construcción de otros edificios y para la muralla que rodea la ciudad, si bien, posiblemente la mayor riqueza arqueológica de Toledo se encuentre enterrada bajo su subsuelo.

 

Historia medieval

 

Véanse también: Reino visigodo de Toledo y Taifa de Toledo.

 

 

Catedral de Toledo.

 

Tras las primeras incursiones germánicas, se reedificaron la antiguas murallas con objetivos defensivos; a pesar de ello en el año 411 la ciudad fue conquistada por los alanos gracias a su imponente dominio del caballo y sus artes de guerra, quienes fueron a su vez derrotados por los visigodos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en arzobispado, con lo que adquirió gran importancia civil y religiosa (como prueban los Concilios de Toledo). Muy cerca de Toledo, en la villa de Guadamur, se halló el Tesoro de Guarrazar, excepcional conjunto de coronas votivas de los reyes visigodos.

 

En el año 711 fue conquistada por Táriq ibn Ziyad y sometida al dominio musulmán. La toma de la ciudad fue llevada a cabo sin dificultades, mediante capitulación, ya que gran parte de la población había huido. Los árabes la llamaron Tulaytula (en árabe طليطلة ).

 

El predominio de gran población mozárabe la convirtió enseguida en un foco de continua preocupación para Córdoba. En 797 (según Claudio Sánchez-Albornoz en 807 y 800 según otras fuentes), durante el emirato de Alhakén I, estalló una sublevación contra Córdoba. El emir envió al muladí oscense Amrús ben Yusuf (llamado Amorroz en las crónicas cristianas) para someter la ciudad. Amrús diezmó a los muladíes locales mediante un cruel ardid. Se trata del suceso conocido como la jornada del foso. Amrús organizó un banquete en el palacio del gobernador e invitó a comer a los muladíes principales de la ciudad. A las puertas de la residencia, hizo apostar unos verdugos y, a medida que iban llegando los invitados, se les cortaba el cuello, siendo arrojado el cadáver a una zanja (de aquí el nombre con que es conocido el episodio). De esta manera, el emir consiguió someter por un tiempo al pueblo toledano. No obstante, éstos volvieron a rebelarse en el 811 y en el 829, después de su muerte.

 

Finalmente, Abd al-Rahman III aplastó la endémica rebelión de la ciudad de Toledo en julio de 932, tras un asedio de dos años, sometiéndola al califato cordobés. Al desintegrarse el califato en el siglo XI, Toledo se convirtió en un importante reino de taifa, que no obstante, tuvo que pagar parias a los reyes de Castilla para mantener su independencia.

 

 

Vista general de Toledo.

 

El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León y Castilla entra en Toledo, mediante un acuerdo previo con el rey de la Taifa que la gobernaba. Mediante el acuerdo de capitulación, el rey castellano y leonés somete al reino, garantizando a los pobladores musulmanes la seguridad de sus personas y bienes. El rey concedió fueros propios a cada una de las minorías existentes: mozárabes (Toledo era un importante centro mozárabe, con liturgia propia, la hispano-mozárabe, que aún se conserva), musulmanes y judíos, posteriormente refundidos por Alfonso VII en el Fuero de 1118. Tras la capitulación de la ciudad, sobrevino el periodo de mayor esplendor de Toledo, de una gran intensidad cultural, social y política. La Escuela de traductores de Toledo, floreciente durante los siglos XII y XIII, así como las numerosas obras de arte civiles y religiosas, las cuales dejaron una importante huella en la ciudad.

 

Tras la capitulación, se toleró la práctica religiosa de las comunidades judía y musulmana, pero esta actitud tolerante no duró mucho tiempo. Los cristianos construyeron la nueva catedral sobre la mezquita mayor, que a su vez se levantaba sobre la antigua catedral visigoda.

 

En 1162 la ciudad fue conquistada por el rey Fernando II de León, durante el convulso período de la minoría de edad de Alfonso VIII de Castilla. El rey leonés nombró a Fernando Rodríguez de Castro "el Castellano", miembro de la Casa de Castro, gobernador de la ciudad. La ciudad de Toledo permaneció en poder de los leoneses hasta el año 1166, en que fue recuperada por los castellanos.

 

Durante la guerra civil castellana Toledo luchó al lado de Pedro I y, tras sufrir un largo asedio, fue tomada en enero de 1369. A lo largo de toda la Edad Media la ciudad fue creciendo: en el siglo XIV recibió privilegio ferial y en el XV se convirtió en uno de los principales productores pañeros castellanos, actividad que se sumó a las ya existentes de acuñación de monedas, fabricación de armas, industria sedera, etc. En 1492, los judíos son expulsados y los Reyes Católicos reforman la ciudad. Isabel la Católica construyó allí, en el Monasterio de San Juan de los Reyes, al que quería fuera su tumba, pero finalmente fue enterrada junto a su esposo en la catedral de Granada. Carlos I convierte a Toledo en la capital de su reino.

 

Historia moderna

 

Véase también: Guerra de las Comunidades de Castilla.

 

 

Vista de Toledo, por El Greco en torno al año 1600.

 

Los Reyes Católicos urbanizaron y engrandecieron la ciudad, y en la catedral toledana se proclamó a Juana y Felipe el Hermoso como herederos de la corona castellana en 1502. Activa participación en la unificación del primer estado moderno de Europa tuvieron los nobles castellanos, especialmente la aristocrática familia de los Álvarez de Toledo, cuyo poder fue aumentó al amparo del poder regio. Isabel la Católica mandó construir en Toledo el monasterio de San Juan de los Reyes para conmemorar la batalla de Toro y ser enterrada allí con su marido, pero tras la reconquista de Granada los Reyes decidieron enterrarse en ésta última ciudad, donde sus restos descansan hoy.

 

Fue una de las primeras ciudades que se unió a la revuelta de las Comunidades en 1520, con dirigentes comuneros como Pedro Laso de la Vega y Juan de Padilla. Tras la derrota comunera en la batalla de Villalar, los comuneros toledanos, dirigidos por María Pacheco, la viuda de Padilla, fueron los que más resistencia opusieron a los designios de Carlos I, hasta su rendición en 1522. Toledo se convirtió en una de las capitales del imperio.

 

Posteriormente, con la decisión de trasladar la corte a Madrid, adoptada por su hijo Felipe II, en el año 1561, la ciudad perdió gran parte de su peso político y social. La ruina de la industria textil acentuó la decadencia de Toledo, que sigue a la de la propia historia de España.

 

La constitución de la Real Compañía de Comercio y Fábricas, en 1748, en el marco de renovaciones borbónicas inspiradas por la Ilustración, trajo un breve resurgir de la ciudad, pero a finales del siglo XVIII estaba nuevamente arruinada y reducida a funciones meramente administrativas.

 

En 1761, por mandato del rey Carlos III se establece en la ciudad la Real Fábrica de Armas.

 

Historia contemporánea

 

Tras el comienzo de la Guerra Civil Española, la ciudad permaneció en la zona republicana. Sin embargo, en el Alcázar, sede de la Academia de Infantería, se refugió un grupo de leales a los sublevados (1.950 personas, según el boletín El Alcázar de esas fechas, entre militares, guardias civiles y sus familias, al mando del coronel Moscardó, que resistió al Gobierno desde el 21 de julio de 1936 hasta la llegada de las tropas del general Varela el 27 de septiembre de ese mismo año. El asedio del Alcázar, episodio de resonancia mundial, fue ampliamente utilizado por la propaganda franquista. El Alcázar, casi completamente destruido en el asedio, fue reconstruido en su totalidad posteriormente.

 

La represión y la violencia entre los partidarios de cada bando fueron los signos característicos de la guerra y posguerra. En un primer momento, con la ciudad todavía bajo dominio republicano, se realizaron fusilamientos populares, en los que los ciudadanos eran ejecutados por la mera sospecha de ser de "derechas" o pertenecer a la iglesia católica (estando documentada la muerte de al menos cien eclesiásticos). En uno de estos fusilamientos resultaría muerto el deán de la catedral y según la tradición historiográfica franquista, Luis Moscardó, hijo del coronel encerrado en El Alcázar. En septiembre de 1936 se instaló un Tribunal Popular en el Palacio Arzobispal.

 

El Tribunal tuvo corta vida, estableciendo solo cuatro sumarios antes de su traslado a Madrid. Además, la vida en la ciudad era de un constante estado de guerra, con combates y bombardeos continuos en la zona de El Alcázar. Los errores en los bombardeos causaron muchos destrozos en la ciudad, sobre todo en la cercana plaza de Zocodover. Tras la toma de la ciudad por las tropas franquistas se recrudeció la represión. Hasta diciembre de 1936 la ciudad viviría en un estado sumarísimo, liderado por las disposiciones del comandante Planas y dirigido a todos los ciudadanos que habían colaborado en la represión de las tropas republicanas.

 

La ciudad fue elegida oficialmente capital de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, tras una votación en las Cortes, el 7 de diciembre de 1983. Para la elección, el gobierno regional encargó a José María Barreda un proceso de información y consulta a la población, las instituciones políticas y las asociaciones culturales. En la votación en las Cortes, la propuesta de Toledo recibió la aprobación de 27 diputados (los 22 socialistas y los cinco del Grupo Popular de Toledo), tres en contra (los populares conquenses) y 12 abstenciones.

 

 

Vista panorámica de conjunto de Toledo.

 

Demografía

 

Factores como el aumento del precio de la vivienda en Madrid y la mejora de las comunicaciones, que sitúan a Toledo a tan solo treinta minutos de la estación de Atocha de Madrid gracias al Tren de Alta Velocidad, han provocado un aumento de la población toledana de algo más de un 20% en la última década. En la siguiente tabla se muestra la evolución del número de habitantes desde 2001 hasta 2012, según datos del INE.

 

Hay que tener en cuenta que el núcleo que el INE identifica como Toledo hace referencia a todos los barrios de la ciudad, excluidos los dos referidos.

 

De acuerdo al padrón de 2011, la población de la ciudad de Toledo se puede considerar joven: prácticamente el 70% de la misma no alcanza los 50 años e incluso algo más del 27% ni siquiera alcanza los 25 años de edad. No obstante se mantiene la tendencia en el descenso de la natalidad, de forma similar a lo que ha venido sucediendo en el resto de España; esto es apreciable claramente en los grupos con menos de 20 años y, especialmente, en el grupo de 5 a 9 años aunque se aprecia un ligero repunte en el grupo de menor edad de la muestra.

 

Igualmente, de la misma forma que en muchos otros municipios de España, existe una notable diferencia en la población de hombres y mujeres en la parte alta de la tabla (75 o más años de edad), llegando en algunos tramos a doblar la población femenida a la masculina; en estos tramos de edad, en conjunto, las mujeres suponen casi un 75% más que los hombres, consecuencia innegable de la Guerra Civil.

 

Crecimiento vegetativo

 

En el mismo período anterior (1999-2008), el crecimiento vegetativo de la ciudad de Toledo ha mantenido una línea muy regular, con un crecimiento neto constante en torno al 0,5% del padrón en los últimos años, aun manteniéndose en 2010 dentro del mismo rango, los últimos datos oficiales indican una disminución en este apartado con una variación en el saldo neto inferior en un 14% al año 2009.

 

Los últimos datos existentes muestran un aumento apreciable en la llegada de nuevos residentes, volviendo a cifras similares a las de comienzo de la década. Muy probablemene se mantienen factores como el precio de la vivienda en la ciudad, que desde el punto de vista de un residente en Madrid es relativamente bajo, para una ciudad castellano-manchega es alto, lo que ha motivado que en los últimos años mucha personas hayan trasladado su residencia de la capital a municipios limítrofes como Argés, Bargas, Cobisa, Nambroca u Olías del Rey han aumentado de forma notable su censo en buena medida por los residentes en Toledo que buscan precios más asequibles.

 

Economía

 

La industria metalúrgica ha sido históricamente la base económica de Toledo, con una gran tradición en la fabricación de espadas y cuchillos y una importante producción de hojas de afeitar, instrumental sanitario y productos eléctricos. También han destacado las fábricas de jabones, harinas, vidrio y cerámica.33 En la actualidad Toledo se ha convertido en una ciudad en la que el sector terciario (servicios) domina la actividad econónomica, como se ve en los datos del Instituto de Estadística de Castilla-La Mancha, en 2008 de la distribución de afiliados a la Seguridad Social por sectores de ocupación: 87,6% de la población dedicada a los servicios, el 5,3% a la construcción, el 5,5% a la industria y el 1,6% restante a la agricultura y ganadería.

 

En los años 60 del pasado siglo XX el Ministerio de la Vivienda comienza la urbanización sobre la margen izquierda del río Tajo de una zona, a unos 8 Km. hacia el este del centro urbano, para la construcción de un polígono industrial-residencial de descongestión de Madrid, que hoy se ha convertido en la barrio de Sta. María de Benquerencia; aunque en un principio contó con la presencia de algunas grandes empresas (como la multinacional estadounidense ITT-Standard Eléctrica, luego comprada por la francesa Alcaltel), las sucesivas crisis sufridas a lo largo de todos estos años han hecho desaparecer muchas de las grandes empresas que en su día se instalaron.

 

Industria espadera

 

 

Espadas y otras armas fabricadas en Toledo.

 

La fabricación de espadas en la ciudad de Toledo se remonta hasta la época romana, más en concreto a tiempos de la República, cuando eran famosas y célebres sus espadas y cuchillos, como atestigua el poeta Gracio Falisco en su obra Cynegeticum.35 Pero fue bajo la dominación árabe y durante la Reconquista cuando Toledo y sus gremios de espaderos jugaron un papel fundamental. Entre los siglos XV y XVII la industria relacionada con la fabricación de espadas tuvo un gran auge en Toledo hasta el punto que la industria espadera toledana llegó a ser considerada como la mejor de Europa. La producción de armas blancas era de carácter personal y era llevada a cabo por pequeños artesanos dispersos, aunque el gremio de espaderos velaba por la calidad final de los productos.

 

A finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII se inició el declive de la producción, lo que motivó la creación de una de las Reales Fábricas, la Fábrica de Armas de Toledo, en 1761 por mandato del rey Carlos III. En la Real Fábrica se congregaron todos los gremios de espaderos de la ciudad y estaba situada en la antigua Casa de la Moneda. En 1777, ante la necesidad de ampliar el espacio, Carlos III ordenó construir el edificio al arquitecto Sabatini a las afueras de la ciudad. A partir de ahí comienza su expansión que pasa por distintas etapas. Su importancia fue tal que llegó a constituir una ciudad dentro del mismo Toledo.

 

Durante el siglo XX, la producción de armas blancas para la tropa se vio reducida exclusivamente a las armas de caballería y, tras la Guerra Civil, al suministro de sables a oficiales y suboficiales de los diferentes cuerpos. Tras el cierre de la Fábrica, en 1994, este lugar fue rehabilitado para albergar el campus Tecnológico de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo.

 

Paro

 

 

Paro en Toledo por grupos de edad (2012).

 

La crisis que desde 2008 se viene sufriendo ha dejado también sus secuelas en la ciudad de Toledo; según los datos recogidos por el Servicio de Estadística de Castilla-La Mancha a 31 de marzo de 2011 el número de parados era de 5.762 personas, que suponen el 7,48% del paro registrado en la provincia y convierten a la ciudad de Toledo en el segundo municipio por número de desempleados por detrás de los 13.168 (17,09%) de la ciudad de Talavera de la Reina. En el periodo 2002-2010 se ha incrementado el número de parados casi en un 140%, pasando de 2.411 a los 5.762 ya citados; en ese mismo periodo los datos provinciales arrojan un incremento de más de 180%, pasando de 27.196 a 77.069 parados.

 

Atendiendo a la edad de los parados, salvo en el caso de los menores de 25 años todos los grupos han aumentado el número de desempleados. A 31 de enero de 2012, según los datos de Servicio de Estadística de Castilla-La Mancha,39 el mayor número de parados ha pasado a ser el comprendido entre los 30 y 34 años. Con respecto a la distribución por sexo, si con los datos anteriores (a 31 de marzo de 2010) era prácticamente igual en ambos casos, al cierre de 2011 el número de mujeres en paro superaba en casi un 6% al de hombres: 3.112 mujeres frente a 2.944 varones; más del 60% de los parados de la ciudad se encuentran comprencidos entre 25 y 39 años.