Señal de Dilma al mercado: anuncia hoy recorte de gastos
11/09/2015 Fuente cronista. Tras la pérdida del grado de inversión de Brasil, la mandataria mostrará que está dispuesta a tomar las medidas para lograr el equilibrio fiscal y volver a crecer
La decisión de la agencia de calificación Standard&Poors de quitarle el preciado grado de inversión a Brasil apuró los tiempos en ese país. La presidenta Dilma Rousseff reunió de urgencia ayer a su gabinete y les dio una sola orden: avanzar con medidas "urgentes y ágiles" para reducir el gasto público. Las mismas serán anunciadas gradualmente a partir de hoy mismo.
Según los medios brasileños, la estrategia del gobierno a corto plazo será asumir las dificultades financieras del país, pero mostrar también que se avanzará con las medidas necesarias para mantenerse en la línea de la austeridad fiscal.
Las decisiones, tanto de recortar gastos o aumentar impuestos, serían anunciadas a cuenta gotas. El anuncio de hoy, siempre según los medios locales, incluirá la renegociación de los contratos con los proveedores del Estado (monto y plazos). Más adelante se anunciará la supresión de ministerios.
Durante todo el día de ayer, Rousseff buscó ayer dar señales claras al mercado de que está comprometida con el equilibrio fiscal. En una entrevista concedida al diario financiero Valor Económico, la mandataria sostuvo que la decisión de la rebaja de la nota "no significa que el país no pueda cumplir sus obligaciones", aseguró además que Brasil transita un camino económico seguro para retomar la senda del crecimiento y quizá ya tarde volvió a comprometerse con un superávit fiscal de 0,7% el año próximo (la meta que se tenía antes de reducirla a un déficit de 0,5% del PBI en el presupuesto 2016).
Con una popularidad de apenas 7% en plena recesión económica, gran parte de su base aliada en el Congreso en contra (incluido el vicepresidente Michel Temer), protestas en las calles, arremetida opositora para un impeachment y escándalos varios de corrupción, la decisión de S&P de rebajar la calificación de la deuda soberana de Brasil desde BBB- a BB+, el escalón más alto dentro del grado especulativo, fue el último revés que recibió Rousseff.
"Entre 1994 y 2015 sólo siete años, desde 2008, la nota estuvo por encima de BB+. Por lo tanto, esta clasificación no significa que Brasil está en una situación en la que no pueda cumplir sus obligaciones", afirmó la presidenta en una entrevista concedida al diario financiero Valor Económico.
"Brasil está pagando todos sus contratos y tenemos una estrategia económica clara. Vamos a seguir por este camino y vamos a reanudar la senda del crecimiento", aseguró.
Si bien el mercado ya especulaba con una rebaja de la nota, la decisión se produjo antes de lo previsto y tuvo consecuencias inmediatas en lo político.
Tanto Rousseff como su ministro de Hacienda, Joaquim Levy, de quien dijo que tenía "plena confianza", salieron a ratificar la decisión del gobierno de subir impuestos y recortar gastos para cerrar la brecha fiscal.
"Mantenemos los compromisos asumidos, no es posible lograr un superávit del presupuesto del 0,7% sin aumentar la recaudación y el gobierno va a tener que achicarse un poco más", dijo Rousseff a Valor.
Levy admitió que la rebaja de la nota "tendrá algún impacto en la capacidad de obtención de créditos" en el exterior e instó a la sociedad y a las fuerzas políticas del país a entender la situación y "colaborar" para que pueda superarse.
Desde el lado de la oposición, diputados de cuatro partidos aprovecharon el timing de la mala noticia de S&P y lanzaron formalmente el "Movimiento pro-impeachment" contra Rousseff.