Cae de nuevo un hombre clave en el narcotráfico aéreo en Cádiz
Droga

Cae de nuevo un hombre clave en el narcotráfico aéreo en Cádiz

 

 

18/03/2015 Fuente lavozdigital. La Guardia Civil arresta a 19 personas, entre ellas a José María R. M., relacionados con el helicóptero accidentado en Gaucín

 

La Guardia Civil da por resulta la autoría del envío de droga, vía aérea, que se frustró el pasado enero en la Sierra de Ronda. 19 personas han sido arrestadas como integrantes de la red que estaba detrás del transporte de 900 kilos de hachís que no llegaron a destino porque la aeronave sufrió un accidente.

 

En esta operación bautizada con el nombre 'Volaor-Martillo' han caído viejos conocidos del Instituto Armado, como el hombre que siempre aparece en todas las investigaciones de calado que han llevado a cabo los cuerpos policiales para atacar el narcotráfico aéreo. Se trata de José María R. M., de 42 años, natural de Utrera (Sevilla) aunque con residencia en una urbanización jerezana.

 

El pasado 28 de enero, un helicóptero BO-105 chocaba contra una torre de alta tensión cerca del municipio de Gaucín. Cuando los equipos de rescate llegaron al lugar empezaron a entender qué había ocurrido. Decenas de fardos desperdigados por el suelo confirmaba que el helicóptero seguramente volaba bajo, sin luces e intentando no ser detectado. Maniobras peligrosas que requieren de pilotos experimentados debido a la carga que llevan.

 

Además de la droga, fueron hallados los cuerpos destrozados de los dos pilotos: Sokol Feka, de 40 años y nacido en Berat (Albania) y Juan Francisco Mena, de 31 años y de Espera.

 

La identidad del primero trascendió rápidamente en su país de origen por su condición de militar. Llevaba 18 años en las Fuerzas Armadas albanesas, quince de los cuales como piloto de helicópteros. En el momento de su muerte era instructor en la base aérea de Farka, en el norte del país.

 

Este detalle confirmaba que detrás de ese transporte debía haber una red bien consolidada con capacidad económica y contactos para contratar a un piloto adiestrado en misiones complicadas. Y los agentes del EDOA de la Comandancia de Cádiz y de Sevilla indagaron en aquellos que parecen controlar la introducción de hachís por aire en esta zona del país, la más próxima a los puntos de despegue de las narconaves en Tánger o Larache.

 

Los 19 detenidos confirmados por la Guardia Civil tienen residencia en localidades de Cádiz, Sevilla y Málaga. Todos son españoles y la mayoría con antecedentes policiales. Entre ellos destaca José María R. M. porque su nombre aparece en otras investigaciones anteriores como la 'operación Ládano' (2008) y 'operación Gibalbín' (2011) . Pese a sus reiteradas detenciones, sigue activo porque ninguno de esos casos ha sido juzgado. La lentitud de la Justicia resulta un viento favorable.

 

José María R. M. no es ningún peón. Los investigadores lo señalan como uno de los hombres que encabeza redes, que recluta pilotos para que introduzcan la droga que otros han adquirido en el principal mercado emisor de hachís del planeta, Marruecos. Y en esta última operación, la Guardia Civil también lo sitúa en lo más alto de la organización.

 

 

Entre espías y pilotos

 

En 2008, sus iniciales comienzan a aparecer en los medios escritos a raíz de la 'operación Ládano'. Ese caso nace en los aeródromos de Gibraleón (Huelva) y Trebujena, donde la Guardia Civil detecta los movimientos de una organización, liderada por un piloto de líneas comerciales que quería dar el salto a la cocaína.

 

El jefe, según la escuchas telefónicas, había sido un hombre de confianza del espía Francisco Paesa. Y su lugarteniente, José María R. M ., quien se encargaba de la infraestructura: aeronaves, hangares donde ocultarlas, pilotos dispuestos a volar a ciegas.

 

Tres años después de esa gran operación que recuperó nombres de la crónica negra nacional y el recuerdo de episodios únicos como la fuga y extradición del exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, ese vecino de Jerez volvía a ser detenido en un operativo conjunto de Guardia Civil, Policía Nacional y Agencia Tributaria que buscaba lanzar un mensaje a los narcos ante su ofensiva aérea.

 

Sin embargo, el nuevo arresto de José María R. M. cuestiona la eficacia de esos mensajes. Según los investigadores, sigue disponiendo de capacidad para adquirir aeronaves en los mercados más remotos; lo que también evidencia una gran agenda de contactos.

 

Tras el accidente aéreo del pasado enero, José María empezó a buscar cómo reemplazar la nave perdida con la compra de dos helicópteros por 200.000 euros. Según la Guardia Civil se había fijado en aeronaves militares, con capacidad de carga de hasta 1.000 kilos. Si bien, los agentes lo han detenido antes de que cerrara esa operación de compra en el mercado negro.

 

Además de la droga y los restos del aparato que se estrelló en la Sierra de Ronda, la Guardia Civil ha requisado 14 vehículos, 28.125 euros en metálico, una pistola,varias armas cortas detonadoras, teléfonos móviles, material informático y abundante documentación.