JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ –AZORÍN
Biografía

JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ –AZORÍN- DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo «Azorín» (Monóvar, Alicante, 8 de junio de 1873 – Madrid, 2 de marzo de 1967), fue un novelista español, además de ensayista, dramaturgo y crítico literario.

 

Biografía []

 

Su padre era natural de Yecla, Murcia, y militaba en el Partido Liberal-Conservador (llegó a ser alcalde, diputado y seguidor de Francisco Romero Robledo). Ejercía de abogado en Monóvar y poseía una importante hacienda. Su madre había nacido en Petrer. Era una familia tradicional burguesa y acomodada. Azorín fue el mayor de nueve hermanos. Estudió bachillerato interno durante ocho años en el colegio de los Escolapios de Yecla, etapa que refleja en sus dos primeras novelas, de fuerte contenido autobiográfico. De 1888 a 1896 cursó derecho en Valencia, donde se interesa por el krausismo y el anarquismo y se entrega a febriles lecturas literarias y políticas. Empiezan sus pinitos periodísticos. Usa los seudónimos de Fray José, en La Educación Católica de Petrer, Juan de Lis en El Defensor de Yecla, etc. Escribe también en El Eco de Monóvar, El Mercantil Valenciano e incluso en El Pueblo, periódico de Vicente Blasco Ibáñez. Casi siempre hace crítica teatral de obras de fuerte contenido social (elogia las obras de Ángel Guimerá y Benito Pérez Galdós o el Juan José de Joaquín Dicenta) y ya refleja sus inclinaciones anarquistas. Traduce el drama La intrusa de Maurice Maeterlinck, la conferencia del francés A. Hamon De la patria o Las prisiones del príncipe Kropotkin. En 1895 Azorín publica dos ensayos, Anarquistas literarias y Notas sociales, en las que presenta al público las principales teorías anarquistas.

 

Se examinó en Granada y Salamanca, pero fue más estudiante que estudioso y más atento a las tertulias, al periodismo, al teatro, a la literatura y a los toros que a las leyes. Llegado el 25 de noviembre de 1896 a Madrid para seguir sus estudios, se inició en medio de grandes privaciones en el periodismo republicano (El País (1896), de donde le echaron; El Progreso (1897), periódico de Alejandro Lerroux), recibiendo sólo el apoyo de Leopoldo Alas en uno de sus Paliques, donde trabajó como crítico, bajo los seudónimos de Cándido, en honor a Voltaire, Ahrimán, el dios persa de la destrucción, Charivari y Este, entre otros. Poco a poco su nombre fue apareciendo cada vez más en revistas y periódicos importantes: Revista Nueva, Juventud (firmando con Baroja y Maeztu como grupo de los Tres), Arte Joven, El Globo, Alma Española, España, El Imparcial, ABC. Al mismo tiempo va publicando folletos y libros. Escribe una trilogía de novelas autobiográficas donde ya utiliza su definitivo seudónimo, «Azorín», que empezó a usar en 1904: La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.

 

A partir de 1905 el pensamiento y la literatura de Azorín están ya instalados en el conservadurismo. Comienza a colaborar en ABC donde participó activamente en la vida política. Antonio Maura, y sobre todo el ministro Juan de la Cierva y Peñafiel, se convierten en sus máximos valedores. Entre 1907 y 1919 fue cinco veces diputado y dos breves temporadas (en 1917 y 1919) subsecretario de Instrucción Pública. Tenía ya una larga trayectoria en la prensa madrileña cuando se incorporó a La Vanguardia como crítico literario. Gracias al empeño del director Miquel dels Sants Oliver, Azorín publicó, en este rotativo, cerca de 200 artículos entre 1914 y 1917. No es de extrañar que un conspicuo representante de la cultura castellana publicara en las páginas de un diario barcelonés como La Vanguardia, ya que Barcelona fue la capital donde se impulsó y se dio a conocer, según los estudiosos, la generación del 98.

 

Viajó incansablemente por España y ahondó en la lectura de los clásicos del Siglo de Oro. El directorio militar de Primo de Rivera enfrió la actividad pública de Azorín, quien se negó a aceptar cargos políticos de manos del dictador. En 1924 fue elegido miembro de la Real Academia Española.

 

Cuando estalló la Guerra Civil huyó del Madrid del Frente Popular y con su esposa, Julia Guinda Urzanqui, se refugió en Francia. Terminada la contienda, pudo regresar a España gracias a la ayuda que al efecto recibió del entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, a quien años más tarde (1955) dedicó Azorín «con viva gratitud» su obra El pasado (Biblioteca Nueva, Madrid).

 

En 1946 se le otorgó la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

 

En sus últimos años se mostró apasionado y asiduo espectador cinematográfico.

 

Obra []

 

Su producción literaria se divide fundamentalmente en dos grandes apartados: ensayo y novela. También escribió algunas obras teatrales, experimentales y de escaso éxito.

 

La producción literaria de Azorín tiene también un gran valor estilístico. Su forma de escribir, muy peculiar, se caracteriza por el impresionismo descriptivo, por el uso de una frase corta y de sintaxis simple, por el menudeo de un léxico castizo y por las series de dos adjetivos unidos por una coma. Entre sus técnicas literarias más innovadoras está el uso, a la manera de Virginia Woolf, de personajes que viven al mismo tiempo en varias épocas de la historia, como Don Juan o Inés, fundiendo a la vez mito y eterno retorno.

 

Ensayo []

 

Como ensayista dedicó especial atención a dos temas: el paisaje español y la reinterpretación impresionista de las obras literarias clásicas.

 

En los ensayos dedicados a la situación española se observa el mismo proceso evolutivo que marcó a toda la Generación del 98: si en sus primeras obras examina aspectos concretos de la realidad española y analiza los graves problemas de España, en Castilla (1912) su objetivo es profundizar en la tradición cultural española (reflexiones que surgen espontáneamente a partir de pequeñas observaciones del paisaje), además de incorporar un sentido del tiempo cíclico inspirado en Nietzsche.

 

Entre los ensayos literarios de Azorín destaca Ruta de Don Quijote (1905), Clásicos y modernos (1913), Los valores literarios (1914) y Al margen de los clásicos (1915). En ellos, su intención no es la de hacer un estudio pormenorizado de los textos, sino despertar la curiosidad y el interés ofreciendo una lectura impresionista de los mismos que destaca sólo los elementos más significativos de los mismos para la personalidad del escritor. Por tanto, se limita a expresar sus impresiones y reflexiones personales sobre la literatura española. También destaca La Andalucía trágica. Es un ensayo añadido a la obra de Los pueblos (edición en 1914). Azorín irá a Andalucía y recorrerá la zona de Sevilla. Al principio mandará crónicas a El Imparcial y el gobierno se sentirá molesto, por lo cual le pedirá el director del periódico que no mande más. Publicará todavía una entrevista que le costará la expulsión del periódico y le llevará a trabajar en ABC. La Andalucía trágica era de 1904 a 1905, anterior a Los pueblos y posteriormente añadida.

 

Novela []

 

Las novelas de Azorín se pueden dividir en cuatro etapas:

 

La primera etapa muestra predominio de los elementos autobiográficos y de impresiones suscitadas por el paisaje. El protagonista es Antonio Azorín (del cual tomará su seudónimo), personaje de ficción que se convierte en la conciencia de su creador. Estas novelas son un pretexto para desarrollar las experiencias vitales y culturales del autor. A ella pertenecen La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904).

 

En la segunda etapa, Azorín abandona los elementos autobiográficos, si bien continúa reflejando sus propias inquietudes en los personajes: la fatalidad, la obsesión por el tiempo, el destino, etc.

 

Una muestra de ello es Doña Inés (1925). A esta misma etapa pertenece Don Juan (1922), basada en la conversión cristiana del mito.

A la tercera etapa pertenecen Félix Vargas (1928), Superrealismo (1929) y Pueblo (1939), marcadas por el vanguardismo y por el drama personal y cosmológico inspirado en el gran poeta austroalemán Rainer María Rilke.

 

En la cuarta etapa, tras un período de relativo silencio profundamente marcado por la contienda civil, Azorín vuelve a la narrativa con El escritor (1941), la novela rosa María Fontán (1943) y La isla sin aurora (1944).

 

Teatro []

 

Azorín siempre sintió gran afición por el teatro; sin embargo, sus obras no gozaron del favor popular. De su pluma saldrían Old Spain (1926), Brandy, mucho brandy (1927), Comedia del arte (1927) y la trilogía Lo invisible, vinculada a la estética del Expresionismo, de la que forman parte La arañita en el espejo, El segador y Doctor Death, de 3 a 5, considerada por algunos críticos como su mejor producción dramática.

 

Francisco Ruiz Ramón resume así la propuesta teatral azoriniana:

 

1. Azorín señala la importancia y la libertad creadora del director de escena y de los actores.

2. Llama la atención sobre las nuevas relaciones entre la técnica cinematográfica y la técnica teatral.

3. Hace hincapié sobre la aparición del mundo de lo subconsciente en la escena.

4. La nueva realidad de la obra teatral, de acuerdo con las necesidades de la nueva sociedad y con el ritmo de la vida moderna, debe ser «rápida, tenue y contradictoria».

5. Deben suprimirse o reducirse al mínimo las acotaciones.

6. Es el mundo interior, el mundo de las ideas y de los problemas del espíritu y de la imaginación, quien debe suministrar sus materiales al dramaturgo.

 

La intención de Azorín es liberar el teatro español de todo provincianismo y elevarlo a la categoría de teatro europeo. Pero la mentalidad española no estaba preparada para asumir estas nuevas propuestas dramáticas. De ahí que el teatro azoriniano, al igual que el de Ramón María del Valle Inclán y Miguel de Unamuno, tuviera un éxito más bien escaso.

 

Bibliografía de Azorín (completa, en orden cronológico),

 

Hay que hacer notar que "Azorín", que en realidad es un seudónimo de José Martínez Ruiz, escribió también bajo su propio nombre, así como bajo los seudónimos "Cándido" y "Arhimán". Por esa razón, en el caso de aquellos libros que no firmó como "Azorín", hemos juzgado oportuno aclarar bajo qué rubrica fueron editados,

(Cándido), La crítica literaria en España (Discurso pronunciado en el Ateneo Literario de Valencia en sesión del día 4 de febrero de 1893), Valencia, Imprenta de Francisco Vives Mora, 1893

(Cándido), Moratín (Esbozo), Madrid/Valencia, Librería de Fernando Fe, 1893

(Arhimán), Buscapiés (Sátiras y críticas), Madrid/Valencia, Arhimán, 1894

(José Martínez Ruiz), Notas sociales (vulgarización), Madrid/Valencia, José Martínez Ruiz, 1895

(José Martínez Ruiz), Anarquistas literarios (Notas sobre la literatura española) Madrid/Valencia, José Martínez Ruiz, 1895

(José Martínez Ruiz), Literatura, folleto primero, Madrid, José Martínez Ruiz, 1895

(José Martínez Ruiz), Charivari, crítica discordante, Madrid, 1897

(José Martínez Ruiz), Bohemia (cuentos), Madrid, V.Vela Impresor, 1897

(José Martínez Ruiz), Soledades, Madrid, Librería de Fernando Fe, 1898

(José Martínez Ruiz), Pécuchet, demágogo (fábula), Madrid, Bernardo Rodríguez, 1898

(José Martínez Ruiz), La evolución de la crítica, Madrid, Librería de Fernando Fe, 1899

(José Martínez Ruiz), La sociología criminal (con prólogo de F. Pi y Margall), Madrid, 1899

(José Martínez Ruiz), Los Hidalgos (la vida en el siglo XVII), Madrid, Ricardo Fe, 1900

(José Martínez Ruiz), El alma castellana (1600-1800), Madrid, Librería Internacional Fernández Villegas y compañía, 1900

(José Martínez Ruiz), Diario de un enfermo, Madrid, Ricardo Fe, 1901

(José Martínez Ruiz), La fuerza del amor (Tragicomedia) (con prólogo de Pío Baroja), Madrid, La España Editorial, 1901

(José Martínez Ruiz), La voluntad (Primeras andanzas de Antonio Azorín) (en la segunda edición, de 1913, en la Biblioteca Renacimiento, aparece ya como autor Azorín), Barcelona, Henrich y Cía., Biblioteca de novelistas del siglo XX, 1902

(José Martínez Ruiz), Antonio Azorín (pequeño libro en que se habla de la vida de este pequeño señor (sucede lo mismo que en la anterior, en la segunda edición, de 1913, por la Biblioteca Renacimiento), Madrid, Vda. de Rodríguez Serra, 1903

(José Martínez Ruiz), Las confesiones de un pequeño filósofo (Infancia de Antonio Azorín) (Aumentada en 1909 y en ediciones sucesivas), Madrid, Librería de Fernando Fe, 1904

Los pueblos (Ensayos sobre la vida provinciana), Madrid, Biblioteca Nacional y Extranjera, 1905

La ruta de Don Quijote (Viajero por la Mancha), 1905

El político. Arte de conducirse en la vida, Madrid, Librería de los Suc. de Hernando, 1908

España. Hombres y paisajes, Madrid, Librería de Francisco Beltrán, 1909

Lecturas españolas (escritores clásicos y modernos), Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, 1912

Castilla, Biblioteca Contemporánea, 1912

Clásicos y Modernos, Madrid, Renacimiento, 1913

Los valores literarios, Madrid, Renacimiento, 1914

Un discurso de La Cierva (comentado por Azorín), Madrid, Renacimiento, 1914

Al margen de los clásicos, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1915

El Licenciado Vidriera (visto por Azorín). En el tricentenario de Cervantes, Madrid, Colección Austral, 1915

Rivas y Larra. Razón social del romanticismo en España, Madrid, Renacimiento, 1916

Un pueblecito (Riofrío de Ávila), Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1916

Parlamentarismo español (1904-1916), Madrid, Casa Editorial Calleja, 1916

Páginas escogidas, 1917

Entre España y Francia (páginas de un francófilo), Barcelona, Bloud y Gay editores, 1917

El paisaje de España visto por los españoles, Madrid, Renacimiento, 1917

Madrid, guía sentimental, Madrid, Biblioteca Estrella, 1918

París, bombardeado (mayo-junio 1918), Madrid, Renacimiento, 1919

Fantasías y devaneos (Política, literatura, naturaleza), Madrid, Rafael Caro Raggio, 1920

Los dos Luises y otros ensayos (Fr. Luis de Granada, Fr. Luis de León, Garcilaso, Góngora, Calderón, Cervantes y Ercilla), Madrid, Colección Austral, 1921

Don Juan (Novela), Madrid, Colección Austral, 1922

De Granada a Castelar (Fr. Luis de Granada, el "Diálogo de la lengua", Saavedra y Fajardo, Lope de Vega, Meléndez Valdés y Castelar), Madrid, Colección Austral, 1922

El chirrión de los políticos (Fantasía moral), Madrid, Colección Austral, 1923

Una hora de España (1560-1590), Madrid, Biblioteca Nueva, 1924

Racine y Molière, Madrid, Cuadernos Literarios de la Lectura, 1924

Los Quinteros y otras páginas, Madrid, R.A.E., 1925

Doña Inés (Historia de amor), Madrid, R.A.E., 1925

Old Spain, Madrid, El Teatro Moderno, 1926

Brandy, mucho brandy, Madrid, El Teatro Moderno, 1927

Comedia del Arte, Madrid, El Teatro Moderno, 1927

con Pedro Muñoz Seca, El Clamor, Madrid, El Teatro Moderno, 1928

Lo invisible (Trilogía), Madrid, El Teatro Moderno, 1928

Félix Vargas (Etopeya), Madrid, Biblioteca Nueva, 1928

Andando y paseando (Notas de un transeúnte), Madrid, Biblioteca de Ensayos, 1929

Blanco en Azul (Cuentos), Madrid, Biblioteca Nueva, 1929

Superrealismo (Prenovela), Madrid, Biblioteca Nueva, 1929

Maya, Madrid, La Farsa, 1930

Angelita (Auto sacramental), Madrid, Biblioteca Nueva, 1930

Pueblo (novela de los que trabajan y sufren), Madrid, Biblioteca Nueva, 1930

Lope en silueta (con una aguja de navegar Lope), Madrid, Ediciones del Arbol, 1935

La guerrilla, Madrid, La Farsa, 1936

Trasuntos de España (páginas electas), Buenos Aires, Colección Austral, 1938

Españoles en París (1939), Buenos Aires, Colección Austral, 1939

En torno a José Hernández (Nueve fantasías acerca del autor de "Martín Fierro"), Buenos Aires, Sudamericana, 1939

Pensando en España (Cuentos o evocaciones del pasado español, escritos en París, 1939), Madrid, Biblioteca Nueva, 1940

Valencia, Madrid, Biblioteca Nueva, 1941

Madrid (La generación y el ambiente del 98), Madrid, Biblioteca Nueva, 1941

El Escritor (Novela), Madrid, Colección Austral, 1942

Cavilar y contar (cuentos), Barcelona, colección Ánfora y Delfín de la Editorial Destino, 1942

Sintiendo a España (Cuentos), Barcelona, Biblioteca de Autores Hispánicos de la Editorial Tartessos, 1942

El Enfermo (Novela), Madrid, Colección La Tortuga en las Ediciones Adán, 1943

Memorias, en Obras Selectas, Biblioteca Nueva, 1943

Memorias inmemoriales, Madrid, Biblioteca Nueva, 1946

Con permiso de los cervantistas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1948

Con bandera de Francia, Madrid, Biblioteca Nueva, 1950

El cine y el momento, Madrid, Biblioteca Nueva, 1953

El oasis de los clásicos, Madrid, Biblioteca Nueva, 1953

Pintar como querer, Madrid, Biblioteca Nueva, 1954

El pasado, Madrid, Biblioteca Nueva, 1955

Escritores, Madrid, Biblioteca Nueva, 1956

Dicho y hecho, Madrid, Biblioteca Nueva, 1957

La isla sin aurora, Madrid, Biblioteca Nueva, 1958

Pasos quedos, Madrid, Escelicer, 1959

De Valera a Miró, Madrid, Afrodisio Aguado, 1959

Ejercicios de castellano, Madrid, Biblioteca Nueva, 1960

Postdata, Madrid, Biblioteca Nueva, 1961

Varios hombres y alguna mujer, Barcelona, Aedos, 1962

En lontananza, Madrid, Bullón, 1963

Los recuadros, Madrid, Biblioteca Nueva, 1963

con Jorge Campos, Conversaciones con Azorín, Madrid, Taurus, 1964

España clara, Madrid, Doncel, 1966

Los médicos, Valencia, Prometeo, 1966

Ni sí, ni no, Barcelona, Destino, 1966

París, Madrid, Biblioteca Nueva, 1966

Teatro de Azorín, Madrid, Escelicer, 1966

Ultramarinos, Barcelona, Edhasa, 1966

La amada España, Barcelona, Destino, 1967

Crítica de años cercanos, Madrid, Taurus, 1967

Tiempo y paisaje. Visión de España, Madrid, AECI, 1968

El artista y el estilo, Madrid, Aguilar, 1969

Lo que pasó una vez, Barcelona, Lumen, 1970

Tiempos y cosas, Barcelona, Salvat, 1971

Artículos olvidados de J. Martínez Ruiz, Madrid, Narcea, 1972

El caballero inactual, Madrid, Espasa Calpe, 1972

Rosalía de Castro y otros motivos gallegos, Lugo, Celta, 1973

Cada cosa en su sitio, Barcelona, Destino, 1974

Y pudo ser así, Almacenes Generales de Papel, 1974

Las Terceras de ABC, Madrid, Prensa Española, 1976

Un hidalgo, Ediciones de Arte y Bibliofilia, 1976

Yecla y sus hombres en mi memoria, 1979

Política y literatura, Madrid, Alianza, 1980

La hora de la pluma: periodismo de la dictadura y la república, Valencia, Pre-Textos, 1987

Azorín-Unamuno: cartas y escritos complementarios, Generalitat Valenciana, 1990

Fabia Linde y otros cuentos, Ateneo Literario de Yecla, 1992

Artículos anarquistas, Barcelona, Lumen, 1992

Saavedra Fajardo, Murcia, Academia Alfonso X el Sabio, 1993

Ecos del tiempo: textos breves, Alicante, Aguaclara, 1993

Judit: tragedia moderna, Alicante, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1993

Páginas escogidas, Alicante, Aitana, 1995

Cinematógrafo: artículos sobre cine y guiones de películas (1921-1964)", Valencia, Pre-Textos, 1995

Los norteamericanos, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Alberto, 1999

Cuentos y memorias, Madrid, Ediciones de la Torre, 2000

La bolita de marfil: cuentos, Madrid, Biblioteca Nueva, 2002

Andalucía: cinco miradas críticas y una divagación", Sevilla, Fundación Juan Manuel Lara, 2003

Lo que lleva el rey Gaspar: cuentos de Navidad, Madrid, Clan, 2003

El buen Sancho, Madrid, Biblioteca Nueva, 2004

 

 

ANÁLISIS DESDE OTRA PERSPECTIVA

 

 

Fuente biografiasyvidas  (Monóvar, Alicante, 1873 - Madrid, 1967) Escritor español adscrito a la Generación del 98. Sus inicios estuvieron muy marcados por una sensibilidad de carácter anarquista y sus primeros títulos respondían a esa ideología: Notas sociales (1896), Pecuchet demagogo (1898).

 

Durante esos años viajó intensamente por tierras de la meseta castellana, con el propósito de conocer tanto su paisaje como la situación social de sus gentes, que entonces era de extrema miseria. Compartió, junto a R. de Maeztu y P. Baroja, una viva admiración por la obra de Nietzsche, así como doctrinas de carácter revolucionario.

 

Se licenció en derecho y se dio a conocer enseguida a través de sus colaboraciones en la prensa: de hecho, el seudónimo Azorín apareció por vez primera en un artículo publicado en España. Publicó asiduamente en periódicos y revistas de la época. Una primera trilogía narrativa, compuesta por los volúmenes La voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904), constituye un extenso proceso de reflexión personal que lo llevó a cambiar radicalmente sus posiciones. Desilusionado, sus propias conclusiones lo llevaron a adoptar un ideario conservador al enfrentarse con algunos de los mitos finiseculares.

 

En ese momento, su prosa despunta ya con fuerza por una extraordinaria valoración del objeto en sus mínimos detalles, claridad y precisión expositivas, frase breve y riqueza de léxico. Todo ello, en su tiempo, hizo que su obra supusiera una auténtica revolución estética, si se la compara con el grueso de la producción decimonónica.

 

Para el propio Azorín el objeto primordial del artista no ha de ser otro que la percepción de lo "sustantivo de la vida". En consecuencia, pues, con este propósito de su particular técnica narrativa, y siguiendo de cerca los análisis que sobre la obra azoriniana desarrolló J. Ortega y Gasset, lo decisivo no está en "los grandes hombres, los magnos acontecimientos, las ruidosas pasiones [sino en] lo minúsculo, lo atómico". Técnica impresionista, pues, que aspira a ofrecer la esencia espiritual de las cosas mediante descripciones líricas en las que predomine la emoción delicada y atenta.

 

Impregnándose de estos valores, su narrativa se verá asaltada constantemente por la obsesión del tiempo, la serena contemplación del paisaje, de la historia, y una renovada sensibilidad ante los clásicos. En esta línea, aparecerán Los pueblos (1905), La ruta de Don Quijote (1905), Castilla (1912), Clásicos y modernos (1913), Al margen de los clásicos (1915) y Una hora de España (1924).

 

Sus ensayos narrativos y teatrales, poco apreciados por la crítica, conforman sin embargo otro de los grandes capítulos de su obra: Don Juan (1922), Doña Inés (1925), Old Spain! (1926), Brandy, mucho brandy (1927), Félix Vargas (1928) y Superrealismo (1929) son algunos de sus títulos más notables.

 

Azorín, que también escribió teatro, dio dos piezas que crean un vago ambiente de misterio: Lo invisible (1928) y Angelita (1930), de éxito más bien escaso. Su obra de vejez siguió presidida por los temas que dominan su visión del mundo: la irrealidad de la vida, el ámbito del arte, la nostalgia por el pasado de España: Madrid (1941), El escritor (1941) y París (1945) son tres de los títulos de esta etapa final. Académico de la lengua española desde 1928, lo esencial de su vida está recogido en sus Memorias inmemoriables (1940).