La increíble aventura de una infantería del arte
De interés general

La increíble aventura de una infantería del arte

 

 

01/03/2014 Fuente revistaenie. ¿Cómo sobrevivieron las colecciones europeas a la Segunda Guerra? Uno de los capítulos más estudiados del siglo XX tiene todavía hazañas poco difundidas. La historia real de un grupo de expertos, los Monuments Men (Hombres de Monumentos), que participaron en la campaña militar de los Aliados para rescatar obras robadas por los nazis es tema de Operación Monumento , de Robert M. Edsel y Bret Witter, en el que se basa la recién estrenada película dirigida por George Clooney. Acaba de publicarse aquí en Océano.

 

Durante la ocupación, los lugartenientes de Hitler confiscaron y escondieron bajo custodia del Tercer Reich más de cinco millones de valiosas piezas. Pero un equipo de expertos encabezó una búsqueda contrarreloj para recuperar muchas de ellas, entre las que había pinturas de Leonardo Da Vinci, Vermeer y Rembrandt, y esculturas de Miguel Angel y Donatello, junto a miles de otras que pertenecían a iglesias o coleccionistas. El libro relata cómo sus miembros, entre los que había directores de museos, historiadores y curadores, cayeron en la cuenta de que los acervos occidentales estaban en riesgo y organizaron el salvataje.

 

Edsel y Witter investigaron documentos, cartas y fotografías de los protagonistas reales. A diferencia de la película, donde la acción se concentra en una docena de agentes, los protagonistas de este libro son las 50 personas con mayor o menor participación en esta historia. Durante la tarea de rescate y recuperación, la división Monumentos estuvo integrada por expertos de trece países. Las casi 500 páginas de este libro nos aproximan a ese rescate que duró varios años, más allá incluso de la firma del armisticio en Europa. Los integrantes de “Monumentos, Bellas Artes y Archivos”, tal el nombre del organismo original, procedieron como una especie de soldados del arte encargados de salvar todas las obras que les fuera posible, en medio del ambiente bélico. Y narra también el siniestro plan de saqueo diseñado por los nazis, cuyos expertos habían recorrido varios países europeos elaborando inventarios secretos para cuando se produjera la invasión final. A través de cartas a familiares y testimonios personales, el libro recorre algunas de las aventuras de los protagonistas, desde el hallazgo de La adoración del Cordero Místico o Retablo de Gante , y el rescate de la Madonna de Miguel Angel, la única creación suya que salió de Italia en vida del artista y que había sido robada de la Catedral de Brujas, Bélgica.

 

El libro destaca también la labor de muchos colaboradores, cuyos nombres no han trascendido, como el conde Franz von Wolff-Metternich (apodado el “nazi bueno” por los miembros de Monumentos) y la empleada del museo y galería Jeu de Paume, Rose Valland. Pese a ser un estudio histórico, admite ser leído como un relato de aventuras. Como leemos en una de las páginas: “El embalaje de la Madonna de Brujas y el Retablo de Gante tuvo que realizarse con el máximo cuidado y llevó casi un día entero. A la mañana siguiente, con George Stout a la cabeza y seguidas por varias semiorugas, dos de las mayores obras maestras europeas iniciaron el trayecto de doscientos cuarenta kilómetros por las empinadas laderas alpinas hasta Munich. El viaje de vuelta a casa había empezado”.