Moreno amenazó a los bancos con multas y prisión si no lo ayudan a baj
Comercio Exterior

Moreno amenazó a los bancos con multas y prisión si no lo ayudan a bajar el blue

 

 

29-07-2013 Fuente iprofesional. El secretario amenazó a los ejecutivos con aplicarles la ley de abastecimiento, tras pedirles que obliguen a sus clientes a vender los dólares en negro

 

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, amenazó a los banqueros con aplicarles la ley de abastecimiento, que contempla clausuras y penas de prisión, tras pedirles que obliguen a sus clientes a vender los dólares que tengan en negro -incitándolos a realizar una operación ilegal- para así bajar el valor del dólar blue, que este viernes cerró a $8,66.

 

Calificadas fuentes del sistema financiero indicaron al diario La Nación que en las últimas semanas Moreno convocó a su despacho a los presidentes de los principales bancos nacionales para presionarlos con la posibilidad de sancionar a las entidades financieras. Con su habitual tono destemplado, el funcionario -que está en su momento de esplendor dentro del Gobierno- convocó, antes que a nadie, al presidente de Adeba y del Macro, Jorge Brito.

 

Las fuentes del sistema indicaron al matutino que, para aumentar su poder de persuasión, Moreno "citó a Brito a su despacho mediante una notificación escrita". El funcionario culpa a Brito -aliado de otros importantes funcionarios del Gobierno, como el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el vicepresidente, Amado Boudou- de ser uno de los responsables de la fuga de capitales de 2011.

 

Tras insultarlo, según testigos del encuentro, le advirtió que tratará de reemplazarlo como presidente de Adeba; sin embargo, hasta ahora Moreno no encontró un candidato para reemplazarlo.

 

Ni Moreno ni el presidente del Macro respondieron a las consultas.

 

En el caso del presidente del Banco Hipotecario, Eduardo Elsztain, la presión no se limitó a la posibilidad de aplicar la controvertida ley, ya que también le hicieron saber que el Gobierno analiza tomar el gerenciamiento de la entidad bancaria, en la que el Estado tiene el 60% de las acciones, indicaron calificadas fuentes del grupo IRSA al diario.

 

A todos los ejecutivos que desfilaron por su despacho del edificio de Diagonal Sur 651, los intimó a "llamar a las empresas que son clientes de los bancos para que salgan a vender divisas en negro con la intención de que baje el precio del dólar blue", sobre todo, para garantizar el éxito del blanqueo.

 

Uno de ellos intentó, sin éxito, explicarle que "es difícil que los clientes de los bancos admitan quién y por cuánto tienen dinero en negro", ante lo cual Moreno gritó más fuerte y les advirtió "Si ustedes no me hacen caso, yo les aplicó la ley de abastecimiento y les mando a mis inspectores para empezar a clausurar bancos",

 

La norma establece multas desde 500 pesos hasta un millón de pesos; autoriza la clausura de un establecimiento por un plazo de hasta 90 días, y penas de prisión de dos clases: la posibilidad de arresto preventivo por 48 horas ante el incumplimiento de las obligaciones que establece la ley, y la de pedir una prisión preventiva por 90 días, que, puede extenderse de seis meses a cuatro años.

 

En algunos de estos encuentros, participó el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien, al parecer, permaneció en silencio frente a los encendidos discursos de Moreno. "Parecía ausente", se sorprendió uno de los ejecutivos, que conoce la actitud elocuente de Kicillof en otros ámbitos oficiales.

 

Según describe La Nación, los ejecutivos se quedaron estupefactos por otros dos hechos:

 

-Moreno decidió no citar a los presidentes de las filiales de bancos extranjeros con una curiosa justificación: "Yo soy el poronga y sólo hablo con los porongas", explicó con su habitual vocabulario soez.

 

-Cuando intentaron que la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, le explicara a Moreno el mecanismo de operación del mercado de cambios, no obtuvieron respuesta.

 

Tras esta ronda intimidatoria, la actitud que adoptó la mayoría de los banqueros fue no hacerles caso a los pedidos del funcionario encargado de implementar, con poco éxito, la mayoría de las medidas económicas del Gobierno.