Arte medieval
Biografía

Arte medieval. De interés general

 

 

Fuente Wikipedia. El arte medieval es una etapa de la historia del arte que cubre un prolongado período para una enorme extensión espacial. La Edad Media -del siglo V al siglo XV- supone más de mil años de arte en Europa, el Oriente Medio y África del Norte. Incluye movimientos artísticos principales y distintos períodos, artes nacionales, regionales y locales, diferentes géneros, periodos de florecimiento a los que se ha venido en llamar renacimientos, las obras de arte, y los propios artistas (que en la Alta Edad Media permanecían en el anonimato de una condición artesanal de poco prestigio social, como los demás oficios establecidos en régimen gremial, mientras que en los últimos siglos de la Baja Edad Media, sobre todo en el siglo XV, alcanzarán la consideración de cultivadores de las bellas artes, aumentando en consideración social y preparación intelectual).

En la Antigüedad tardía se integró la herencia artística clásica del Imperio romano con las aportaciones del cristianismo primitivo y de la vigorosa cultura "bárbara" de los pueblos protagonistas de la época de las invasiones (procedentes de la Europa del Norte -pueblos germánicos-, de la Europa oriental -pueblos eslavos, magiares- o de Oriente -árabes, turcos, mongoles-), produciéndose peculiarísimas síntesis artísticas. La historia de arte medieval puede ser vista como la historia de la interacción entre elementos procedentes de todas esas fuentes culturales. Los historiadores de arte clasifican el arte medieval en períodos y movimientos: arte paleocristiano, arte prerrománico, románico, gótico (en Europa Occidental -la cristiandad latina-), arte bizantino (en el Imperio bizantino -la cristiandad oriental-) y arte islámico (en el mundo islámico), con influencias mutuas. Además, identifican estilos locales diferenciados, como el arte visigodo, el arte andalusí, el arte asturiano, el arte anglosajón, el arte carolingio o el arte vikingo; y estilos marcadamente sincréticos, como el arte hiberno-sajón, el arte árabe-normando, el arte mozárabe o el arte mudéjar.

El arte medieval se expresó en muy distintos medios a través de diferentes disciplinas artísticas, técnicas y géneros: arquitectura, escultura, orfebrería, manuscritos ilustrados (la miniatura y la caligrafía), frescos, pintura en tabla, mosaicos, y un largo etcétera, en el que se incluyen artes y oficios no incluidos habitualmente en las bellas artes, como la confección de la indumentaria medieval.

 

Función del arte durante la edad media

 

Las obras de arte medievales surgieron en un contexto en el que no existía el concepto de arte como fin en sí mismo ni el de la belleza como su objetivo, ni si quiera el concepto mismo de artista o de bellas artes (sino el de artes mecánicas, diferenciadas de las liberales). El objeto artístico medieval tenía, en el seno de la sociedad en que era producido, un carácter básicamente funcional. Para el medievalista francés Georges Duby, la obra de arte medieval cumplía fundamentalmente tres cometidos:

Ser una ofrenda a Dios, a los santos o a los difuntos, con el fin de obtener su gracia, su indulgencia, etc. Es por ello que el hombre medieval (incluso aquellos, como San Francisco de Asís, que promovían la pobreza) no dudaba de la legitimidad de la riqueza de los adornos de las iglesias, monasterios u otros lugares de culto, puesto que esta riqueza era vista como una ofrenda necesaria a Dios, para la cual eran necesarios los mejores materiales y las mejores técnicas.

Ser intermediaria entre el mundo sobrenatural y el humano, haciendo visible en este las realidades divinas, según la máxima paulina per visibilia ad invisibilia (a través de lo visible hacia lo invisible). Se suele atribuir a las imágenes medievales una función pedagógica: explicar los dogmas de la fe cristiana y la historia sagrada a los iletrados (el catecismo de piedra), si bien no todos los expertos están de acuerdo sobre este punto.

Ser una afirmación de poder: por un lado, del poder de Dios y de la Iglesia (el poder religioso); por otro, del poder político (emperadores, reyes, y las mismas instituciones eclesiásticas). A finales de la Edad Media van surgiendo en otros agentes sociales los medios suficientes para encargar obras de arte (la burguesía).

Movimientos artísticos y periodos principales

 

Alta Edad Media

 

Filigrana vikinga en bronce del siglo XI. La principal aportación de la influencia bárbara al arte altomedieval fue su particular enfoque del problema de la ornamentación, que dejó de ser naturalista para pasar a ser muy geométrica, casi heráldica; motivos trenzados y "en tenaza", la geometrización de motivos anteriores, como las vides pobladas de aves o la misma cruz, desde la cristianización de los bárbaros fueron interpretados de forma totalmente innovadora.

 

Beato de Osma (1086), uno de los 27 ejemplares iluminados de los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana (776), que está entre los pocos libros que alcanzaron semejante difusión en la época más oscura de la Alta Edad Media, en la que los scriptorium monacales apenas conservaban y reproducían unos pocos textos clásicos o la propia Biblia. Otro best seller de la época fue Etimologías de Isidoro de Sevilla (630), éste de vocación enciclopédica.

 

Decoración de mosaico y relieve policromado en los arcos y el capitel y cimacio de una columna en San Vital de Rávena, arte bizantino del siglo VI.

El arte paleocristiano cubre el período desde el siglo III (antes de éste no han sobrevivido muestras de arte cristiano), hasta el inicio del arte Bizantino (siglo V). Durante este período las obras de arte cristianas adoptaron las distintas técnicas romanas de pintura, mosaico, talla y trabajo de los metales.

El arte bizantino. Durante el período de iconoclasia (730-843) la gran mayoría de iconos fue destruida; tan sólo han sobrevivido algunos ejemplos, destacadamente los mosaicos de Rávena. Después de la reanudación de producción de iconos en 843 hasta 1453 la tradición Bizantina de arte continuó con relativamente pocos cambios, a pesar de, o debido a, la disminución lenta del Imperio. Se le considera el arte más refinado de la Edad Media en términos de calidad de material y habilidad, con la producción centrada en Constantinopla. El logro supremo del arte bizantino era los frescos monumentales y mosaicos dentro de iglesias abovedadas, la mayor parte de cual no han sobrevivido debido a catástrofes y la apropiación de iglesias para su conversión en mezquitas.

El arte islámico durante la Edad Media, además de la producción arquitectónica (las demás artes plásticas tienen un desarrollo menor al no permitirse la representación de figuras) cubre una amplia variedad de artesanías incluyendo manuscritos ilustrados, textil, cerámica, trabajo en metales y cristal. Son la muestra de la cultura material islámica en el Próximo Oriente, España Islámica (véase Arte de Al-Andalus), y África del Norte. Puede deslindarse una temprana etapa formativa (600-900) y el desarrollo de estilos regionales del siglo X en adelante.

El arte prerrománico cubre el periodo del siglo V al siglo X en Europa Occidental. Las influencias clásicas y las germánicas son activamente son absorbidas y se desarrolla la semilla de la que más tarde surgiría el arte románico. Se divide en distintos estilos locales:

El arte del período de las migraciones es el de los pueblos germánicos y eslavos, de la Europa del Norte y del Este durante las invasiones bárbaras o Período de Migración de Pueblos (aproximadamente 300-900), incluyendo también el período temprano del arte Hiberno-Sajón en Gran Bretaña e Irlanda. Esta influencia actuó recíprocamente con el arte cristiano, así como el estilo animal y el estilo polícromo.

Distinos estilos locales desarrollados a partir del establecimiento de reinos germánicos en:

Italia, con escasos monumentos ostrogodos (Tumba de Teodorico) y la más decisiva presencia del arte bizantino.

España, principalmente el Arte visigodo, el Arte asturiano y el Arte mozárabe o Arte de repoblación.

Francia y las zonas centrales del Imperio carolingio desarrollan el Arte carolingio a partir del reinado de Carlomagno (finales del siglo VIII).

Alemania, el Arte otoniano, desde mediados del siglo X a mediados del XI.

Irlanda (donde no llegaron a establecerse reinos germánicos) y Gran Bretaña (donde sí), habitadas desde la antigüedad por pueblos de origen celta, cuyas producciones de la época pueden denominarse arte celta medieval; desde aproximadamente el siglo V -retirada romana-, a aproximadamente la introducción del arte románico en el siglo XII -con la conquista normanda-. Del siglo V al VII se produce principalmente una continuación de la Edad Antigua: la cultura material de la Edad de hierro tardía (cultura de La Tène) con algunas modificaciones romanas; mientras que en los siglos VII y VIII se realizó una fusión con las tradiciones germánicas por el contacto con los anglosajones: lo que llaman el estilo Hiberno-Sajón o el Arte Insular; y finalmente algunas inspiraciones vikingas.

 

Ábside de la Basílica de Santa Pudenciana, arte paleocristiano.

 

 Baja Edad Media

 

Abadía de Cluny.

 

Las muy ricas horas del Duque de Berry, de los hermanos Limbourg.

Artículo principal: Arte Románico.

Artículo principal: Arte Gótico.

Dos estilos internacionales marcan la época, dividiéndola en dos mitades: el arte románico los siglos XI y XII y el arte gótico, que comienza en Francia a mediados del XII y se va imponiendo en el resto de Europa Occidental en el siglo XIII y el XIV. El siglo XV significará el final de la Edad Media y la irrupción del nuevo arte de la Edad Moderna. El nombre románico es utilizado a partir de los historiadores de arte del siglo XIX, para compararlo con la arquitectura romana antigua; mientras que el término gótico es un despectivo utilizado por los artistas y tratadistas de arte del Renacimiento para designar a todo el arte medieval (incluido lo que hoy llamamos prerrománico y románico), que consideraban una degeneración del arte clásico de Grecia y Roma contaminado por los godos (por tanto, gótico).

Diversidad espacial

Durante todo el periodo, el arte italiano es una excepción dentro de Europa Occidental, caracterizada por la influencia bizantina (muy visible en la Basílica de San Marcos (Venecia) y la herencia clásica (Púlpito del baptisterio de Pisa de Nicola Pisano), que, aunque produzca ejemplos paradigmáticos de un estilo internacional (el románico de la Catedral de Pisa o el gótico de la Catedral de Milán) siempre lo hace desde la adaptación a una visión propia, más horizontal y armónica (véase Arquitectura románica en Italia). La arquitectura en Alemania, en cambio, se caracterizó por una mayor búsqueda de la altura. En la Península Ibérica, los reinos cristianos alternaron entre una mayor influencia de Italia (Corona de Aragón) o Francia y Flandes (Corona de Castilla), y la constante influencia del arte islámico (arte mudéjar), mientras que los reinos musulmanes desarrollaban el arte almohade o el arte nazarí. En Francia también se produjo una gran diversidad estilística (entre Île de France, Provenza, Auvernia, Aquitania, Bretaña o Borgoña) y en algún caso, como el de Normandía, se exportó (Arquitectura normanda, de influencia notable en el sur de Italia -arte árabe-normando- y en las Islas Británicas, sobre todo en el románico inglés y con desarrollo posterior en ciertas características diferenciales del gótico inglés y el estilo Tudor).

Las dos grandes épocas

En la arquitectura románica los edificios se caracterizan por sus macizos muros y contrafuertes para sostener una robusta bóveda de cañón, basada en el arco de medio punto. Las estructuras, por comparación con el gótico, son de escasa altura y con pocos vanos, lo que implica una menor entrada de luz, que se intenta compensar con el abocinamiento de las arquivoltas de pórticos y ventanales. Subordinada al soporte arquitectónico, la profusa decoración escultórica (capiteles, tímpanos) y pictórica (frescos en los ábsides y paredes interiores), de líneas muy marcadas y colores planos, formas geometrizantes y hieráticas, convertía a los templos en verdaderos evangelios de los iletrados.

Véanse también: Arquitectura románica, Pintura románica y Escultura románica.

La arquitectura gótica nace a mediados del siglo XII en la región francesa de Ile de France, con la renovación de la iglesia de la abadía de Saint-Denis: la introducción del arco apuntado, la bóveda de crucería y los arbotantes que desplazaban el peso de las bóvedas a contrafuertes exteriores, dejando la posibilidad de aligerar los muros para conseguir construcciones de una altura extraordinaria y llenas de luz. La escultura gótica también se puede asociar al gótico arquitectónico francés que se extendió a todas partes de Europa. El siglo XIII permite hablar de un estilo internacional sustituyendo el arte románico. El gótico internacional caracteriza al periodo de aproximadamente 1360 a 1430, después del cual el gótico en distintas partes de Europa va combinándose con aportaciones del Renacimiento que está surgiendo en Italia; aunque en muchos lugares siguen haciéndose edificios góticos hasta el siglo XVI, denominados con distintos nombres de estilo (en el norte de Europa gótico flamígero, gótico tardío o flamboyant y estilo Tudor, y en la Península Ibérica gótico isabelino plateresco y manuelino). Los cambios pictóricos no comenzaron a ser suficientes para hablar de un estilo diferente al románico hasta comienzos del siglo XIII, caracterizado por una mayor expresión de sentimientos y un mayor realismo o naturalismo en la representación de la realidad. La utilización del soporte tabla y la técnica del temple se hace muy extensiva, produciendo retablos, dípticos, trípticos y polítpticos, que permiten un tamaño mayor o menor, la posibilidad de un arte mueble y su comercialización, respondiendo al aumento de los clientes del mercado del arte, que ya no se reducen a las instituciones eclesiásticas, sino que incluyen a las monarquías, las casas nobles y a la pujante burguesía. Al final del período se introduce la innovación tecnológica del grabado, que permitió el nacimiento de un nuevo medio de comunicación a través de las múltiples copias. En el siglo XV aparecerá la pintura al óleo, que permite un extraordinario detallismo.

 

 

Fuente rincondelvago. Introducción

 

En esta carpeta vamos a ver cuando y como se produjeron unas de las más importantes manifestaciones de lo que reconocemos como arte. Comprenderás como las obras que se realizaron a lo largo de la época medieval y varios milenios de la antigua época, en regiones como Egipto, persa y Grecia, tenían una finalidad distinta a la de una obra de arte. Pero también comprenderás a reconocer en esas obras, a pesar de haber sido concebidas con una utilidad distinta, aquellos aspectos, como la sensibilidad del artista, la técnica oel tamaño, que han permitido considerarlas como obras de arte y disfrutar con su contemplación.

 

También conocerás la delicadeza y valorizar la belleza del arte medieval y comprenderás las diferencias de aquellas épocas con el arte contemporáneo y sus lo detallistas que eran los griegos y los romanos. También comprenderás la gran influenza del arte Griego y románica con la cultura occidental.

 

Veras la gran relación que tienen las artes con su manera de vivir y podrás ver los distintos estilos de arte como el arte Gótico y su fascinación por el mundo sobrenatural, y como influyo en distintas creencias y religiones, como el arte Paleocristiano y sus características.

 

¿Qué es el arte?

 

Se puede decir que el arte es una manifestación del espíritu humano para expresar determinados valores culturales o ideológicos. Todo ello plasmado según composiciones simbólicas que se realizan por unos procedimientos técnicos que dan lugar a distintas actividades artísticas.

 

El termino Arte deriva del latín ars, que significa Habilidad, y que hace referencia a la realización de acciones que requieren una especialización humana que expresa y tiene en cuenta los valores culturales e ideológicos de su contexto.

 

El arte posee un importante componente comunicativo, para extender los postulados ideológicos. Ofrece al público una experiencia de tipo estético, emocional, intelectual, o todas a la vez.

 

El arte de la Edad Media

 

El arte de la edad media enfatiza los rasgos irracionales del arte, que constituye la mejor forma de expresión de la religiosidad que caracteriza esta época. Por medio de las manifestaciones estéticas se pretende adoctrinar a la población para conseguir su acercamiento a Dios. El medioevo es conocido como la época en la que el arte es la expresión de la religión y se convierte en la Biblia de los iletrados.

 

Durante la edad media, se consideraban inferiores aquellas actividades realizadas manualmente y que conllevaban un trabajo físico, como la escultura, mientras que la literatura, la música y la arquitectura formaban parte de actividades intelectuales.

 

El artista no goza de prestigio social ni cultura, por lo que sus labores se incluyen en las artes no liberales. Las obras son, en su mayoría, anónimas.

 

Arte Chavìn (1500-200 a.C)

 

La época en la que el conocimiento se producía en los templos.

 

La cultura Chavin originaria de América del sur tenía como base al igual que la mayorías artes de aquella época el objeto religioso, esta cultura se produjo por la gran importancia de la religión esto movió que el nivel de vida fuera distinto como por ejemplo, que la gente ya no vivía en aldeas sino que vivía alrededor de los grandes templos religiosos donde se podía ver actividades artesanales con motivos religiosos. La gente vivía de las artes y tuvieron grandes importancia la cerámica, el tejido, la litoescultura y la arquitectura que tenían una estrecha relación con la actividad religiosa y ritual, además de construcciones de canales y terrazas.

 

Producción artesanal:

 

La artesanía por lo general era de producción doméstica. Esto significa que cuando las familias precedían de algún objeto doméstico como platos, vasijas, jarrones de cerámica, tejidos o artefactos de piedra, ellos dejaban por un tiempo sus actividades cotidianas como el campo o actividad marina, o simplemente en su tiempo libre. La confección de objetos para los entierros, ceremonias o rituales diversos, aunque su producción fuese menor o más restringida.

 

Cerámica:

 

Existían artesanos exclusivos para fabricar la artesanía para rituales, ceremonias o entierros, la técnica que ocupaban estos artesanos no era tan distinta a la que ocupaban las familias para hacer las vasijas, claro que estos artesanos ocupaban hornos mas cerrados, por lo que el humo se concentraba en su interior. Sin embargo, la calidad de los acabados, las figuras grabadas y otros detalles de la cerámica que se usaban para los templos la diferenciaban del resto de vasijas y la convertían en obras de artes religiosos.

 

Litoescultura:

 

La litoescultura es el grabado en piedras de estructuras, exclusivas de templos, para ello los que hacían este trabajo eran conocedores de distintos tipos de piedras. Estos trabajadores eran elegidos cuidadosamente, para que trabajaran exclusivos para los templos, tallando y grabando esculturas y lapidas.

 

Textilería:

 

Eran básicamente telas de algodón, hechas en telares. La mayoría de ellas fueron pintadas a maneras de lienzos; luego se iniciaron las técnicas de brocado y de tapiz.

 

Arquitectura:

 

La arquitectura es el claro ejemplo de que esta civilización impulso la vida de forma de aldeanos a la vida urbana.

 

Se muestra que por lo general los templos estaban hechos en forma de U, con un gran patio. Los arquitectos de aquella época eran cuidadosos en cada detalle y forma.

 

Arte Griega

 

Grecia fue reconocido por la belleza de sus artes, por lo general el arte griega se basaba por la belleza del cuerpo humano.

 

El arte griego trasciende hasta nuestra época, ya que aún existen arquitectos que sus bases se generan tras la arquitectura griega, Fransesco Borromini gran arquitecto francés hacia sus edificios a con la base de los templos griegos.

 

Arquitectura:

 

Los arquitectos más reconocidos eran exclusivos para hacer templos y Palacios los cuales son famosos por su diseño y detalles, estos eran diseñados cuidadosamente ya que eran objetos fundamentales dentro de las polis.

 

El templo griego está formado generalmente por tres partes:

 

Cella o Naos: Es la sala central y capilla de Dios.

 

Pronaos: Vestíbulo que rodea a la Naos por delante.

 

Opistodomo: En la parte posterior. 'Arte Medieval'

 

Escultura:

 

Los griegos se localizaban en el cuerpo humano y sus facciones con un sentido de idealismo, generalmente las esculturas de humanos tenían una actitud reposada y sombría. Después de un tiempo las imágenes se tornaron más dramáticas, con ropajes agitados por la acción y rostros que expresan angustias y emoción.

 

Los griegos a través de la base del cuerpo humano tomaban una belleza ideal, la cual se focalizaban en los escorzos y la articulación. Relacionan numéricamente cada parte con otras y todas con el conjunto, lo que constituye la simetría, en la que reside el secreto de la belleza griega.

 

Pintura:

 

'Arte Medieval'

La pintura griega se basaba en las siluetas y perfiles, en general de una figura. La belleza de la pintura griega se basaba en los escorzos, la perspectiva y el claro oscuro. Dio origen a la pintura de paisaje.

 

Cerámica:

 

En general la cerámica griega su fondo era negro y los dibujos eran dorados o rojo, los dibujos que habían en ella eran por lo general eran de Dioses o Héroes de esa época mostrándolos en un acto poco usual.

 

Mosaicos:

 

Los primeros mosaicos griegos fueron hechos con guijarros de colores. Después se hicieron con piedras talladas o teselas.

 

Arte Románico

 

Bibliografía

 

Información de la carpeta

 

Libro: Historia del Arte

 

Editorial: Edebé

 

Conclusión

 

En esta carpeta pudimos estudiar y aprender como a cambiado el arte de aquella época, sus bellezas sus significados y como una simple obra de arte trajo consigo todo un movimiento de ideologías y teorías sobre la vida como es el caso del arte gótico.

 

También aprendimos que aquellos artistas expresan a través de sus obras hechos históricos de aquella época, ideologías, historias y también sellos que los caracterizaban como los griegos y los egipcios.

 

También aprendimos a través del arte hechos y características de aquella época como: los griegos y sus creencias o también la expansión del cristianismo.

 

Como avanzaron las técnicas y oficios según la época, como influyo en la historia.

 

 

Fuente ars-et-cultura. El arte medieval es un gran periodo de la historia del arte que cubre un prolongado periodo de tiempo para una enorme extensión espacial. La Edad Media -del siglo V al siglo XV- supone más de mil años de arte en Europa, el Oriente Medio y África del Norte. Incluye movimientos artísticos principales y distintos períodos, artes nacionales, regionales y locales, diferentes géneros, periodos de florecimiento a los que se ha venido en llamar renacimientos, las obras de arte, y los propios artistas (que en la Alta Edad Media permanecían en el anonimato de una condición artesanal de poco prestigio social, como los demás oficios establecidos en régimen gremial, mientras que en los últimos siglos de la Baja Edad Media, sobre todo en el siglo XV, alcanzarán la consideración de cultivadores de las bellas artes, aumentando en consideración social y preparación intelectual).

Los historiadores de arte clasifican el arte medieval en períodos y movimientos: arte paleocristiano, arte prerrománico, románico, gótico (en Europa Occidental -la cristiandad latina-), arte bizantino (en el Imperio Bizantino -la cristiandad oriental-) y arte islámico (en el mundo islámico), con influencias mutuas. Además cada "nación" o cultura en la Edad Media desarrollaron estilos propios diferenciados, como el arte visigodo, el arte anglosajón o el arte vikingo. El arte medieval incluye muchos medios de expresión a través de disciplinas artísticas, técnicas y géneros diferentes: arquitectura, escultura, orfebrería, manuscritos ilustrados (la miniatura y la caligrafía), frescos, pintura en tabla, mosaicos, y un largo etcétera, en el que se incluyen artes y oficios no incluidos habitualmente en las bellas artes, como la confección de la indumentaria medieval.

El arte medieval superó la herencia artística clásica del Imperio Romano a través de su mezcla con las aportaciones del cristianismo primitivo y de la vigorosa cultura "bárbara" de Europa del Norte para producir una notable síntesis artística.

A la hora de encarar las obras de arte medievales es necesario tener en cuenta que en esta época no existe el concepto del arte como fin en sí mismo o de la belleza como único objetivo del artista. El objeto artístico medieval tiene, en el seno de la sociedad en que es producido, un carácter básicamente funcional. En opinión del medievalista francés Georges Duby, la obra de arte medieval cumple fundamentalmente tres cometidos:

El de ser una ofrenda a Dios, a los santos o a los difuntos, con el fin de obtener su gracia, su indulgencia, etc. Es por ello que el hombre medieval (incluso aquellos, como San Francisco de Asís, que promovían la pobreza) no dudaba de la legitimidad de la riqueza de los adornos de las iglesias, monasterios u otros lugares de culto, puesto que esta riqueza era vista como una ofrenda necesaria a Dios, para la cual eran necesarios los mejores materiales y las mejores técnicas.

El de ser intermediarios entre el mundo sobrenatural y el humano, haciendo visible aquí las realidades divinas, según la máxima paulina per visibilia ad invisibilia (a través de lo visible hacia lo invisible). Generalmente, se suele atribuir a las imágenes medievales una función pedagógica consistente en explicar los dogmas de la fe cristiana y la historia sagrada a los iletrados, si bien no todos los expertos están de acuerdo sobre este punto.

El de ser una afirmación de poder: por un lado, del poder de Dios y de la Iglesia que reclamaba su delegado en el mundo; por otro, del poder de aquellos que tienen los medios suficientes para encargar obras de arte.

ALTA EDAD MEDIA

El arte paleocristiano cubre el período desde el siglo III (antes de éste no han sobrevivido muestras de arte cristiano), hasta el inicio del arte Bizantino (siglo V). Durante este período las obras de arte cristianas adoptaron las distintas técnicas romanas de pintura, mosaico, talla y trabajo de los metales.

El arte bizantino. Durante el período de iconoclasia (730-843) la gran mayoría de iconos fue destruida; tan sólo han sobrevivido algunos ejemplos, destacadamente los mosaicos de Rávena.

Después de la reanudación de producción de iconos en 843 hasta 1453 la tradición Bizantina de arte continuó con relativamente pocos cambios, a pesar de, o debido a, la disminución lenta del Imperio. Se le considera el arte más refinado de la Edad Media en términos de calidad de material y habilidad, con la producción centrada en Constantinopla. El logro supremo del arte bizantino era los frescos monumentales y mosaicos dentro de iglesias abovedadas, la mayor parte de cual no han sobrevivido debido a catástrofes y la apropiación de iglesias para su conversión en mezquitas.

El arte islámico durante la Edad Media, además de la producción arquitectónica (las demás artes plásticas tienen un desarrollo menor al no permitirse la representación de figuras) cubre una amplia variedad de artesanías incluyendo manuscritos ilustrados, textil, cerámica, trabajo en metales y cristal. Son la muestra de la cultura material islámica en el Próximo Oriente, España Islámica (Arte de Al-Andalus), y África del Norte. Puede deslindarse una temprana etapa formativa (600-900) y el desarrollo de estilos regionales del siglo X en adelante.

El arte prerrománico cubre el periodo del siglo V al siglo X en Europa Occidental. Las influencias clásicas y las germánicas son activamente absorbidas y se desarrolla la semilla de la que más tarde surgiría el arte románico. Se divide en distintos estilos locales:

El arte del período de las migraciones es el de los pueblos germánicos y eslavos, de la europa del Norte y del Este durante las invasiones bárbaras o Período de Migración de Pueblos (aproximadamente 300-900), incluyendo también el período temprano del arte Hiberno-Sajón en Gran Bretaña y Irlanda. Esta influencia actuó recíprocamente con el arte cristiano, así como el estilo animal y el estilo polícromo.

Distinos estilos locales desarrollados a partir del establecimiento de reinos germánicos en:

Italia, con escasos monumentos ostrogodos (Tumba de Teodorico) y la más decisiva presencia del arte bizantino.

España, principalmente el Arte visigodo, el Arte asturiano y el Arte mozárabe.

Francia y las zonas centrales del Imperio Carolingio desarrollan el Arte carolingio a partir del reinado de Carlomagno (finales del siglo VIII).

Alemania, el Arte otoniano, desde mediados del siglo X a mediados del XI.

Irlanda (donde no llegaron a establecerse reinos germánicos) y Gran Bretaña (donde sí), habitadas desde la antigüedad por pueblos de origen celta, cuyas producciones de la época pueden denominarse arte celta medieval; desde aproximadamente el siglo V -retirada romana-, a aproximadamente la introducción del arte románico en el siglo XII -con la conquista normanda-.

BAJA EDAD MEDIA

Románico

El Arte románico fue un estilo artístico predominante en Europa en los siglos XI, XII y parte del XIII. El románico supone el arte cristiano, agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (paleocristiana, bizantina, islámica, del norte de Europa y prerrománica) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.

Recibe el nombre de románico por coincidir su floración con la aparición de las lenguas romances o románicas. Otras fuentes afirman que fue en el siglo XIX cuando el arqueólogo Charles de Gerville dio este nombre a la arquitectura cristiana occidental de los siglos V al X, por alusión a la arquitectura romana, en la que se suponía que se había inspirado.

Arquitectura

Componentes del estilo:

Entre los elementos arquitectónicos que destacan en el estilo Románico los más característicos del mismo son:

el arco de medio punto.

la cubierta de bóveda de medio cañón y de arista.

los ábsides semicirculares en planta de cruz latina en las iglesias.

piedra escuadrada pero no pulida

A continuación otros de los elementos arquitectónicos propios el estilo:

capiteles decorados

frisos decorativos

escultura monumental aplicada a la arquitectura

Planta

 

La planta típica de una iglesia románica es la basilical latina con tres o cinco naves y crucero de brazos salientes. En la cabecera, que siempre mira a oriente, se hallan tres o cinco ábsides semicirculares de frente o formando corona, llevando cada uno de ellos tres ventanas en su muro. Y en los pies o entrada del templo se alza un pórtico flanqueado por dos torres cuadradas. Algunas iglesias tienen los brazos del crucero convertidos en sendos ábsides que con el central forman una especie de gran trifolio. Las iglesias de templarios y de otras órdenes caballerescas afines se hallan, por lo común, sobre planta poligonal o circular y son de escasas dimensiones. Asimismo, existen pequeños oratorios de planta circular que fueron capillas funerarias o que estuvieron unidas a fortificaciones como oratorios militares y no faltan otras que siguiendo el estilo o inspiración bizantina se disponen a modo de cruz griega y de cuadrifolio.

Contrafuertes

Los soportes característicos de un edificio románico son el pilar compuesto y el contrafuerte adherido exteriormente al muro. Los contrafuertes tienen por objeto reforzar los muros y servir a la vez de contrarresto a los arcos y bóvedas (servicio que también prestan los pilares compuestos): son visibles al exterior, lisos y de forma prismática. Pero cuando se adhieren a los ábsides aparecen frecuentemente a modo de columnas que sostienen el alero. Los muros están formados de sillarejo o de sillares desiguales con poca regularidad en las hiladas.

Pilares y arcos

El referido pilar monta ordinariamente sobre un zócalo cilíndrico o de poca altura y se compone de una pilastra simple o compuesta que lleva adosadas a cada frente o a alguno de ellos una o dos columnas semicilíndricas . Dichas columnas tienen basa y capitel igualmente adosados al núcleo central prismático. Hay también columnas exentas y pareadas, de dos en dos, o de cuatro en cuatro pero no se hallan de estas formas ordinariamente sino en los claustros, pórticos, y galerías

Los capiteles románicos ofrecen especial interés por lo variado de sus formas y por las curiosísimas labores con que suelen decorarse. Algunos de ellos conservan reminiscencias clásicas de sabor corintio degenerado pero en su gran mayoría se forman de un grueso prisma o de un tronco piramidal o de cono invertido en cuyos frentes lleva esculpidas labores geométricas entrelazadas o motivos vegetales que en forma de hojas le rodean o asuntos simbólicos e históricos. Va coronado el capitel por un ábaco grueso, denominado cimacio, el cual se halla casi siempre decorado con molduras u otros ornamentos propios del estilo.

Los arcos de construcción se apoyan inmediatamente sobre el referido ábaco y son de medio punto o peraltados y casi siempre dobles o triples, es decir, que cada uno de ellos consta de dos o tres semianillos adheridos uno debajo de otro siendo más ancho el de encima. Cuando se adorna con molduras propiamente dichas, se denuncia la segunda época del estilo y se presentan ellas en forma de un baquetón grueso, bordeando la esquina del arco. Propio asimismo de la segunda época (siglo XII) es el arco apuntado, también llamado ojival, que a veces se halla en edificios románicos como medio constructivo para disminuir el empuje lateral (sin que por esto sea indicio de estilo gótico si falta la bóveda de crucería) y nunca como ornamento.

Cubierta interior

La cubierta interior de la naves y estancias diferentes consiste por lo general en la bóveda de medio cañón —a veces, apuntada como los arcos— para la nave central; de arista o de cuarto de cañón para las laterales y de concha o de cuarto de esfera para los ábsides, alzándose sobre el crucero una cúpula poligonal. La dificultad y la diferencia mayor que se hallan en estos edificios estriban en el problema de combinar el abovedamiento de todas las naves con la iluminación suficiente de la central y, además, en dar al crucero o al encuentro de las naves un equilibrio muy estable y una cubierta proporcionada: las soluciones varias que se dan a este doble problema constituyen las diferencias principales de la escuelas arquitectónicas del estilo románico.

Cubierta exterior

La cubierta exterior o tejado se apoya sobre las bóvedas mediante una armadura sencilla de madera que se apoya en ellas, pero en el siglo XII se hace independiente esta armadura y es sostenida sólo por los muros para no cargar de peso las bóvedas y cúpulas. Sobre la cúpula poligonal del crucero se eleva una linterna (ventana) prismática ya formando cuerpo con ella, ya estando independiente. Dicha linterna se termina por una cubierta piramidal, semejando el conjunto una torre de base ancha y poca altura que, a veces, ejerce también funciones de campanario.

Puertas y ventanas

Las puertas se hallan formadas por una serie de arcos redondos concéntricos y en degradación apoyados en sendas columnillas de suerte que todo el conjunto forma una especie de arco abocinado y moldurado contribuyendo al mayor efecto visual el mismo grosor del muro que suele formar allí un cuerpo saliente. Algunas portadas carecen de dintel y de tímpano pero por lo general se hallan provistas de uno y otro y entonces se esculpen sobre el último relieves simbólicos o iconísticos y a los lados de la portada o en las jambas y aun en el mismo arco abocinado se disponen variadas series de labores ornamentales en relieve, flanqueándose, a veces, con estatuas el ingreso en las iglesias más suntuosas.

Las ventanas se abren casi siempre en la fachada y en el ábside y algunas veces en los muros laterales. Son bastante más altas que anchas y terminan por arriba en arco doble, generalmente plano o de arista viva apoyado sobre columnitas como las de la portada y cuando estos arcos se rodean de molduras finas o baquetones o bien las ventanas han dejado la primitiva estrechez, pertenecen a la segunda época del estilo.

Se cierran las ventanas con vidrieras incoloras o de color en algunas iglesias suntuosas o con láminas traslúcidas de alabastro o yeso cristalino o con simples celosías de piedra perforada y en las iglesias pobres con simples telas blancas enceradas o impregnada con trementina. De aquí que hayan de ser poco extensas las ventanas de esta época (lo mismo que en la precedente) hasta que se fue ensayando y generalizando el uso de grandes vidrieras (vitrales).

PINTURA

La pintura románica conserva alguna tradición romana aunque muy degenerada y participa más o menos de las influencias bizantinas y de las septentrionales. Sin embargo, no refleja una intención decidida de imitar o copiar los modelos de Constantinopla (Bizancio) en lo cual se diferencia del estilo italo-bizantino. Se manifiesta principalmente en la decoración de muros interiores de iglesias, en pinturas de frontales de altar, en miniaturas o iluminaciones de códices (libros de pergamino), alguna vez en mosaicos de pavimentos, esmaltes para decoraciones del mobiliario y en algunas vidrieras de colores (vitrales) que empiezan a usarse en su época desde finales del siglo X.

Se caracteriza la pintura románica por el escaso estudio de la naturaleza que revelan sus figuras, por la seriedad y uniformidad de los rostros en la forma humana, por la simétrica plegadura de los paños, por las violentas actitudes que se dan a los personajes al representar una escena y el rígido hieratismo (solemnidad) cuando las figuras no han de expresar acciones, por sus contornos demasiado firmes o acentuados y, en fin, por la falta de perspectiva que ofrece la composición en conjunto.

Los procedimientos generalmente seguidos fueron el temple y el fresco para cuadros y decoraciones murales, el temple y la acuarela en la pintura sobre tabla y la acuarela (en éstas y en las tablas con aplicaciones de oro) para las iluminaciones de códices. En la pintura sobre tabla era bastante común el recubrir la superficie con un lienzo pegado a la misma sobre el cual se aplicaban algunas manos de fina escayola (yeso) y se trazaban en ésta para fondo del cuadro ciertos surcos o rayitas e incluso dibujos en relieve y luego se pintaban las figuras que en muchos puntos aparecen también con resalto.

ESCULTURA

La escultura románica tuvo una estrecha relación con la arquitectura, insertándose como un elemento complementario, y se dedicó principalmente a la enseñanza de las escenas bíblicas con relieves de piedra que fueran comprensibles para los creyentes laicos. Esta actividad se desarrolló entre el siglo XI y, en correspondencia con las diferentes partes de Europa, del siglo XII o la primera mitad del XIII.

Sin llegar a desenvolverse con la perfección de la arquitectura, siguió la escultura románica los mismos pasos y evoluciones que ella, contribuyendo a su formación y desarrollo las mismas causas que para la arquitectura. Por lo mismo, hubo de ser componentes suyos los elementos romanos con los septentrionales, bizantinos y árabes como lo son de la arquitectura. Se inspiraba con frecuencia en los dibujos y figuras de los códices regionales y de los tapices venidos de Oriente.

El carácter general de la escultura románica consiste en la imitación de modelos artificiales y de aquí su amaneramiento o rutina. A diferencia de la escultura gótica, en la cual se revela un positivo estudio e imitación de la Naturaleza aunque sin la desenvoltura de los artistas del renacimiento. Se caracteriza, además, por cierta rigidez de formas, falta de expresión adecuada (a veces, exagerada) en las figuras, olvido del canon escultórico en la forma humana, forzada simetría en el plegado de los paños , repetición y monotonía en los tipos de una escena, tosquedad en la ejecución de la obra y frecuente adopción de flora estilizada y de fauna monstruosa como asuntos ornamentales y simbólicos. estrechos pliegues en la vestimenta.

Algunos estudiosos han querido ver, dentro de la dinámica de imitación de modelos, una serie de leyes o normas generales que se encuentran con frecuencia en las obras románicas. Destaca entre ellas la Ley de Adaptación al Marco y que subordina el desarrollo escultórico al espacio arquitectónico cedido a tal fin. El resultado serán escenas en las que los personajes se adaptan a ese espacio, a veces contrayéndose o estirándose, sin tener en cuenta otras consideraciones más naturalistas. Otra norma general es la isocefalia que encontramos en algunos grupos de figuras situadas todas con la cabeza a la misma altura.

Las principales labores de escultura románica se admiran hoy en los relieves de muy variados capiteles y en las magníficos porticos y elegantes cornisas de muchos edificios de la época, en cuyos frontis se representan escenas bíblicas y figuras alegóricas (entre ellas, los llamados bestiarios y las personificaciones de los signos del zodiaco, etc.) a una con imágenes de Santos en gran relieve.

Gótico

El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo). Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza (sur de Francia), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra, Castilla y Aragón.

Frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico eleva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.

No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: el predominio de la inspiración religiosa en el arte sigue siendo indiscutido, el monasterio como institución apenas varía excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimientos, la misma planta de las iglesias sigue siendo predominantemente la cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se complique o varíe (plantas basilicales, colocación del transepto en el centro, complicación de naves, capillas y girolas). Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no verán terminada, ni quizá sus hijos o nietos. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico (a veces por rivalidad política) que cuando se inicia no se ha planificado cómo terminar, como es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.

Arquitectura

A nivel arquitectónico, el estilo gótico nació en torno a 1140 en Francia, siendo considerada como el primer monumento de este movimiento la basílica de la abadía real de Saint-Denis.Este arte se ha definido durante mucho tiempo de manera bastante superficial, exclusivamente por la utilización de uno de sus elementos, el arco apuntado, al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de crucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos, que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. Eso permitió la construcción de edificios mucho más amplios y elevados, y el predominio de los vanos sobre los muros. Los elementos sustentantes (pilares de complicado diseño) quedan mucho más estilizados. Pero la utilización de un elemento no puede definir un estilo de forma global, se trata de un problema más amplio, de una nueva etapa histórica, una nueva concepción del arte y con el del mundo. Un elemento estructural, por importante que sea, no puede resumir un concepto global sobre la vida.

 

La luz

Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere acercar a los fieles, de una manera vivencial y casi palpable, los valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba alhombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz.Este hecho está relacionado con la divulgación de las corrientes filosóficas neoplatónicas, que establecen una vinculación entre el concepto de Dios y el ámbito de la luz. Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la luz conformará el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no figurada en pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida como si de focos se tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.

La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La simbología domina a los artistas de la época, la escuela de Chartres considera la luz el elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material, la aproximación más cercana a la forma pura.

El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite, mediante una sabia utilización de la técnica, emplear la luz, luz transfigurada, que desmaterializa los elementos del edificio, consiguiendo claras sensaciones de elevación e ingravidez.

Escultura

En la escultura gótica las tallas en piedra continúan usándose para la decoración de la arquitectura, además de cumplir la función evangelizadora (el catecismo de los analfabetos, la inmensa mayoría de la población) pero cada vez se emancipa más (paso del relieve al bulto redondo). La escultura gótica evolucionó desde un estilo alargado y rígido, aún en parte románico, hacia un sentimiento espacial y naturalista a finales del siglo XII y principios del siglo XIII. La influencia de las esculturas griegas y romanas que aún se conservaban se incorporaron al tratamiento de las telas, las expresiones faciales y la pose.

Las esculturas góticas nacieron en los muros de las iglesias, a mediados del siglo XII en la Isla de Francia, cuando el abad Suger hizo construir la abadía de Saint-Denis (h. 1140), considerada el primer edificio gótico, y muy pronto le siguió la catedral de Chartres (h. 1145). Anteriormente, no había tradición escultórica en la Isla de Francia, así que los escultores se traían de Borgoña, quienes crearon las revolucionarias figuras que actuaban como columnas en el Pórtico Real de Chartres. Era un invento enteramente nuevo y proporcionaría el modelo para una generación de escultores.

Las ideas francesas se divulgaron por muchos países de Europa, España, Alemania, Inglaterra, Italia , etc.

Las técnicas de tallado de madera se hacen cada vez más sofisticadas, llegando a su máximo esplendor en la integración del color y el diseño arquitectónico de complejísimos retablos. La recuperación de la tradición clásica de la fundición del bronce deberá esperar al renacimiento italiano.

Pintura

Un estilo de pintura que pueda llamarse «gótico» no apareció hasta alrededor de 1200, o casi 50 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, pero podemos ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo.

Es usual indicar que, mientras en el románico las representaciones figurativas son simplificadas e idealizadas, en el gótico se tiende a aumentar el realismo y naturalismo, aproximándose a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, que, no obstante, sigue siendo poco usual.

En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo, humanismo de San Francisco de Asís) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico.

También hay lentos avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.

La pintura, esto es, la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales:

Frescos. La pintura mural o frescos siguieron usándose como el principal medio para la narración pictórica en las paredes de las iglesias en el Sur de Europa, como una continuación de las tradiciones cristiana y románica anteriores.

Vidrieras. En el norte de Europa, las vidrieras fueron el arte preferido hasta el siglo XV.

Pintura sobre tabla. Comenzaron en Italia en el siglo XIII y se extendieron por toda Europa, de manera que para el siglo XV se había convertido en la forma predominante, suplantando incluso a las vidrieras.

Miniaturas. Los manuscritos iluminados representaron la más completa documentación de la pintura gótica, documentando la existencia de una serie de estilos en lugares donde no han sobrevivido otras obras monumentales.

La pintura al óleo sobre lienzo no se hizo popular hasta los siglos XV y XVI y fue el punto de partida del arte renacentista.