Tabaré busca aprovechar el frenazo brasileño para lograr mayor apertur
Comercio Exterior

Tabaré busca aprovechar el frenazo brasileño para lograr mayor apertura del Mercosur

 

 

21/05/2015 Fuente cronista. Vázquez espera ganar el respaldo del gobierno de Dilma a su reclamo de poder pactar por fuera del bloque comercial, posición a la que se resiste la Argentina

 

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, se reunirá hoy en Brasilia con su par Dilma Rousseff a fin de lograr lo que anheló pero no pudo durante su anterior mandato: conseguir apoyo para dotar de mayor flexibilidad al estancado Mercosur a fin de poder firmar acuerdos bilaterales con países ajenos al bloque comercial, sin tener que contar con el aval de todos los socios.

 

A diferencia de lo que ocurrió en 2006, cuando todos los países miembro le saltaron a la yugular por coquetear abiertamente con un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, esta vez Tabaré apuesta a sacar provecho de las circunstancias económicas de la región, y puntualmente el frenazo de la economía brasileña, para ganarse nada más ni nada menos que al gigante sudamericano como su gran aliado en la cruzada aperturista del Mercosur.

 

Según una nota difundida ayer por la cancillería brasileña, en vísperas de la visita de Vázquez, "los presidentes discutirán el avance de los principales proyectos de integración bilateral y temas regionales y multilaterales, con énfasis en el Mercosur".

 

Aunque el comunicado no profundiza en el asunto, fuentes oficiales dijeron a la agencia Efe que uno de los temas en relación al bloque será la coincidencia que existe ahora entre Brasil y Uruguay en el sentido de que se debe revisar la llamada Decisión 32/2000 del Mercosur. Esa norma adoptada hace 15 años establece que los socios del bloque (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela; este último desde 2011) deben negociar todo acuerdo comercial en conjunto, lo cual para sectores empresariales constituye una camisa de fuerza.

 

Desde hace años Uruguay y Paraguay, los llamados ‘socios menores‘ del bloque, vienen pidiendo flexibilizar esa norma, pero hasta ahora Argentina y Brasil hicieron oídos sordos. Sin embargo, en los últimos meses el gobierno de Rousseff dio señales claras de estar dispuesto a revisar la norma, en coincidencia con el deterioro de su comercio exterior, que en 2014 cerró en rojo por primera vez en catorce años.

 

"El Mercosur es un casamiento indisoluble pero eso no significa que no se pueda discutir la relación", declaró a principio de mayo el ministro brasileño de Comercio Exterior, Armando Monteiro. "No hay nada en el mundo que impida hacer ajustes y darle a los países, como Brasil, un mayor grado de libertad para ir en dirección de nuevos acuerdos", señaló.

 

Esa declaración fue muy bien recibida en Uruguay y en especial en relación al TLC que Mercosur negocia desde hace más de una década con la Unión Europea. Uruguay y (ahora) Brasil coinciden en que se podría desbloquear si cada país negocia por separado o a "velocidades diferentes". Pero ambos gobiernos reconocen en off que el mayor obstáculo para esa flexibilización es el proteccionismo de Argentina.