El paso del retorno
de Vicente Huidobro

El paso del retorno

 

Autor: Vicente Huidobro

 

A RAQUEL, Que me dijo

un día: «Cuando tú te

alejas un solo instante,

el tiempo y yo lloramos»

 

 

Yo soy ese que salió hace un año de su tierra

Buscando lejanías de vida y muerte

Su propio corazón y el corazón del mundo

Cuando el viento silbaba entrañas

En un crepúsculo gigante y sin recuerdos

 

Guiado por mi estrella

Con el pecho vacío

Y los ojos clavados en la altura

Salí hacia mi destino

 

Oh mis buenos amigos

¿Me habéis reconocido?

He vivido una vida que no puede vivirse

Pero tú Poesía no me has abandonado un solo instante

 

Oh mis amigos aquí estoy

Vosotros sabéis acaso lo que yo era

Pero nadie sabe lo que soy

El viento me hizo viento

La sombra me hizo sombra

El horizonte me hizo horizonte preparado a todo

 

La tarde me hizo tarde

Y el alba me hizo alba para cantar de nuevo

 

Oh poeta esos tremendos ojos

Ese andar de alma de acero y de bondad de mármol

Este es aquel que llegó al final del último camino

Y que vuelve quizás con otro paso

Hago al andar el ruido de la muerte

Y si mis ojos os dicen

Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto

Ellos podrían también deciros

Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido

 

¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros!

La noche ha dejado noche en mis cabellos

¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?

¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?

 

Cuando las piedras oyen mi paso

Sienten una ternura que les ensancha el alma

Se hacen señas furtivas y hablan bajo:

Allí se acerca el buen amigo

El hombre de las distancias

Que viene fatigado de tanta muerte al hombro

De tanta vida en el pecho

Y busca donde pasar la noche

 

Heme aquí ante vuestros limpios ojos

Heme aquí vestido de lejanías

Atrás quedaron los negros nubarrones

Los años de tinieblas en el antro olvidado

Traigo un alma lavada por el fuego

Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis

Traigo un cristal sin sombra un corazón que no decae

La imagen de la nada y un rostro que sonríe

Traigo un amor muy parecido al universo

La Poesía me despejó el camino

Ya no hay banalidades en mi vida

¿Quién guió mis pasos de modo tan certero?

 

Mis ojos dicen a aquellos que cayeron

Disparad contra mí vuestros dardos

Vengad en mí vuestras angustias

Vengad en mí vuestros fracasos

Yo soy invulnerable

He tomado mi sitio en el cielo como el silencio

 

Los siglos de la tierra me caen en los brazos

Yo soy amigos el viajero sin fin

Las alas de la enorme aventura

Batían entre inviernos y veranos

Mirad cómo suben estrellas en mi alma

Desde que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido

 

¿Cómo podremos entendernos?

Heme aquí de regreso de donde no se vuelve

Compasión de las olas y piedad de los astros

¡Cuánto tiempo perdido! Este es el hombre de las lejanías

El que daba vuelta las páginas de los muertos

Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre

El que andaba de un lado para otro

Desesperado y solo en las tinieblas

Solo en el vacío

Como un perro que ladra hacia el fondo de un abismo

 

¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!

Los que habéis tocado mis manos

¿Qué habéis tocado?

Y vosotros que habéis escuchado mi voz

¿Qué habéis escuchado?

Y los que habéis contemplado mis ojos

¿Qué habéis contemplado?

 

Lo he perdido todo y todo lo he ganado

Y ni siquiera pido

La parte de la vida que me corresponde

Ni montañas de fuego ni mares cultivados

Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido

Así es el viaje al fin del mundo

Y ésta es la corona de sangre de la gran experiencia

La corona regalo de mi estrella

¿En dónde estuve en dónde estoy?

 

Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable

Decid ¿quién es el muerto?

El viento me solloza

¡Qué inquietudes me has dado!

Algunas flores exclaman

¿Estás vivo aún?

¿Quién es el muerto entonces?

Las aguas gimen tristemente

¿Quién ha muerto en estas tierras?

Ahora sé lo que soy y lo que era

Conozco la distancia que va del hombre a la verdad

Conozco la palabra que aman los muertos

Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores

 

Las lágrimas se hinchan se dilatan

Y empiezan a girar sobre su eje.

Heme aquí ante vosotros

Cómo podremos entendernos Cómo saber lo que decimos

Hay tantos muertos que me llaman

Allí donde la tierra pierde su ruido

Allí donde me esperan mis queridos fantasmas

Mis queridos espectros

Miradme os amo tanto pero soy extranjero

¿Quién salió de su tierra

Sin saber el hondor de su aventura?

Al desplegar las alas

Él mismo no sabía qué vuelo era su vuelo

 

Vuestro tiempo y vuestro espacio

No son mi espacio ni mí tiempo

¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?

Es el que vuelve con un sabor de eternidad en la garganta

Con un olor de olvido en los cabellos

Con un sonar de venas misteriosas

Es este que está llorando el universo

Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva secreta

Soy impalpable ahora como ciertas semillas

Que el viento mismo que las lleva no las siente

Oh Poesía nuestro reino empieza

 

Este es aquel que durmió muchas veces

Allí donde hay que estar alerta

Donde las rocas prohíben la palabra

Allí donde se confunde la muerte con el canto del mar

Ahora vengo a saber que fui a buscar las llaves

He aquí las llaves

¿Quién las había perdido?

¿Cuánto tiempo ha que se perdieron?

Nadie encontró las llaves perdidas en el tiempo y en las brumas

¡Cuántos siglos perdidas!

 

Al fondo de las tumbas

Al fondo de los mares

Al fondo del murmullo de los vientos

Al fondo del silencio

He aquí los signos

¡Cuánto tiempo olvidados!

Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?

¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?

¿En dónde estabas? ¿En qué alturas en qué profundidades?

Andaba por la Historia del brazo con la muerte

 

Oh hermano, nada voy a decirte

Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar

Más que el árbol te gustará callar.