Para la Iglesia es positivo reconocer el avance narco

16/02/2014 Fuente lanacion. Lozano dijo que la admisión oficial es un buen paso; advirtió que los jóvenes son víctimas de las bandas

Para la Iglesia es un buen síntoma que el Gobierno haya reconocido que la Argentina se convirtió en un país consumidor y productor de drogas. "Se trata de una realidad dolorosa y para encontrar una solución se necesita una acertada descripción de la situación", dijo a LA NACION el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano.

El obispo de Gualeguaychú se refirió así al reconocimiento del avance del narcotráfico por parte del ministro de Defensa, Agustín Rossi, hecho que había sido señalado por la Iglesia en noviembre de 2013. "Antes era un país de tránsito y hoy es un país de consumo y, lo que es más grave, también es de elaboración", dijo Rossi.

Frente a la ola de crímenes del narcotráfico, Lozano expresó la preocupación de la Iglesia por el impacto de las bandas en los jóvenes. "Algunos son usados por las organizaciones narcocriminales como mano de obra y otros lo ven como una salida laboral", señaló.

Monseñor Lozano describió una dura realidad de los jóvenes "ni-ni" (los que ni trabajan ni estudian). Sobre los jóvenes "ni-ni" en una entrevista con la agencia de noticias DyN, Lozano explicó: "Estos jóvenes, al haber abandonado o haber sido expulsados del sistema educativo hace años, suelen arrastrar frustración y baja autoestima. Están a merced de trabajos llamados de baja calidad, o presa de mano de obra para bandas del narcotráfico".

También agregó: "La gran mayoría de ellos tienen un presente desgraciado y un futuro sin perspectiva de inclusión social".

Para el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social es positivo que el gobierno nacional intente dar una respuesta al problema de los "ni-ni" con el plan Progresar, dado a conocer por la presidenta Cristina Kirchner el 22 de enero pasado.

"Es importante que se intente dar una respuesta desde el plan Progresar. Hace falta tiempo para saber si da resultados, pero me parece positivo", afirmó monseñor Lozano.

Pero sostuvo que la responsabilidad no es sólo del Gobierno. "Como sociedad debemos ser solidaria con estos jóvenes para ayudarlos a salir del camino de la droga."

Al obispo de Gualeguaychú le pareció grave otra realidad planteada por el ministro Rossi: la presunta connivencia de policías con bandas de narcotraficantes. El funcionario nacional había dicho en una entrevista con Radio Rivadavia: "Rosario es una de las ciudades donde el delito del narcotráfico tuvo un crecimiento exponencial desde 2010. Mi hipótesis es que donde existe connivencia entre las fuerzas de seguridad -en el caso de Santa Fe, hablamos de la policía provincial- con las organizaciones narco el delito encuentra un campo para avanzar de manera importante".

"La situación es muy grave"

Sobre este punto, monseñor Lozano afirmó a LA NACION: "Esta situación que explicó Rossi es muy grave para el país".

Ayer, el ministro de Defensa volvió a referirse al problema del narcotráfico. El sistema de radarización es un sistema que la Argentina viene intensificando a partir del año 2011 y tenemos un sistema de radares que funciona. Obviamente que la frontera terrestre es la más difícil de controlar", afirmó el funcionario nacional, según consignó la agencia DyN.

Rossi también volvió a referirse a la instalación de las bandas narco: "Hay cocinas y laboratorios que elaboran [droga]". E insistió en que la mirada debe "ponerse al interior del país".

"Esfuerzo fundamental"

El ministro de Defensa, cabe recordar, había manifestado: "El esfuerzo fundamental que hay que realizar es el desbaratamiento de estas organizaciones que funcionan hacia el interior del país y que son las que sostienen la comercialización de la droga".

Rossi agregó: "El crecimiento exponencial del delito se debió a un momento en que la complicidad de sectores de las fuerzas de seguridad con el delito narco era muy alta".

Pero las palabras de Rossi para admitir el avance del narcotráfico no sólo repercutieron en la Iglesia, sino también en la oposición. El diputado nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) Miguel Bazze dijo que el ministro de Defensa se hace el distraído porque "el Gobierno es responsable del crecimiento del narcotráfico por la falta de control del blanqueo del dinero de la droga".

Bazze, según la agencia de noticias DyN, agregó: "Ahora, de la noche a la mañana, se preocupan por este tema, mientras que durante diez años en el Gobierno estuvieron mirando para el costado, no hicieron absolutamente nada".

Las palabras de Rossi, con las que admitió que la Argentina pasó de ser un país de tránsito a un territorio de consumo y elaboración de drogas, se convirtieron en la primera vez que el Gobierno reconoció el problema de las bandas instaladas para producir estupefacientes.

Por ejemplo, cuando las fuerzas federales de seguridad estaban a cargo de Aníbal Fernández, el hoy senador nacional afirmaba: "Ni la Argentina ni Chile ni Uruguay jamás van a ser productores [de estupefacientes]". Corrían los últimos días de 2008 y así el por entonces ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación le respondía al titular de la cartera de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, que horas antes había dicho: "El peligro de ser un país de producción de drogas sintéticas ya está inquietantemente entre nosotros".

Inquietud eclesiástica

Jorge Lozano

Obispo de Gualeguaychú

"Algunos jóvenes son usados por las organizaciones narcocriminales como mano de obra y otros lo ven como una salida laboral"

."La gran mayoría de los jóvenes llamados «ni-ni» tienen un presente desgraciado y un futuro sin perspectiva de inclusión social"