Negociación contrarreloj: Gobierno propondrá a los buitres un pago ini
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Negociación contrarreloj: Gobierno propondrá a los buitres un pago inicial "cash" y cancelar el saldo con bonos

 

 

22-06-2014 Fuente iprofesional. La estrategia apunta a desembolsar entre u$s300 y u$s400 millones para mostrar buena voluntad. Luego, se pretende emitir títulos de vencimiento escalonado

 

El Gobierno busca distintas alternativas para cumplir con el 100% de los acreedores externos, al tiempo que intentará cancelar el total de los u$s1.330 millones que reclaman los fondos NML y Aurelius, tras el fallo del juez Thomas Griesa.

 

La idea que diseñó la administración K sería efectuar un pago de entre u$s300 y u$s400 millones, para mostrar voluntad de cumplimiento, y luego negociar el resto con emisiones de bonos de vencimientos escalonados en años, tal como anticipara la semana pasada iProfesional (ver nota: Ingenio argentino hasta con los buitres: ¿cómo evitaría el país un default y demandas de otros bonistas?)

 

"El monto inicial sería equivalente al que se le paga con quita del 65% a los bonistas reestructurados que entraron en el canje de 2005 y 2010", dijo un funcionario del Gobierno.

 

¿Por qué no efectúa todo el pago de una sola vez? Para así no cerrar todo el trato este año, ya que el Gobierno tiene "prohibido" hacerlo antes del 31 de diciembre, si es que quiere evitar reclamos de otros bonistas por u$s15.000 millones.

 

Es decir, el objetivo sería terminar de pactar cuando la llamada cláusula RUFO deje de estar vigente. El hecho de no pagar todo este año (que gatilla dicha la clausula RUFO) -pero a la vez mostrar intenciones de querer zanjar la disputa- es visto como un camino de solución.

 

Como esa cláusula vence en diciembre próximo, la aspiración del Gobierno sería apelar a la buena voluntad de Griesa y de los "buitres" -prorrogar una medida cautelar o "stay" para eximir a la Argentina de cumplir el fallo antes de diciembre- y activar una propuesta tras el pago inicial.

 

Para ello, se ofrecería un plan de cancelación, con bonos a largo plazo, un modelo parecido al acuerdo con Repsol o con el Club de París. "Oficializarlo en enero serviría para que caiga la cláusula RUFO. Dependemos de Griesa", destacaron fuentes al diario La Nación.

 

Una alternativa sería encontrar un banco extranjero que, tras el pago inicial de la Argentina, le comprara el remanente de los bonos impagos a los fondos NML y Aurelius. El Gobierno, a cambio, le emitiría un bono a esa entidad por un monto equivalente y a pagar en varios años.

 

Con este posible arreglo, el Gobierno pretende cumplir con el 100% de los acreedores. Esto incluiría tanto al 92,4% de los bonistas que reestructuraron su deuda en 2005 y 2010, a los fondos NML y Aurelius, y el resto de los holdouts que no entraron en esos canjes y aún no tienen fallos a favor.

 

Esta salida triangulada le permitiría a la Argentina no tener que esperar a diciembre para hacer caer la cláusula RUFO porque no oficializaría una mejor oferta a los "buitres" que a los bonistas.

 

"Creatividad financiera sin límites"

En diálogo con iProfesional, Pablo Giancaterino -único abogado argentino que figura en el expediente en Nueva York por juicios colectivos- sostuvo que una de las alternativas es que el conflicto encuentre vías de solución recorriendo un camino similar al transitado en el caso Repsol o Club de París.

 

"La creatividad financiera argentina no tiene límites. Se puede dar una solución tan rápida como pasó con el Club de París, pero en este caso con la intervención de la Justicia y el Congreso", señaló el abogado, que representa a la primera mayoría de los tenedores minoristas en Class Action (tienen en su haber 8 series de bonos completas sobre un total de 22).

 

"Una solución negociada la veo como el único desenlace. Negociar no es convencer al juez -que no es parte- de lo que quiere imponer quien perdió", expresó.

 

Parte de la solución para salir de este laberinto se puede observar en el escrito de los abogados de la Argentina, del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGS&H).

 

Según su informe, "las ordenes de Pari Passu (igual tratamiento a todos los acreedores) serían satisfechas si se pagase la totalidad de lo reclamado técnicamente por NML, Aurelius y los otros demandantes".

 

Es decir, no es posible que el Gobierno cancele ahora y en efectivo sólo una parte de lo reclamado por los holdouts -con la aprobación de ellos- para evitar que se gatillen los reclamos del resto de los bonistas.

 

Como contrapartida, según varios analistas, lo intrincado de este largo litigio hace que tomar el camino de la resolución vía los estrados judiciales de Nueva York sea no sólo engorroso sino casi imposible. Es por ello que "el atajo" es que se dirima a través de una negociación directa entre las partes.

 

El secretario legal y técnico, Carlos Zannini, analizó que el fallo de Griesa no deja resquicios para una quita sobre los bonos de NML y Aurelius y obliga a pagar el 100%. Pero sí podrían negociarse los plazos y el modo de pago, lo cual se extendería al resto de ese 7% de acreedores.

 

El Gobierno debe pagar en pocos días 900 millones de dólares a los bonistas reestructurados y necesita que Griesa y los buitres no embarguen esos giros.

 

Por eso la Presidenta quiere reponer la cautelar y si no lo logra el Gobierno contará sólo con 30 días más de plazo para acordar ese plan de pagos con los fondos buitres, sin caer en default.