La burbuja accionaria de China provoca temores
Comercio Exterior

La burbuja accionaria de China provoca temores

 

 

02/07/2015 Fuente cronista. Sólo en mayo, se abrieron más de 12 millones de cuentas para compraventa de acciones, una cifra algo superior a la población de Grecia. No es de extrañar. Un año de subas ayudaron a que el mercado de acciones chino se valuara en u$s 6,5 billones. Desde mediados de junio, u$s 2 billones desaparecieron. China quizás esté atravesando una burbuja de acciones superada sólo durante el auge de las puntocom en EE.UU. a fines de los ‘90.

 

Esos números empequeñecen los miles de millones de euros que están en juego en las negociaciones entre Grecia y sus acreedores. A la luz de esas cifras, es justo preguntarse si los medios del mundo están presentado atención al verdadero drama global. Como en Atenas, los acontecimientos se producen a tal ritmo que hacer un seguimiento no es tarea fácil.

 

El viernes hubo caídas de 7% en los índices de Shenzhen y Shanghai, un retroceso que empeoró el lunes, antes de recuperarse el martes. En el medio de esto, El Banco Popular de China el sábado recortó las tasas de interés y flexibilizó los requisitos de reserva, una medida que fue interpretada como una respuesta a la agitación en los mercados de acciones.

 

Es difícil saber si esa intervención funciona y en qué medida. Los bancos centrales deberían estabilizar la economía, no hacer la vida más previsible en el mercado de acciones. La posible llegada del calvario monetario puede bien servir para darle a los especuladores más sobre lo que especular.

 

Una mejor pregunta es a qué debería temerle la mayoría no especuladora frente a los movimientos del mercado de acciones chino. El país enfrenta una difícil transición económica, que va de una dependencia de la inversión en propiedades e infraestructura impulsada por el crédito hacia los servicios y el gasto familiar.

 

Pero calmar el frenético mercado no es parte de este proyecto. Algunos hasta dicen que la recuperación fue "sancionada por el Estado", y que forma parte de la estrategia mayor de dirigir la economía hacia un mayor uso de acciones y mover recursos hacia nuevas industrias.

 

Otros se preguntan si el desvanecimiento del mercado de acciones no es señal de la tensión económica. Pero eso también es difícil de argumentar. China viene perdiendo ritmo hace un tiempo, aún cuando las acciones registraban récords. Las acciones de sectores de la nueva economía atrajeron el mayor interés especulativo, mientras que la desaceleración económica está afectando sus industrias más antiguas.

 

La llegada de millones de apostadores comunes y corrientes es un símbolo clásico de burbuja. Si bien las burbujas en el precio de las acciones parecen provocar daño, el verdadero culpable a menudo son las autoridades que sobrerreacionan y despliegan artillería pesada de medidas monetarias para enfriar la perjudicial "especulación". En Estados Unidos en 1929 y Japón en 1990, ese comportamiento provocó un desastre.

 

El sábado los especuladores tuvieron la suerte de que sus intereses coincidían con los del banco central. El crecimiento de China está tartamudeando y es difícil poner fin a la deflación, por lo que el ablandamiento monetario es lo que se recomienda. No siempre es lo adecuado. El Banco Popular de China debería seguir manejando la economía con luces económicas. En cuanto a los especuladores, seguramente haya una frase en mandarín para "no se admiten reclamos".